El paso del tiempo le sienta muy bien a Patricia Wolf: hoy cumple 50 años y está más bella y radiante que nunca. Así se la ve en redes sociales, en cada emisión de ¿Quién es la máscara?(Teledoce), donde es una de las investigadoras, y también en el día a día, cuando está sin una gota de maquillaje. Anda con una sonrisa de oreja a oreja, le brillan los ojos e irradia juventud. Y ella lo sabe.

"Me miro y me veo joven. Me siento joven. Me siento con mucha energía, muchas ganas de vivir, de diseñar mi vida, de seguir eligiendo lo que quiero hacer", asegura Patricia Wolf a El País.

Hoy recibirá los 50 con una reunión íntima en su casa, para los más cercanos, y el viernes 12 de julio celebrará a lo grande, porque el cambio década lo amerita. Hará una fiesta con amigos y música. Los invitados bailarán al son de lo que Nacho Conti (novio de Wolf), y los DJ Alana Ley y Seba Rodríguez elijan. Es que a diferencia de años anteriores —y a pesar de que está en la cresta de la ola como DJ— decidió no ser ella quien pase la música para poder disfrutar y solo ocuparse de bailar.

Foto: Gentileza La Juanita Music

A lo largo de esta charla, repite que se siente cada vez más libre y vibra en la frecuencia que desea: "Soy lo que quiero ser", sintetiza. Esta plenitud y apertura es fruto de un largo proceso. Han sido años de distintas terapias y búsquedas internas.

"Hice varias terapias en mi vida pero cuando empecé la actual, una de las cosas que más me llamó la atención fue que mi psicóloga en determinado punto siempre me preguntaba '¿cómo te sentís?' Y mi respuesta era, 'no tengo idea', porque no estaba conectando con lo que sentía y no sabía lo que necesitaba", cuenta.

En una época cargó con los mandatos sociales y esa idea colectiva sobre lo que se espera de la mujer a cierta edad. De a poco, y conforme maduraba, logró pasar esa pantalla. "Cuando era chica me pesaba. El tiempo me permitió liberarme cada vez más e ir deshaciendo esa configuración", reconoce.

Dice estar en su mejor momento y lo linkea a la autenticidad: "Encontré ese camino (de ser genuina) y no lo solté: de buscarse, hacerse preguntas. La búsqueda de las respuestas es crecimiento puro. Tengo una mirada súper curiosa y súper crítica. La duda es algo muy presente y es encarar la vida también con humildad: no con la mirada del saberlo todo, sino con la del querer conocer".

-Has dicho que en tu adolescencia tuviste crisis de belleza, ¿ahora te pasa?
-Claro, tengo momentos en que me miro al espejo y no me gusto tanto. Hay días que soy más crítica conmigo, otros más benevolente. Por una deformación profesional, tengo tendencia a pensar que estoy desarreglada si no me maquillo, y hay veces que soy más exigente.

Es una de las investigadoras de ¿Quién es la máscara? y lo que más disfruta de este programa de entretenimientos es la parte lúdica: "Me encanta. Nos falta jugar mucho más a los adultos, no estamos acostumbrados a soltarnos", opina. Teme ponerse en modo cholula con los famosos internacionales que pasan por el show y evita pedirles fotos. Uno de los que más disfrutó fue a la Mona Jiménez:

"Me encantó conocerlo porque aparte lo descubrí yo. Hablamos poco pero me pareció lo máximo. Lo que me llevo son esos momentos donde hay un intercambio re lindo con gente así de talentosa y humilde".

Esta temporada de verano trabajó mucho como DJ, la convocaron para fiestas importantes, tocó con artista de renombre, y entre sus planes estaba estudiar producción musical. Sin embargo, el proyecto pasó a segundo plano por cuestiones personales.

"La debo. Todavía no lo encaré. Este año muchas cosas de mi vida cambiaron, porque por ejemplo Dani, mi hijo, se fue a vivir a Buenos Aires. Pude comprarme un terrenito en Parque de Miramar y quiero construir. Estoy cumpliendo 50, Dani se va, de repente estoy en cero de vuelta, con la hoja en blanco y la posibilidad de hacer lo que tenga ganas", reflexiona.

Está de novia con Nacho Conti hace casi tres años, y aunque disfrutan mucho de compartir tiempo juntos, no conviven y tampoco planean casarse.

Sin pelos en la lengua y con la frontalidad que la caracteriza, Wolf sorprendió a varios cuando tiempo atrás confesó que tiene una relación abierta. Asegura que es un aprendizaje constante y lo transita con absoluta libertad: "En este momento de mi vida creo que se trata también de no tener que pedirle permiso a nadie para hacer nada. Es fluir, hacer lo que uno siente y nada más".

Aclara que este formato de pareja no te exime de la responsabilidad emocional: "Nos tratamos con mucho amor y queremos lo mejor para el otro. No es que vamos a tener una pareja abierta para hacer cualquier estupidez o una competencia. Lo importante es que seas honesto con el otro, que sea un vínculo de amor real".

-¿Salió de vos el planteo de abrir la pareja?
-Los dos salíamos de diferentes vínculos en los cuales necesitábamos tener un cambio en nuestra manera de relacionarnos. Desde el día uno lo hablamos, coincidimos y empezamos a acordar qué tipo de pareja quería cada uno, qué toleraríamos y qué no, y diseñamos la manera en que queríamos relacionarnos.

Hace un par de años que a través de las redes se la ve compartir momentos y salidas con Claudia Fernández, con quien estuvo enemistada durante mucho tiempo. Lo que pasó para que se amigaran, revela, fue la buena voluntad de ambas para estar bien. "A veces des difícil dar el primer paso cuando tuviste un cruce con alguien. La gente queda enemistada solo por la inercia, y por ahí no tiene más ganas de estar en esa onda", reconoce.

-¿Quién dio ese primer paso, entonces?
-Fue algo sorpresivo. Yo había tocado en una fiesta, las dos estábamos en un grupo de comunicadoras que se disolvió, ella comentó que me había escuchado y le había encantado mi música. Quedé de cara porque hasta ahí estábamos en plan no amigas. Le contesté, 'ay, Clau, gracias, de verdad'. Que lo dijera ella que no tenía buena onda era re lindo. Ella respondió, 'no sabía que seguías en el grupo (yo no participaba mucho). Se sorprendió, yo también y fue el primer paso hacia la buena onda que acepté con los brazos abiertos.

Foto: @patiwolf

Ambas comunicadoras tienen muchos amigos en común, sus parejas son muy compinches y por eso suelen coincidir en eventos y salidas: "Ella me dijo, 'los amigos en común me hablaban tan bien de vos que al final no sabía ni por qué estaba peleada", expresa.

Wolf tiene varios proyectos pendientes y, dice, mucho por aprender. Le encantaría probarse en el cine: "Me llevo muy bien con las cámaras y podría ser muy interesante una carrera en esa dirección". Y la tienda debutar en el dial. Si bien recibió una propuesta para hacer radio, más relacionada con la música, aún no le llegó una que la tiente como para dedicarle tiempo.

El proyecto que hoy más la entusiasma es construir su casa en el terreno de Parque de Miramar: "Me ilusiona hacer bioconstrucción, una casa de barro. Quiero tener una casa que sea sana, que respire, y vivir acorde a lo que siento", dice Wolf.