ENTREVISTA
El comunicador celebra los 30 años de "Malos pensamientos" con un libro que saldrá el viernes 3 de diciembre con El País. Esta es su historia
El comunicador Orlando Petinatti corona los 30 años de Malos pensamientos con el lanzamiento de un libro que recrea sus comienzos y el amor por la radio, además de un repaso por las secciones e historias más recordadas de tres décadas en el dial.
“A lo largo de todos estos años, he recibido varias propuestas para hacer un libro sobre el programa, pero al llegar a los 30 años, me pareció que Malos pensamientos merecía escribir su historia, sus comienzos, las secciones, los cambios de radio, pero sobre todo homenajear a la audiencia, parte fundamental del éxito. Me parecía un gran reconocimiento que la audiencia se lea en cada hoja recordando cada parte y cada momento de lo que ha escuchado en la radio”, asegura el licenciado en entrevista.
El libro, titulado Malos pensamientos, 30 años del programa que cambió la radio, es obra del periodista Esteban Leonís y fruto de muchas horas de charlas con Petinatti, además de un buceo profundo en el archivo del programa.
Referencia en el texto sus comienzos en El Dorado FM (la radio que estaba frente a su casa) y el vínculo, luego roto, con Daniel Figares, quien le dio la primera oportunidad de salir al aire. Cuenta la historia completa de cuando casi continúa con su carrera en Argentina y revela qué respondió el personaje Hércules al ser invitado a participar del libro.
El libro saldrá este viernes 3 de diciembre con El País más 350 pesos. Se puede reservar un ejemplar a través del sitio: coleccionables.elpais.com.uy.
—¿Qué implicó el proceso de producción del libro de los 30 años de Malos pensamientos?
—Con Esteban Leonís, periodista, docente y escritor, compartimos horas y horas de charla, algunas por Zoom durante lo peor de la pandemia. También escuchamos muchas horas de grabaciones del programa y con ese material fuimos creando cada capítulo. Esteban supo entenderme desde el primer momento y contó la historia tal cual es, pero también hablamos de cómo comenzó el amor por la radio y los cambios en la comunicación. La audiencia empezó comunicándose al programa por carta, imaginate que hoy lo hacen a través de las redes, mails u otras plataformas.
—¿En qué sentido el libro es un homenaje a la audiencia, como has dicho?
—El lector encontrará dentro del libro momentos de Malos pensamientos que recordará por diferentes motivos, por lo sorprendente, por lo emotivo, por lo hilarante, o porque el programa a lo largo de todos estos años se permitió hacer y decir cosas que no eran fáciles de hacer públicas y que en radio nadie hacía. Desde algunas “manos” donde se reencuentra un padre con su hijo, hasta encontrarle trabajo a alguien que iba a tener familia en pocos días o chicas que quieren apostar al amor y no se animan, o amantes que no soportan más estar escondiéndose... Estos son algunos ejemplos solo de cómo la audiencia se fue animando de a poco a confiar en el programa para poder contar sus historias, muchas veces muy privadas, y lograr a través de Malos pensamientos y del humor, que su vida pueda alcanzar eso que tanto quería. Es momento de agradecer esa generosidad y es eso lo que quiero transmitir con el libro. Agradecerle a la audiencia que ha confiado en el programa para abrir su corazón, divertirnos y emocionarnos.
—¿Cuánto tiene de biografía el libro?
—Muchísimo. El libro también es una historia de vida, la de un chico que un día cruzó la calle para conocer un estudio de radio y nunca más salió. Gracias al libro pude darme cuenta que mis padres fueron fundamentales a la hora de amar la radio porque yo despertaba y me acostaba en casa con una radio encendida, lo que fue determinante para meterme en ese mundo. Es también un homenaje a mis padres este libro. Además, creo que se trata de un testimonio de que cuando uno tiene un objetivo claro y un sueño que quiere cumplir, nada te detiene.
"Gracias al libro pude darme cuenta que mis padres fueron fundamentales a la hora de amar la radio"
—Hay referencias a tus comienzos en El Dorado FM, la emisora cuyo estudio estaba enfrente de tu casa. ¿Se nombra a Daniel Figares, conductor de El Subterráneo, y con quien están distanciados?
