COLUMNA FARANDULERA

fabiola bouvier

No se qué se hizo, pero quedó irreconocible, me dijo mi amiga apenas atendí el teléfono.

Bueno, vamos por partes y empezá diciéndome quién está “irreconocible”.

La Demi Moore, me dijo Irene sin esperar a que terminara de hablar. Me acuerdo que siempre fue una mujer muy atractiva, no tan buena actriz, pero muy carismática y bella, dijo Irene.

Sí, la verdad que lo que se dice la gran actriz no es, pero ha tenido papeles que le permitieron mostrar que, además de preciosa, no es tan mala. Me acuerdo que dijeron las malas lenguas que se había operado cuando hizo Streaptease para que todo esté en su lugar, y cuando fue la mala en Los ángeles de Charlie, estaba más linda que las protagonistas, y eso que les llevaba un par de décadas de diferencia. Igual, no me decis por qué está tan distinta.

Es que el otro día parece que cumplió uno de sus sueños y desfiló en una pasarela de la moda.

Ah, con esta pandemia yo no me animo ni a salir a la feria y la señora se anima a viajar por el mundo para andar desfilando.

Igual, lo interesante no es que desfiló, sino que mostró su nuevo rostro. Se levantó los pómulos, se estiró y, la verdad, parece otra persona.

Bueno, es lo que tienen las actrices. Tienen que reinventarse para cada papel, dije defendiéndola.

Querida, me dijo Irene, no entiendo por qué tiene que estirarse toda para no quedar en el olvido, cuando el talento tendría que ser lo necesario.

Por eso mismo amiga, le dije a Irene.