La Nación/GDA
Susana Giménez transcurrió gran parte de su vida de manera pública. Ante los ojos de millones de personas de todo el continente. Casi todo se conoce sobre ella. Momentos felices y de los otros, récords artísticos y escándalos. La gran diva argentina celebró sus 80 años siendo uno de los íconos de la industria del entretenimiento del Río de la Plata.
Sin embargo, algunos datos sobre su privacidad y también sobre carrera han sido poco difundidos o directamente han estado vedados para la opinión pública. Aquí van 80 curiosidades de una mujer que se inventó a sí misma.
Una niña con mundo propio
1. María Susana Giménez Aubert nació el 29 de enero de 1944 en un sanatorio, hoy inexistente, que estaba ubicado en Juncal y Uriburu.
2. Su abuelo Alberto la llevaba al cine diariamente; fue la semilla que germinó en ella la pasión por el espectáculo.
3. En su casa, luego de presenciar aquellas funciones de cine, jugaba en solitario a imitar a Rita Hayworth o Marilyn Monroe, las estrellas de Hollywood que admiraba.
4. Parte de sus estudios primarios -entre sus siete y diez años- los recibió como pupila en el Quilmes High School. En ese tiempo, contrajo serios problemas bronquiales dado que el clima, por la cercanía del colegio con el Río de la Plata, resultaba muy perjudicial para su salud.
5. En aquel colegio, en el que estaba pupila, se levantaba por las noches, se ponía la funda de la almohada como vestido y cantaba simulando ser una gran estrella.
6. En Barrio Norte, a los doce, recibió su primer beso, de parte de un vecino de trece. Al año siguiente, su familia se mudó a Martínez, donde terminó sus estudios en el colegio San Isidro Labrador y nunca más volvió a ver a ese jovencito.
7. Desde muy chica buscó ser una mujer emancipada económicamente, impulsada por ver a su madre, muy infeliz en su matrimonio, pero imposibilitada de separarse por la dependencia económica con su esposo. Por eso, cuando aún era una adolescente, Susana dio clases de inglés y sus honorarios los invertía en comprarse los libros de la colección Robin Hood.
8. En Rond Point, el icónico bar de Barrio Parque conoció a Mario J. Sarrabayrouse, su primer marido.
9. Susana se casó a los diecisiete años con Sarrabayrouse, padre de su hija Mercedes. El matrimonio, que se concretó en la iglesia San Martín de Tours, duró poco. Una tarde, en el que la pareja discutía acaloradamente, Susana descubrió a su hija parada en su cuna y llorando ante los gritos de sus padres. En ese momento, la entonces modelo decidió separarse: no quería repetir el cuadro familiar que había vivido en su niñez y adolescencia.
10. Cuando cumplió 18 años, sus padres se separaron, lo cual fue un gran alivio para ella. “Cuando era chica, me armaba mi mundo y, de esa forma, me escapaba de los problemas de mi familia”.
11. Augusto Adolfo Giménez Aubert, su padre, fue presidente de la marca Odol, pero también tuvo su propia industria, dedicada a la fábrica de jabones.
12. El padre de Susana era muy recto, rigurosidad que había adquirido por educarse en un colegio inglés. Su formación lo convirtió en un hombre distante, al punto tal que su hija alguna vez confesó: “Jamás me dio un beso, yo le tenía miedo y respeto”.
13. Uno de los grandes dolores de Susana fue observar el sufrimiento de su madre Lucy por tener que cuidar a un hijo con problemas psiquiátricos. El joven, llamado Jorge, que estuvo internado en el hospital Borda y visitado periódicamente por la mujer, terminó con su vida los 50 años. Su cuadro de esquizofrenia se desató mientras cumplía con el Servicio Militar Obligatorio.
14. Públicamente no se sabía de la existencia del hermano de Susana, quien era un año menor que ella, hasta que Lucho Avilés le pidió a Jorge Rial, entonces panelista del ciclo Indiscreciones, que montara guardia en el centro de salud. Años más tarde, el propio Rial confesaría que se sentía arrepentido por haberlo hecho.
15. El primer departamento que pudo alquilar fue un dos ambientes de pocos metros cuadrados ubicado en Mansilla y Laprida.
