La Nación/GDA
Se revelaron este jueves nuevos datos de la autopsia practicada en el cuerpo de Silvina Luna, fallecida el 31 de agosto luego de una larga internación en Buenos Aires. La información fue dada a conocer por América Noticias y asegura que se le encontraron granulomas en distintas partes del cuerpo, cuya formación podría estar directamente vinculada con el proceder de Aníbal Lotocki durante la cirugía estética a la que la actriz se sometió en 2012.
“Se encontró material en buena parte del cuerpo de Silvina Luna, a propósito de una migración que sufrió. La pericia final va a demorar varios meses, pero los médicos que practican las autopsias, los legistas, mientras van haciendo la autopsia del cuerpo, siempre van informando de lo que van observando. Y en este caso los ha sorprendido los granulomas que fueron encontrando en distintas partes del cuerpo y que no deberían estar”, develó el periodista especializado en temas policiales y judiciales Javier Díaz.
Y explicó: “Ellos lo que quieren saber, que es lo que pide la querella encabezada por Fernando Burlando, es si con lo que le hizo Aníbal Lotocki le provocó la muerte. Entonces, a instancias de eso, se hace la autopsia, para tratar de determinarlo”.
“Acá lo difícil, como en todos los casos de mala praxis, es establecer el famoso nexo causal. Vos podés detectar esos elementos y esas sustancias en el cuerpo de Silvina Luna, pero lo que resta ahora es comprobar si eso le causó los otros cuadros”, reforzó la conductora, Soledad Larghi.
Su compañero en la conducción del noticiero, Rolando Graña, sumó: “El problema es que estuvo mal encarado el tema de la mala praxis, porque no es que algo salió mal en un procedimiento médico reconocido como serio. Acá se le inyectó una sustancia que hace que el hecho esté más cercano al envenenamiento a largo plazo”.
“Gente vinculada a la investigación judicial me dijo que hay tantos casos similares que la situación de Lotocki es muy compleja. Si no es en esta causa, también está la de la muerte de Cristian Zárate y otras más vinculadas, además de la denuncia de Raphael Dufour, que ha pedido la detención por tentativa de homicidio”, explicó Díaz.
“Es una cuestión de sentido común. Yo entiendo que una persona de la Justicia puede decirnos que no es tan fácil, pero si tenés un montón de pacientes y a todos se les aplicó esa inyección, todos tuvieron problemas renales producto de la calcificación... Hay que ir directamente a ese punto porque no se pudo haber repetido el cuadro en tantos pacientes de manera casual”, reflexionó Larghi.
“Fíjense si será complejo lo que le inyectaba Lotocki a las víctimas, que todavía no se sabe qué es el material”, intervino Graña. Y Díaz completó: “Y eso es lo que se está analizando y lo que se ha volcado en el informe a propósito del juicio oral y público”.
“Cuando se sepa qué es y haya precisiones de cuál era la sustancia y cómo se metabolizó, ojo, porque ahí pueden darse cuenta que no era solo una sustancia autorizada por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica). Puede que sean otras cosas, que haya algún componente industrial. Más allá de que ese cemento de la prótesis no estaba indicado para usar en grandes cantidades y era caro. O sea que es otra cosa lo que hay”, analizó el conductor.
“Lotocki habla de metacril. Pero de haberle puesto ese metacril, es carísimo y no es lo que les cobró. Ahí entran estos biopolímeros, que se prohibieron por ley en Colombia, que puede ir desde aceite de avión, hasta silicona líquida, o lo que sea”, indicó Larghi.
“En el juicio oral y público en el que a él lo condenan a propósito de las lesiones, lo exceptúa el juez de una manera arbitraria, dicen algunos, de lo que también había denunciado Gabriela Tenchi: estafa. ¿Por qué estafa? Porque le hizo cosas que ella no sabía que él iba a ser. Es decir, Lotocki avanzó un poco más sin advertirle a la paciente, y además le mintió en algunas de las cosas que le hizo”, afirmó Díaz. Y agregó: “Pero atención con este tema, porque la Cámara tiene que revisar todo, y de revertirse esa decisión del juez, se agrava aún más la situación de Lotocki. Por lo que me dijeron hoy, por todas las causas que tiene, está más cerca de ir a Ezeiza o Marcos Paz que al country al que pretende ir”.
“Hay un axioma que sostiene que el cuerpo habla. Y el cuerpo de Silvina Luna empieza a hablar. Una de las cosas que los médicos que participaron de la autopsia le dijeron a la Justicia en esta etapa primaria es que hay una gran cantidad de material migrante disperso en el cuerpo; no en la cabeza, pero sí en los brazos, en los pechos, en los pectorales, en la zona de los glúteos, detrás de las rodillas, y una calcificación muy importante”, informó Díaz.
Los peritos agregaron que se observaron granulomas en la parte posterior de las rodillas, y eso les llamó la atención. El cadáver presentaba un color parduzco, como consecuencia de todo lo que había sufrido el cuerpo de Silvina Luna en vida. Eso puede ser también por el tipo de medicación que recibía”, agregó.
En ese momento, se sumó a la charla el doctor Rodrigo Salemi, que explicó: “El color puede tener que ver con el tiempo desde que se produce el fallecimiento hasta la autopsia. Otra de las posibilidades es el tiempo que transcurre en terapia intensiva, donde el paciente no tiene exposición a la luz solar y muchas veces la degradación propia del organismo, sobre todo con la medicación. Hay un detalle que no hay que pasar por alto: ella tenía una insuficiencia renal crónica, estaba en diálisis y eso también hace que las personas terminen con ese color”.
Siguiendo con los datos preliminares de la autopsia, Díaz indicó: “Se analizará la cantidad de metacrilato”. Y el médico agregó: “Recordemos que el material es un producto biodegradable, absorbible por el cuerpo. Entonces, en el caso de que se encontrara un material similar va a ser muy importante el análisis físico-químico y la microscopía electrónica para tratar de determinar a qué corresponden esas moléculas, porque metracrilato es, por ahora, entre paréntesis; no está certificado que sea justamente este producto”.
“Prácticamente, no tenía masa muscular ni en glúteos ni en las piernas”, sumó Díaz. Sobre este dato, Salemi indicó: “Recordemos que Silvina se sometió a una cirugía donde se le extrajo material, hasta el 70 por ciento, según dijo el doctor Cristian Pérez Latorre. Pero este material estaba inmerso dentro de lo que es el tejido celular, que es la grasa, el panículo adiposo, y el músculo. Entonces, también hay que resecar parte del tejido muscular. Obviamente, a esto lo agrava los 80 días que pasó en terapia intensiva, en los que no tuvo movilidad. Más allá de que la kinesiología intentó mejorar esa masa muscular, no se pudo lograr porque ella no podía moverse, porque tenía una polineuropatía”.
“Esa falta de musculatura dejaban en evidencia los granulomas que se veían a simple vista. Los médicos que estuvieron allí coincidieron en esta frase: ‘Las consecuencias en el organismo guardan relación directa con la actividad de Lotocki’. Eso es lo que le informan al juez”, agregó Díaz.