Redacción El País
La polémica lleva instalada varios días. Hay periodistas y versiones en redes sociales que se hacen eco de la teoría de que Luis Miguel no siempre se sube a los escenarios a ofrecer sus shows sino que en muchos casos utiliza a un imitador, y que es exactamente lo que habría ocurrido durante sus recitales en Buenos Aires. ¿Pero estas versiones tienen asidero?
Lo cierto, según pudo confirmar El País, es que al cantante mexicano lo acompañan varios imitadores durante su estadía en Buenos Aires. Estos están sujetos a un estricto contrato de confidencialidad hasta el 19 de agosto, cuando el músico abandone el suelo argentino. Este acuerdo incluye la prohibición de aparición en medios y elevadas multas en caso de inclumplirlo.
El sitio especializado TN Show complementa que el martes 1° de agosto estos imitadores ingresaron al Hotel Faena, el mismo en el que se hospeda Luis Miguel, acompañados del resto del staff del cantante. Una de las principales exigencias que tuvieron fue la de despojarse antes de sus artículos personales, en especial los teléfonos celulares.
El principal rol de estos dobles consiste en distraer a fanáticos y prensa mientras el verdadero artista se encuentra en otro sitio. No obstante, Andrés Rey, uno de los dobles, confesó tiempo atrás que la producción del astro mexicano le solicitó que lo cubra en el final del show que ofreció en San Luis (Argentina) en el año 2010.
"Hay un contrato de confidencialidad y mucho no puedo contar. Pero en San Luis hubo un episodio, y en otros lugares también… Se fueron armando distintos tipos de giras y, cuando había fallas de sonido o no estaba lo pactado, el artista suspendía los shows", relató para Cadena 3 en aquel entonces.
Según trascendió sobre aquel show en particular, Luis Miguel estaba disconforme con la parte técnica y decidió abandonarlo a los 40 minutos, cuando fue reemplazado por Andrés Rey.
Por su parte, el periodista Luis Ventura asegura que algo así ocurrió durante el primer show de Luis Miguel en la gira que se encuentra haciendo por Argentina. "Los oídos son distintos. Las entradas eran mucho más prominentes, el que salió el otro día tenía un buen jopo", enumeró para argumentar que quien se subió al escenario no era el verdadero cantante sino un impostor.