El “¡Shock!” que cambió su vida
16. Uno de los peores momentos de su vida se dio cuando se separó de su primer marido. Ya siendo madre de una niña muy pequeña, Susana se encontró sola. Su padre había quebrado, su madre se había radicado en Mar del Plata y su hermano Jorge estaba internado en un centro de salud mental. Para sobrevivir, Susana se mudó a la casa de una íntima amiga de su madre, a quien ella llamaba “tía”.
17. A los 19 años, una vidente le dijo que sería la mujer más famosa de la Argentina. En ese entonces, trabajaba como secretaria en la empresa de su padre y no estaba en sus planes dedicarse el mundo del espectáculo. Sin embargo, todo lo que le auguró aquella mujer se cumplió.
18. Admiraba mucho a la modelo Claudia Sánchez y el mundo que ella representaba. Buscando salir de una vida con muchos apremios económicos y para poder darle algunas comodidades a su hija, se vinculó con el mundo de la publicidad. Se sacó fotos y se las llevó a un amigo publicista de su padre. Fue el exitoso puntapié inicial.
19. En esos tiempos de soledad, debía pagar el alquiler de un departamento amueblado porque “no tenía ni para comprar los muebles”. Alguna vez, el lechero tocó su timbre buscando cobrar una deuda abultada. Susana hizo silencio y no lo atendió. “No tenía ni para la leche de mi hija”.
20. Su primer auto fue un Fiat 600. Aún era modelo y allí guardaba los vestidos con los que llegaba a los desfiles. Casi siempre, antes pasaba a buscar a su amiga y colega Teté Coustarot.
21. Susana conoció a Héctor Cavallero cuando le llevó un book de fotos a su agencia de publicidad. Fue un flechazo que derivó en una pareja de ocho años. Si bien el vínculo no terminó mal, nunca más se relacionaron.
22. La primera vez que cobró un sueldo artístico fue como modelo de trajes de baño para una breve escena que se difundía en el noticiero cinematográfico Sucesos Argentinos. Se rodó en Olivos en invierno, Susana pasó mucho frío, pero le pagaron muy bien. “Iba al cine todos los días para verme”, confesó.
23. Cuando logró su primer papel en cine, casi un rol de extra donde sólo decía una frase, su cachet fue de diez mil pesos, dinero que utilizó en su totalidad para comprarse el vestido con el que rodó la escena. “Siempre invertí en mí”.
24. En 1969, rodó la publicidad del jabón Cadum, esa en la que giraba a cámara y decía “¡Shock!”. El aviso catapultó a la joven modelo a una fama inusitada. Aún hoy se recuerda aquella promoción que fue rodada en Tres Cascadas, cerca de Ascochinga, provincia de Córdoba.
25. El aviso del jabón Cadum lo grabó en pleno invierno y en un día de lluvia. Susana les pedía a los productores que no le hicieran repetir las tomas, dado el frío imperante. Así fue. Su primer “Shock” fue tan bueno, que no hubo necesidad de hacerlo de nuevo.
26. Cuando salió el aviso del jabón, se tuvieron que frenar las ventas, porque, dada la demanda, no daban abasto con la producción en serie.
27. Durante la década del setenta, una publicidad de gaseosas también la tuvo como protagonista. Lo que nadie recuerda es que fue dirigido por el eximio Michael Cimino.
28. Susana no tuvo más hijos porque prefirió dedicarse a su carrera y a construir la seguridad económica para ella y para su hija Mercedes. “La seguridad te da libertad”.
Descubrir el teatro
29. Luego del suceso de Las mariposas son libres, que protagonizó con Rodolfo Bebán y significó su ingreso al teatro, firmó un contrato con Carlos A. Petit, pero sin haber leído el texto de la obra que le produciría el famoso empresario. Se trató de Oro y paja, comedia que protagonizó con Claudio García Satur. La dupla era explosiva, pero Susana siempre recuerda que “había más gente esperándonos en la puerta que los que compraban las entradas para ver la función; era una obra malísima”.
30. No fue mujer de haber protagonizado demasiados desnudos. El primero, fue para el coñac Tres Plumas, donde se veía parte de su busto y de su cola.
