Con base en La Nación/GDA
La polémica por la visita de Roger Waters continúa teniendo sus repercusiones. Cuatro días después de haber actuado en Montevideo, el músico se presentará esta noche en Buenos Aires, en el primero de los dos conciertos que tiene previsto en el estadio de River. Y el clima de tensión sigue.
En las últimas horas, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) presentó un amparo con una medida cautelar ante la Justicia para reclamar que sea suspendido el show debido “a sus expresiones y mensajes antisemitas durante su presentación en Montevideo, Uruguay, el viernes 17 de noviembre”.
“La DAIA repudia, condena y considera peligrosos los mensajes antisemitas que el exlíder de la banda Pink Floyd viene repitiendo en sus presentaciones públicas. Además de poner en duda la masacre terrorista cometida por Hamas el 7 de octubre, asegurando que fue un invento de Israel, durante el show en Uruguay insultó al presidente de la Comunidad Judía y acusó a Israel de asesinar al pueblo palestino”, indicó la organización en un comunicado.
La entidad acusó a Waters de “promover discursos de odio” y que “su conducta viola la Ley Antidiscriminatoria, una legislación valiosa que rige en la República Argentina”. El reclamo ocurrió luego de que Waters, en Montevideo y tras haber tenido problemas para alojarse en los hoteles de la ciudad, dijera a poco de haber comenzado el show en el Estadio Centenario, tal como informó El País: “Quiero decirle especiales buenas noches al señor Roby Schindler, quien es el líder de alguna organización israelí de aquí y me hizo prohibir en los hermosos hoteles de su ciudad. Así que Roby, púdrete”.
Schindler, presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, había enviado una carta al Sofitel luego de que se supiera que podría alojar a Waters con la intención, dijo, de concientizar sobre la figura del potencial huesped.
Esta es la quinta visita de Roger Waters a Argentina, ahora en el marco de la gira This Is Not a Drill. En todo el mundo proliferaron censuras a su frase en la que sentenciaba que “la población de Gaza tiene derecho a defenderse de las agresiones de Israel”, y acusaciones de antisemitismo.
La tensión escaló la semana pasada cuando el músico confirmó en una entrevista con Página/12 que en Montevideo y Buenos Aires le habían cancelado las reservas que tenía para todo su equipo, por estas acusaciones.
Según sus propias palabras a ese diario, iba a permanecer alojado en San Pablo y desde ahí viajaría a ambas ciudades para el momento de los conciertos. Un grupo de legisladores y organizaciones judías repudian su visita.
Finalmente, el show de Waters no se verá afectado, pero la Justicia argentina se pronunció y le ordenó al músico que se abstenga de realizar hechos o emitir expresiones antisemitas o discriminatorias.
Según informó la prensa argentina, una fiscal se instalará en River en las dos noches de show para ser testigo de si Waters viola o no la medida impuesta. Se desconoce, en caso de que haya una infracción esta noche, qué consecuencia recaerá sobre la presentación de mañana.
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