Redacción El País
Liam Payne tenía en su organismo sustancias como éxtasis, crack, ketamina y cocaína rosa al momento de morir, revelaron este lunes los primeros resultados de las pruebas de toxicología a las que se sometió su organismo, reportaron medios internacionales.

El excantante de One Direction falleció el pasado miércoles tras caer de un tercer piso en un hotel de Buenos Aires, donde estaba alojado. Personal del hotel había denunciado que temía por su vida, luego de verlo fuera de control y bajo el efecto de sustancias y alcohol.

Ahora, de acuerdo con el medio estadounidense TMZ, que citó fuentes policiales en Argentina en su noticia, las pruebas de toxicología revelaron además que había "cristal" en su sangre, versión de la metanfetamina.

Se había informado ya que la Policía había encontrado una botella de alcohol en la habitación del artista, así como medicamentos recetados contra la ansiedad.

La cocaína rosa es una mezcla de compuestos psicoactivos y puede no contener cocaína, a pesar de su nombre. Suele incluir psicoactivoas como la ketamina, el MDMA y la cafeína, entre varios otros.

Es un producto ilegal que se comercializa en forma de polvo o de pastillas y que sí es de color rosa, aunque no necesariamente.

Con un alto potencial adictivo sus efectos pueden durar entre cuatro y ocho horas y su uso constante puede generar ataques de pánico u ansiedad, depresión y alteraciones en el estadio emocional. Además, según la Organización de los Estados Americanos (OEA), puede causar alucinaciones, confusión y otros efectos físicos como cambios en la frecuencia cardíaca o la presión arterial.

Liam Payne falleció en la tarde del pasado 16 de octubre, por las heridas causadas por la caída de un balcón del hotel CasaSur de Palermo hacia un patio interno.

La muerte está bajo investigación y se intenta averiguar quién proveyó de drogas a Liam Payne, quien a lo largo de su vida lidió con las adicciones y la ideación suicida, y pasó por períodos de rehabilitación.

Su padre, Geoff Payne, viajó a Argentina para la repatriación de su cadáver al Reino Unido, un proceso que podría tardar entre 10 y 15 días.