La Nación/GDA
Silvina Luna falleció este jueves a los 43 años tras pasar 79 días internada en el Hospital Italiano de Buenos Aires. La argentina atravesaba un delicado estado de salud y se encontraba en terapia intensiva.
Todo inició en 2011, cuando se realizó una cirugía estética con Aníbal Lotocki, el cual derivaría en un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal. Años más tarde, en 2014, fue entrevistada por Susana Giménez y habló de las complicaciones que se empezaban a hacer visibles en su cuerpo.
Durante la entrevista con Giménez, Luna reflexionó sobre cómo las exigencias del ambiente artístico la llevaron a tomar la decisión de operarse. "Antes trabajaba más poniendo el cuerpo en campañas publicitarias, en ropa interior. Quizás eso me llevó (a operarme) porque el medio tiene cierta exigencia y hay productores que te dicen: ‘¿por qué no te operás la nariz?’ o ‘estás gordita, tendrías que bajar de peso ¿por qué no te hacés una lipo?’. Hay que hablar de estas cosas, el medio es muy exigente y uno tiene que estar bien del bocho, bien tratada y segura para no caer en eso", aseguró.
En ese sentido, habló de su experiencia: “Yo hace tres o cuatro años, por querer abarcar todo, por querer mejorar algo, decidí ir a ver un médico. Confié en la palabra de un profesional. Era algo chiquito, parecía algo fácil, algo que no iba a tener ningún tipo de riesgo. Eso fue en el 2011, en 2010 me hice estudios en la clínica Favaloro y tenía mi salud impecable, tenía el calcio perfecto y mis riñones sin piedritas. No había ningún problema ni enfermedad hereditaria como se dice", explicó.
Te dicen ‘Estás gordita, ¿por qué no te hacés una lipo?’”: el día que Silvina Luna habló con Susana Giménez de las presiones sobre su cuerpo
— NAZA TV🐐 (@PiccardoNicolas) July 4, 2023
La modelo, que se encuentra internada en terapia intensiva, se había referido a sus problemas de salud en una charla con la diva. pic.twitter.com/DRtyhaAmr9
Sin embargo, todo cambió radicalmente en 2013 cuando se realizó un estudio de rutina que le dio como resultado una hipercalcemia, es decir, exceso de calcio en sangre, algo que le generó una leve insuficiencia renal en aquel momento. "Me empiezan a investigar y me entero de que en el Hospital Italiano había cuatro casos de chicas que se habían inyectado sustancias de relleno con lo mismo. También con hipercalcemia y con problemas en los riñones y algunas hasta con problemas mayores, incluso una estaba en diálisis. Caí al Hospital Italiano con el equipo de nefrología, que les agradezco muchísimo por mi internación de estos días y por cómo me han ayudado, y ellos me contaron sobre estos casos y empezamos a hacer un tratamiento básicamente para bajar ese calcio", manifestó.
Resignada, acotó: “Eso no se puede sacar y no hay que ponerse nada que sea para siempre. La mayoría de las chicas cuando llegan a la consulta con el cirujano, me pasó a mí que como una ya está decidida, por ahí no pregunta tanto. Hay que consultar, ir a ver no solo un médico, sino dos o tres que te digan que no, que sí, que esto se puede, que esto no está permitido”. Por último, dejó un importante mensaje: “Que las madres acompañen a sus hijas. Obviamente que uno no se va a exponer a eso si sabe que va a correr un mínimo de que tu salud se ponga en juego”.