Redacción El País.
La polémica por la libertad de expresión se instaló en el Teatro Solís y por añadidura en la Intendencia de Montevideo luego de que el artista Claudio Rama denunciara un caso de "censura" con lo sucedido con su muestra "Vidas encajonadas", que preparaba para esa sala teatral montevideana. La directora del Solís, Malena Muyala, le pidió adaptar los textos a "lenguaje inclusivo".
Ahora se sumó una voz en la contienda. La directora de Cultura de la Intendencia de Montevideo, María Inés Obaldía, evitó entrar en detalles del asunto pero comentó a los medios: “Todavía no nos vamos a expresar al respecto. Por supuesto, la Intendencia no censura”.
Consultada específicamente sobre al artista "lo obligaban" a cambiar los textos de su obra, ella respondió: "Las comillas de obligaban están bien puestas". Así dio por buena la versión oficial de que Rama había recibido una sugerencia (al menos) de modificación de sus textos.
La directora del Solís, Malena Muyala, ya lo había reconocido en diálogo con La Diaria. "Lamentamos que la posibilidad de incorporar a los textos de la obra una perspectiva inclusiva le haya generado una situación de tensión e incomodidad", expresó.
Rama emitió una declaración en respuesta a los comentarios de Obaldía. "Sí hubo censura y se constata que existe una policía del pensamiento en la intendencia", asegura el artista, economista y especialista en asuntos de educación.
"La solicitud de "actualización de los textos de la propuesta artística" por parte de la Dirección del Teatro Solís, constituye un acto de censura claro y liso. La ley no habilita a que desde el ámbito público se me imponga la necesidad de ajustarme a "una perspectiva inclusive, tanto en el lenguaje oral, escrito y visual", como se me comunicó", añade Rama.
"Pero incluso es más grave aún la situación dado el aval que ayer realizó la Directora del Cultura, María Inés Obaldía, como funcionaria política en tanto autoridad municipal de la IMM, ya que indirectamente reconoce que se pretendía modificar mi libertad de creación. Ahora es claro que no fue un lapsus u error de Muyala, sino que existe una política expresa de control de las ideas y que muestra la existencia de una Policía del Pensamiento que evalúa y censura la creación y pretende que ella se ajuste a sus criterios, en este caso los del lenguaje inclusivo", expresa luego el artista.
Tras citar el artículo 29 de la Constitución, que asegura la libertad de expresión "sin censura previa", Rama niega que las autoridades del Teatro Solís le hayan "sugerido", sino que era una condición para que la muestra se mantenga, según lo previsto, a inaugurar en el mes de noviembre.
"Hoy en muchos lugares controlados por algunos espacios de poder como en la IMM hay miedo de hablar en lenguaje español y no en un lenguaje inclusivo que sin basamento se está tratando de imponer. Hoy en Uruguay en muchos en lugares controlados políticamente y sin libertad las personas están asustadas de cometer un error verbal que los lleve a una condena de la nueva Inquisición y de la nueva Policía del Pensamiento que se está introduciendo en el país", concluye Rama.
El artista inició un recurso ante el Instituto de Derechos Humanos y además, en carta a la intendenta Carolina Cosse, solicitó la remoción de Malena Muyala.