ENTREVISTA
El actor de origen guatemalteco habla de su carrera y de Moon Knight la serie que está para ver en Disney+ y que lo devuelve al universo Marvel
Oscar Isaac se integra al mundo de Marvel con Moon Knight, una serie que está disponible en Disney +. Isaac interpreta a las dos personalidades de un hombre que tiene Desorden de Identidad Disociativa que debe resolver un misterio egipcio. También está Ethan Hawke.
En esta charla, Isaac habla de la serie, de por qué pensó que iba a alejarse de esta clase de proyectos, y qué hace un actor formado en Shakespeare trabajando en películas para Marvel.
—Algunos actores dicen que aceptan de inmediato cuando Marvel los llama, pero tú no lo hiciste. ¿Por qué no?
—No estaba muy ansioso por saltar a una gran producción. Quería volver a enamorarme de la actuación. Estaba un poco cansado. Tengo dos hijos pequeños y estaba listo para dar un paso atrás, hacer películas más pequeñas que no implicaran un compromiso tan grande. Cuando llegó esto, mi sensación inmediata fue que era un mal momento.
—Hablas de sentirte agotado en proyectos de gran presupuesto. ¿Cuándo empezaste a experimentar eso?
—Hacia la mitad y el final de la serie de Star Wars. El compromiso fue muy largo y los descansos muy específicos. Empecé a tener hambre de esos estudios de personajes y de esos grandes directores.
—Trabajó profesionalmente como actor durante varios años con papeles destacados en el teatro. ¿Encontró que las películas de gran presupuesto le dieron oportunidad de avanzar?
—Hubo algunas actuaciones secundarias que me permitieron interpretar personajes realmente diferentes en estos grandes proyectos como Robin Hood y Sucker Punch. Lo divertido fue que nadie tenía idea de quién era yo.
—Y como ex alumno de Juilliard y veterano intérprete de Shakespeare, ¿no pensó que este tipo de películas estaban por debajo de su nivel?
—No. Quería ganarme la vida como actor. No tenía el lujo de la ética; no me podía dar el lujo de la integridad. (se ríe). Sentí que podía aportar mi punto de vista a todo lo que se me cruzara. Al principio, pensé: “Si tuviera una oportunidad, podría probar...”. Después de un tiempo, quedó claro que lo único que puedes controlar es tu oficio y mantener la curiosidad, y ejercitar ese oficio en lo que se te presente y creas que es bueno.
—¿Protagonizar Balada de un hombre común se sintió como una de esas oportunidades?
—Me cambió la vida en todos los sentidos. Fue mi primer protagónico. Era una película de los hermanos Coen. Toqué música. Todavía no puedo creer que haya sucedido. Lo ansiaba tanto y me partí el lomo de antemano para conseguirlo. Fue la casualidad del momento en que hice lo que quería hacer y los Coen se arriesgaron con alguien relativamente desconocido.
—¿Fue extraño que eso lo llevara a papeles en franquicias de acción, que pensaran en usted para esa clase de películas?
—Estoy hace tanto en esto como para saber que no hay “ellos” sino que son personas que intentan hacer películas, ya sea a gran escala o a pequeña escala. J.J. Abrams quería conocerme para Star Wars: El despertar de la fuerza mientras yo todavía estaba filmando A Most Violent Year. Lo recuerdo porque Albert Brooks (su coprotagonista en A Most Violent Year) me dejó un mensaje muy gracioso haciéndose pasar por J.J.. Es dar un salto de fe. Y claro, si no hubiera hecho eso, tal vez hubiera estado disponible para alguna otra cosa que se me hubiera presentado. Pero nadie lo sabe.
—¿Star Wars fue tu marco de referencia más cercano cuando Marvel lo buscó para Moon Knight? ¿Fue eso lo que te hizo desconfiar?
—Son películas tan grandes, enormes. Tan divertidas pero estás generando mucha energía y te dejan exhausto. Eso era parte del miedo. No anticipé cuánta flexibilidad creativa iba a haber, cuánta energía me devolvió.
—¿Cómo es eso?
—Una vez que Mohamed (Diab, director de Moon Knight) y yo comenzamos a hablar sobre qué hacer si pudiéramos poner nuestro foco, pensamos que era mucho más importante ser fieles al tema del Desorden de Identidad Disociativa (DID) que a una especie de historia de fondo de cómic. Cuando buscas las causas del DID no es una cosa sola. Es por un trauma sostenido a lo largo del tiempo. Este es un mecanismo de supervivencia que encaja para alguien que está experimentando eso. Que sean capaces de fracturar su mente para sobrevivir es asombroso.
—¿Moon Knight habla de por qué las historias sobre identidades alternativas y multiversos se están volviendo tan populares?
—Vivimos en un mundo post-realidad. Las cosas solían sentirse mucho más claras pero ya no más. Ya nada puede ser verdadero o auténtico, y creo que eso se refleja en gran parte de nuestra cultura popular.
—Como fanático de los cómics, ¿sentiste que te estaban imponiendo un personaje menor?
—Sí, están prácticamente rascando el fondo. Aunque la gente también decía eso de Iron Man y cambió el cine para siempre y tenía una actuación increíble. Parte de su atractivo, para ser honesto, era su oscuridad.
—Tuviste una oportunidad anterior en las adaptaciones de cómics con X-Men: Apocalypse. No fue bien recibido. ¿Es un papel que has repudiado?
—No, no lo repudio. Sé exactamente lo que entré queriendo hacer y las razones por las que lo hice. Estaban involucrados estos increíbles actores con los que realmente quería trabajar, (James) McAvoy y (Michael) Fassbender y Jennifer Lawrence. Coleccioné X-Men mientras crecía, y me encantaba Apocalipsis, simplemente lo encontré como un personaje extraño y raro. Y luego llegas allí y dices, “Dios mío, tengo todas estas prótesis puestas. Tengo un traje, no puedo moverme, no puedo ver a nadie. Todos estos actores con los que quería trabajar, ni siquiera puedo ver quiénes son” Todavía recuerdo esa época con cariño. Ojalá hubiera sido una mejor película y hubieran cuidado un poco mejor al personaje, pero esos son los riesgos.
—¿Contaría su tiempo haciendo Dunecon Denis Villeneuve como la típica experiencia cinematográfica de franquicias?
—Denis fue la razón para hacer eso. En realidad no tenía un papel en mente para mí. Me dijo: “Estoy haciendo Dune, ¿estás interesado? ¿Qué papel es interesante para ti?” Decidimos que era Leto. Fue un desafío ser un sonido muy específico en una gran sinfonía.
—¿Y sabías, al entrar, que era un personaje con una vida útil limitada?
—Sí, eso era parte del atractivo.