—No puedo contar la historia de mi vida con la radio sin nombrar a El Dorado FM y quienes fueron fundamentales a la hora de comenzar a sentir pasión por el medio. Cada uno tiene su lugar en esta historia. Menciono y agradezco a Ricardo Sapelli, quien fue la primera persona que me permitió entrar al estudio mientras hacía su programa y de quien aprendí mucho. También a Daniel Figares, quien me propuso salir al aire y fue a partir de ese momento que se despertó en mí toda esa locura que a lo largo de los años fui explotando.
—¿Qué le dirías a Figares ahora que han pasado más de 30 años de aquellos comienzos?
—Está en el libro.
—Quedó material afuera?
—Siempre queda material afuera. Por falta de espacio o de tiempo. Lo bueno de todo esto es que la audiencia también participó activamente recordándome momentos que atesoran en su mente y tanto Luigi Tempone como Jorge Díaz, quienes hoy me acompañan en la producción del programa y al aire en Azul FM, fueron de gran aporte rememorando oyentes, secciones, manos y otros segmento.
—¿Cuánto archivo hay de Malos pensamientos? ¿El primer programa está?
—No. Empezamos a grabar desde 1997. Hay cassettes, Dats, minidiscs, CDs... Una montaña de material. También tenemos archivo anterior a 1997 porque el programa sacó un cassette y dos CDs, con las mejores secciones.
—El prólogo lo escribió el artista y publicista Quique Souza, que en un principio te tenía antipatía. ¿Por qué lo elegiste a él?
—Cuando surgió la idea del libro, no quería que el prólogo fuera condescendiente conmigo. Tiene que ver con mi esencia de provocador en los medios. Entonces, pensando sobre quién podía ser, se me ocurrió el nombre de Quique; hoy es mi amigo, pero en nuestro primer encuentro terminamos a los gritos. Porque odiaba el programa y a mí particularmente. No me soportaba, pero luego hizo e hicimos un proceso en el que terminamos amigos y valorando el trabajo de cada uno.
—¿Sos consciente de que generás esos amores y odios?
—Sí. El prólogo habla de eso y te digo más: el prólogo es mucho mejor que el libro.
—¿Tiene que ver con esa condición un poco rupturista tuya?
—Es probable. Las cosas que yo hacía en los 90 no las hacía nadie. Quizás había oídos no entrenados para eso y me rechazaban. Pero yo seguía: lograba algo y quería ir un paso más. Siempre fui así al aire. Las primeras manos, por ejemplo, eran una tontería. Cuando me empecé a dar cuenta de que la gente estaba buscando el micrófono del programa para abrirse y contar cosas de su vida privada, seguí por ese camino. Después aparecieron las amantes, los tríos, las fiestas... Siempre voy por más. A mí dame un micrófono y un teléfono para hablar con la audiencia y te armo un mundo paralelo.
—¿Tuviste ofertas para seguir tu carrera en Argentina?
—Sí, en el año 2001 me vinieron a buscar de Telefónica para trabajar en FM Hit. Íbamos a empezar en enero pero en diciembre de ese año (Fernando) De la Rúa se fue de la Casa Rosada en helicóptero y se desmoronó el país. Tuve suerte. Muchas veces me acompañó ese olfato. Esta historia también está desarrollada en el libro.
—Has hecho varios personajes, entre ellos Hércules. ¿Forma parte del libro?
—Hércules fue invitado a escribir, pero quería estar en la tapa y que el título fuera Hércules y Malos pensamientos. Esas exigencias no se pudieron satisfacer.
—¿Por qué no lo hiciste más a Hércules?
—Al comienzo de este año apareció en algunos momentos. Estoy convencido de que el mejor personaje de la historia de la historia de la radio uruguaya es Hércules. Porque con esa vocecita, Hércules capturó un montón de oyentes que haciendo zapping se encontraron con él y se preguntaban: ¿qué es esto? Hércules tuvo momentos de mucho protagonismo en el programa y yo lo disfrutaba mucho. El tema es que se quiso adueñar de Malos pensamientos, y ya se sabe que acá no dejamos crecer a nadie.