31. En 1974, y en el escenario del Astros, debutó como vedette, un rol que le sirvió para acumular fama y fortuna, pero en el que no se sentía del todo cómoda. Aquel primer espectáculo fue La revista de oro, y estaba acompañada por Jorge Porcel y la vedette Nélida Roca.
Una película y una pasión
32. Susana no se habló con el director Daniel Tinayre durante gran parte del rodaje del film La Mary, dado que el realizador le pidió que saliera a cara lavada, algo que no le cayó bien a la actriz, pero que después reconoció que había sido una gran decisión. Antes de elegir a Carlos Monzón -por iniciativa de Tinayre- se había pensado en el actor italiano Terence Hill, pero la estrella internacional solicitó un cachet impagable para el presupuesto que manejaba esta producción motorizada por Tinayre, Susana y su pareja de entonces, Héctor Cavallero.
33. La voz con la que fue doblado Carlos Monzón en La Mary era la de Luis Medina Castro.
34. Mito derribado. Es falso que, cuando el director Daniel Tinayre, marcaba la orden de “corte” en las escenas de sexo del film La Mary, Susana y Carlos Monzón continuaban apasionadamente con la toma. Con todo, aquella película marcó el flechazo entre ambos.
35. En la década del setenta, no sólo fue uno de los grandes amores de Monzón, sino la mujer que le inculcó algunas costumbres. Alguna vez, la diva reconoció que, para instruirlo, le acercaba libros y hasta que le había enseñado a manipular correctamente los cubiertos.
36. Susana habría sufrido un solo hecho de violencia física de parte de Monzón. La repudiable situación habría ocurrido en un hotel de Roma y fue el motivo por el que decidió separarse.
37. “Dejé a Carlos (Monzón) por una cuestión de supervivencia”, confesó alguna vez. Cuando aconteció el asesinato de Alicia Muñiz, la diva, tiempo después, manifestó: “Yo podría haber sido Alicia”.
38. En tiempos donde era la mujer de Monzón, Susana habría tenido un encuentro furtivo con Cacho Castaña, pero que terminó abruptamente cuando ambos divisaron el vehículo que traía de regreso al boxeador a la casa que compartía con la entonces vedette. Para evitar un escándalo y una pelea de puños, el cantante se habría escondido en el baúl de un auto y, de esa forma, habría podido abandonar la vivienda sin ser descubierto por el pugilista.
39. La primera entrevista que le hicieron a Susana Giménez, se la realizó Víctor Sueiro. Paradojas del destino, ella fue quien entrevistó al periodista por última vez, poco tiempo antes de que falleciera.
40. Cuando protagonizó la película Mi novia, él… no entendía por qué le habían censurado la palabra “travesti” al título. Eran tiempos de la dictadura militar y esos eran vocablos prohibidos.
41. Su primer viaje a Europa se lo pagó una revista de actualidad para realizar una tapa temática en torno a la cultura hippie, cuya producción se llevó a cabo en Picadilly Circus, en el corazón de Londres. La troupe estaba integrada también por el modelo Ante Garmaz y los periodistas Víctor Sueiro y Mario Mactas.
42. De joven, lucía un color de pelo rojizo, pero, filmando una película en Venezuela, junto a Alberto Olmedo y Jorge Porcel, la peluquera que la atendía en aquel país se confundió con el tono del teñido y la transformó en rubia. A partir de ahí, comenzó a lucir el típico color que la identifica.
43. El primer premio Martín Fierro de su vida lo ganó en el rubro “Revelación” y fue gracias a su trabajo en el programa Matrimonios y algo más.
Su primer musical
44. El 14 de agosto de 1983, en el teatro Maipo, se estrenó La mujer del año, la obra que la apartó del teatro de revista y se convirtió en la bisagra teatral de su carrera.
45. Un par de años previos al estreno de La mujer del año, Susana ya noviaba con Ricardo Darín, conformando la “pareja del momento”. Alguna vez, el actor le preguntó a su mujer Florencia Bas que sucedería con sus hijos en caso que ellos no estuvieran. Bas rápidamente le despejó la duda: “Está Susana”.
