LUTO
Fundador de la Nueva Trova Cubana y con un vínculo estrecho con Uruguay, Milanés había sufrido 29 operaciones y estaba internado en Madrid.
El cantautor cubanoPablo Milanésfalleció en la madrugada del martes a los 79 años, tras permanecer internado en Madrid durante más de una semana, informaron los medios oficiales y confirmó su familia.
Milanés, una de las voces más reconocibles y celebradas de la música cubana, fue el fundador y artífice del movimiento conocido como la Nueva Trova; lo hizo junto a colegas y compatriotas como Silvio Rodríguez y Noel Nicola. Autor de clásicos como “Yolanda” y “Para vivir”, Milanés publicó más de 40 discos a lo largo de su carrera y obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Música de Cuba y el Grammy Latino a la Excelencia Musical.
A lo largo de su vida, mantuvo un vínculo estrecho con Uruguay. Se trató de una relación que inició en 1971 cuando el sello Ayuí —que acababa de crearse— editó Cuba va, una obra colectiva que recopilaba sus primeras grabaciones junto a las de Rodríguez y Nicola. Un joven Milanés cantaba canciones como “El manantial”, “Los años mozos”, “Yo vi la sangre de un niño brotar” y “Si el poeta eres tú”. A su vez, aparecía junto a Rodríguez en “No me pidas” y “Once x cero”.
La contratapa de Cuba va incluía un mensaje de Daniel Viglietti, con quien luego Milanés establecería una larga amistad. “Sobre tierra de antes ha crecido Cuba, la planta joven. Entre sus hojas, los cantos. Pablo, Silvio y Noel, los compañeros cantores, jóvenes cantores testigos de la nueva Cuba”, escribió Viglietti.
Al año siguiente, en 1972, el cantautor uruguayo conoció a Milanés en La Habana —en el Encuentro de Música Latinoamericana— y tuvo la idea de grabar Trópicos, un disco con versiones de canciones emblemáticas de la Nueva Trova Cubana y de la música popular brasileña contemporánea. Allí grabó “Pobre del cantor”, uno de los primeros clásicos de Milanés. “Pobre del cantor de nuestros días, / Que no arriesgue su cuerda por no arriesgar su vida, Pobre del cantor que un día la historia, / Lo borre sin la gloria de haber tocado espinas”, decía la letra.
En 1988, Milanés devolvería el gesto de la música uruguaya al invitar a Canciones Para No Dormir La Siesta, Repique, Jaime Roos y Ruben Rada a participar del festival de Varadero, en Cuba. Con Rada ya había generado una larga amistad que se mantuvo durante las décadas y que vio reflejada en la participación del cubano en el disco Candombe con una ayudita de mis amigos, aún inédito. Sin embargo, en una entrevista de El País publicada el año pasado, Rada adelantó que se trataría de una versión candombera de “El breve espacio en que no estás”.
Tras enterarse del fallecimiento de Milanés, escribió: “Hermano querido, tengo el corazón destrozado. Agradezco a la vida haber tenido el honor de tu amistad desde 1983. Agradezco tu música, tu voz que me hace emocionar cada vez que la escucho. Agradezco todo lo que compartimos, risas, momentos, conciertos, familia. Abrazo a Nancy tu hermosa compañera y a todos tus hijos y nietos”, escribió junto a una selección de fotos de ambos.
La primera vez que el artista cubano se presentó en Montevideo fue el 1° de marzo de 1985, durante la celebración del regreso de la democracia a Uruguay. Su actuación, compartida con Silvio Rodríguez, quedó registrada en un disco editado por el sello Orfeo incluía sus emotivas interpretaciones de “Creo en ti” y “El breve espacio en que no estás”; en YouTube se puede acceder al show completo.
Milanés volvió a Uruguay en varias ocasiones; la última fue en 2019, cuando presentó su espectáculo Esencia en el Auditorio Nacional del Sodre. Entonces dijo a El País: “Admiro a Juan Sebastián Bach y otros grandes barrocos como Tellerman, Vivaldi. Es imposible renegar de ellos y olvidarlos: tienen 400 años e hicieron una música que todavía se mantiene en el gusto de la gente porque hicieron música para la eternidad. Yo desde los 10 años, estudié música. Estudié piano y lo dejé, estudié guitarra y la dejé. Todo lo he ido dejando pero aprendí de todo: he sido aprendiz de todo y maestro de nada”.
El cantautor cubano había sido hospitalizado el 12 de noviembre en Madrid por “los efectos de una serie de infecciones recurrentes que en los últimos tres meses han venido afectando a su estado de salud”, según anunció un comunicado publicado por su oficina artística.
Desde ese momento suspendió las actuaciones que tenía previstas en Pamplona, Ciudad de México y Santo Domingo. “Esta situación clínica es secundaria a una enfermedad oncohematológica que sufre desde hace varios años y que le exigió instalarse en Madrid” a finales de 2017 para recibir tratamiento, decía el comunicado.
Había pasado por el quirófano 29 veces a lo largo de su vida. Enfrentó problemas óseos, un trasplante de riñón en 2014, padeció el mal de Dupuytrén que le fue cerrando una de sus manos, y trató un tipo de cáncer de impacto inmunológico.
“No es fácil vivir con eso”, decía en 2019 a El País. “Tengo que tener muchos cuidados y mucha atención médica encima y no salirme de la línea. Estoy muy bien, pero gracias a que me cuido bastante”.
Si bien la primera etapa de su carrera estuvo marcada por un mensaje de tinte político —los discos Canta a Nicolás Guillén, de 1975, y Pablo Milanés, de 1976, son dos claros ejemplos—, durante las últimas décadas fue una de las figuras de la cultura cubana más críticas con el sistema político de la isla. “En 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié”, declaró tras las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 en su país.