Redacción El País
El paso de Nicolás Scarpino yNicolás Cabrépor Sonríe, te estamos grabando (Canal 10) dejó varias anécdotas de la carrera de ambos actores argentinos, pero hubo un relato en particular que dejó boquiabierto a los conductores del ciclo y a la audiencia. El ex de la China Suárez contó que guardó durante cinco años una empanada de pollo en la heladera, y cualquier otro cuento de la noche resultó insuperable.

La invitación al programa se dio en el marco de la promoción de la obra Los mosqueteros del rey, que se presenta el próximo 12 y 13 de octubre en el Teatro Metro (entradas en venta en Redtickets), y ambos disfrutaron de la velada viendo el clásico álbum de su vida, compartiendo material de archivo, repasando momentos históricos de su trayectoria, y participando de las distintas dinámicas.

Un de ellas se titula "Una sola verdad" y consiste en poner a prueba a los invitados para ver cuánto se conocen. Entonces cada uno debe elegir, entre dos alternativas, cuál es la situación que realmente vivió su compañero.

A Scarpino le tocó una difícil: tuvo que contestar si Cabré se había encariñado con un vino añejo o con una empanada de pollo. Lo más lógico hubiera sido inclinarse por la opción número uno, pero no, apostó por la dos, y acertó.

"Empecé jodiendo y me terminé encariñando", arrancó contando el actor que participó de tiras exitosas como Son amores, Sin código y Mis amigos de siempre.

Continuó contando que años atrás, con motivo de la inauguración de una de sus casas, invitó gente y compró una caja de empanadas para compartir en la cena. Sobró una sola, la puso en un plato en la heladera, sin papel film ni otra cobertura (y eso que aclaró que es obsesivo del orden) y quedó ahí.

"A la semana o 10 días vinieron mi mamá o mi papá y me preguntaron, '¿todavía tenés la empanada?', 'Dejala ahí, está impecable'. No tenía olor, nada. Me decían, 'tirala'. Yo decía, '¿por qué?'. Ahí arrancó el chiste. ¿Qué te molesta? Y así la tuve como cinco años", explicó sobre ese tire y afloje que pasó de ser una broma a algo un poco más serio.

Nadie daba crédito, pero Cabré se había encariñado y se negaba a tirarla. "Siempre estuvo ahí, impecable. Y eran muy ricas. No se puso ni siquiera verde", recordó.

Finalmente, no la tiró porque quisiera sino porque llegó el momento de mudarse y no le quedó alternativa. "Estaba mi mamá y me dijo, 'la vas a tirar'. Y yo le busqué la forma, la quería llevar. '¿Qué te jode?', le decía. Y la tuve que tirar. No sé si no le dije a mi mamá que lo hiciera ella", remató la desopilante historia.