46. En el teatro Maipo un técnico se suicidó ahorcándose en la terraza. En ese momento, se desarrollaba la función de La mujer del año. Si Susana se enteraba de la noticia, iba a decidir suspender la velada, así que se lo contaron luego del saludo final. Quedó muy impactada por el hecho ya que apreciaba mucho a ese hombre de apellido Cáceres. Se dice que su fantasma hoy merodea por la sala que fuera remozada por Lino Patalano.
Un programa y un saludo, ¡Hola Susana!47. En 1987, cuando debutó en televisión con su show, también protagonizaba el musical teatral La mujer del año. Dada la exigencia de las dos actividades, la diva notaba que solía quedarse afónica. En ese momento, decidió dejar de fumar buscando mejorar su rendimiento.
48. Rita Hayworth era la estrella preferida de su madre y Susana, por traslación, heredó esa admiración, al punto tal de tener siempre una foto de la actriz norteamericana en el portarretratos que enmarca su escritorio televisivo. Luego de cada programa, la conductora llamaba a su madre para que le diera su opinión sobre el mismo. “Lucy” fue una figura insoslayable en su vida.
49. Susana no suele ver su programa. “Tengo miedo a no gustarme”, le dijo al periodista Jaime Bayly.
50. Susana y Mirtha enfrentadas. Fue a comienzos de la década del noventa cuando Susana Giménez mudó ¡Hola Susana! de Canal 9 Libertad a Telefe. El canal comandado por Gustavo Yankelevich la ubicó a las 14 horas para desafiar a Almorzando con Mirtha Legrand, que salía por la señal dirigida por Alejandro Romay. El 24 de diciembre de 1992 realizaron un dúplex memorable.
51. En pleno éxito de su programa, Susana se convirtió en abuela de Lucía y Manuel. La conductora sintió que ese mote la avejentaba. En la intimidad, sus nietos tenían prohibido llamarla de ese modo y debían decirle “Kika”, mientras que ella se refería a los niños como “los chicos de mi chica”.
52. A lo largo de más de 35 años, fueron muy pocas las oportunidades en las que faltó a su programa. En 1996, ante el fallecimiento de “Lucy”, su madre, la diva se ausentó una semana para poder volver a enfrentar las cámaras.
53. Símbolo de amistad. La única vez que Tita Merello y Malvina Pastorino -los grandes amores del actor Luis Sandrini- mantuvieron una charla pública se dio en el programa de Susana.
54. Pelusa Monzón, quien fuera la esposa de Carlos Monzón y madre de varios de sus hijos, visitó el set de Susana Giménez. Pocos recuerdan este encuentro que fue cordial. “Perdón, Pelusa, nunca quise hacerte sufrir”, le dijo la estrella en aquel programa incunable de 2005.
55. Mantiene una amistad con Liza Minnelli, a quien la ve como una mujer desprotegida. Desde el primer día que se vieron ambas lograron una gran empatía.
56. Madonna es una invitada imposible. Nunca logró tenerla en su show.
57. Cuando Sofía Loren visitó su programa, previo a salir al aire, Susana se acercó a su camarín para saludarla. La estrella italiana le confesó que se sentía muy nerviosa, al punto tal de no haber podido dormir. Susana tuvo que calmarla como si se tratara de una principiante.
58. Su boda con Huberto Roviralta requirió de una gran cobertura periodística. La ceremonia en el Registro Civil de la calle Uruguay congregó a tanto público que debió interrumpirse el tránsito.
Susana Giménez, a punto de dar el sí en el Registro Civil, ante la atenta mirada de su novio, Huberto Roviralta y de Graciela Borges, testigo del enlaceCaptura Canal 9
59. No fue un cenicero. Siempre se dijo que la diva le había arrojado un cenicero a su marido Huberto Roviralta, en medio de una sonada discusión que pudo ser escuchada por las cámaras de tv. En realidad, lo que la estrella le habría arrojado habría sido una caja de madera que encontró en una mesa ratona de su living.
60. Luego de la escandalosa separación de Huberto Roviralta, Susana vio personalmente a su ex en una sola oportunidad y fue nada menos que en su programa de televisión. En el primer programa de la temporada 2005, el polista se sentó en la platea del programa. Su presencia fue la comidilla de “La abuela”, el personaje de Antonio Gasalla.
61. Al momento del divorcio, Susana Giménez habría desembolsado diez millones y medio de dólares, cifra que la Justicia estipuló que le correspondían a su esposo Huberto Roviralta. “Tendría que haber hecho juicio, que me embargaran, pero la paz no tiene precio, preferí pagar”, confesó alguna vez.
62. Cuando recibió en su programa a Pata Villanueva -integrante del elenco de la obra Extinguidas- no dudó en reclamarle un entuerto amoroso. “Prescribió”, le dijo la exmujer del futbolista Alberto Tarantini y siguieron conversando sin más pases de factura. Pata habría tenido un affaire con Carlos Monzón, cuando el boxeador salía con Susana.
Opinar, pero lejos de la política
63. Susana se definió como “evitista”, por su admiración hacia Eva Perón.
64. Con Carlos Saúl Menem trabó amistad en tiempos en los que ella era vedette y él se desempeñaba como gobernador de La Rioja.
Susana Giménez recibió a Carlos Menem en el living de su programa en varias ocasionesÇLucio Solari
65. Durante la presidencia de Néstor Kirchner, intentó tener de invitada a Cristina Kirchner, pero la primera dama nunca aceptó la invitación.
66. En diversas gestiones y desde los más variados matices del arco político, le han ofrecido integrar listas y ocupar cargos, pero siempre se negó.
67. Susana suele recibir una cantidad enorme de cartas con pedidos de ayuda, ya sean bienes materiales, medicamentos, tratamientos médicos y hasta trabajo. La diva responde a muchos de esos pedidos y, en no pocas ocasiones, envió a su chofer y a su secretaria a algún barrio humilde para entregar desde un lavarropas hasta una bicicleta.
68. Su tarea solidaria la realiza con gran hermetismo y poco se sabe de la enorme ayuda que realiza a hospitales del interior del país.
69. Mantiene un gran vínculo con Carolina y Patricio, hermanos por parte de padre.
Vida de diva
70. Yellow Rose, la mansión que construyó su pareja de entonces, Jorge “Corcho” Rodríguez, en 1998, fue un homenaje a aquellos ramos con decenas de rosas amarillas que el empresario le regalaba periódicamente. Desde el cuarto principal, la estrella podía divisar el campo y su baño privado era imitación al de que poseía la casa que, en ese momento, poseía en Miami.
71. En su chacra La Mary, ubicada en Rincón de lndio, en Punta del Este, está afincada desde hace varios años; esto la habría llevado a tomar la decisión de vender su mansión en Venetian Island, en la bahía de Biscayne, en Miami.
72. Cuando inauguró su chacra La Mary se dijo que una de las suites estaba acondicionada solo para ser ocupada por su gran amiga Mirtha Legrand.
73. Se considera fanática de la limpieza y siempre dice que los baños de sus casas son como quirófanos.
74. Nueva York es su ciudad preferida porque siente que la “energiza”.
75. Susana reconoció entre sus íntimos que escribiría sus memorias, pero contándolo “todo”. Reniega de biografías edulcoradas. “No me gustan las actrices que cuentan que fueron mujeres de un solo hombre y saben cocinar, eso me aburre”.
76. Más de una vez, confesó que no le gustaría llegar a la edad de Mirtha Legrand y seguir trabajando. El sueño de Susana es comprarse un gran campo y atravesar su vejez rodeada de animales. “Sin importarme si engordo y vestida con la túnica de Demis Roussos”.
77. Suele dormirse a las cinco de la mañana, luego de mirar películas y series y de divertirse con los casinos online.
78. Siempre fue fiel a su equipo. Durante años, su maquillador fue Juan Carlos López y su peluquero Miguel Romano. Aún hoy la acompaña la asesora de vestuario Marcela Amado y sus asistentes y amigas de varias décadas Inés Hernández y Dolores Mayol.
79. Los sueños no cumplidos en su profesión, fueron no haber protagonizado una obra de teatro dramática, rodado una película en Hollywood y haber sido convocada por Pedro Almodóvar.
80. Susana suele despertar al mediodía, ya que le cuesta conciliar el sueño, algo que logra siempre al amanecer. Darles de comer a sus peces carpa y hacer petit point son sus pasatiempos favoritos cuando no la apremian las urgencias de la agenda laboral. También es una gran lectora de novelas de ficción, afición a la que se dedica en los atardeceres de Punta del Este.