Redacción El País
En la previa de su regreso a la televisión, Susana Giménez visitó el canal de streaming Olga y repasó varios momentos de su carrera. Confirmó que su emblemático programa no se estrenará este domingo debido a una cadena nacional que brindará esa noche el presidente argentino Javier Milei. Además, adelantó cómo será su segmento de humor junto a Caro Pardíaco, el personaje interpretado por Julián Kartun.

Sobre la postergación de su vuelta a la televisión, la diva reveló que la hermana del presidente argentino, Karina Milei, llamó a su productor para pedirle disculpas por el cambio. "Habló con él y nos pidió perdón en nombre del presidente. Dijo: 'ustedes van a debutar y hay cadena nacional por el presupuesto anual’. Va a ser largo...'", contó Giménez. "Está bueno, la gente un domingo a la noche está en la casa y lo escucha tranquilo. Por algo será", justificó y aclaró que el estreno será el domingo 22 de setiembre a las 22.00.

En un momento de la entrevista, Damián Betular, uno de los conductores, le propuso un insólito juego a su invitada. “Hace 26 años le revoleaste a alguien...", dijo el exjurado de Masterchef Celebrity: Argentina. La diva lo interrumpió y bromeó: “¿A quién querés que se lo revolee ahora?". Enseguida, le mostró una diana de dardos con la foto de su exesposo, el polista Huberto Roviralta.

"Ay, a ese estúpido no lo quiero ni ver. Ni la foto, tapale la cara”, lanzó. Entonces, Betular le revoleó un cenicero al objetivo. "Me da rabia", admitió Giménez. "No sé, me parece que es darle bola", agregó aunque enseguida se sumó al desafío.

Entonces, ambos comenzaron a arrojar los objetos para recrear el escandaloso incidente que definió la separación de Giménez y Roviralta. Al ver que se desviaban apenas los lanzaban, Betular reclamó: "Los ceniceros tienen que ser de cristal, ¿no era de cristal?”. De inmediato, Susana admitió: “No, era una caja, yo mentí”. La confesión tomó a todos por sorpresa, porque durante años se creyó que el objeto que le arrojó a su exmarido era un cenicero de cristal.

Giménez y Roviralta se casaron en una lujosa boda en 1988. El matrimonio con el polista terminó en 1998 con una escandalosa separación que incluyó un pago por 10 millones de dólares a su expareja y una escena de violencia. "Huberto me empujó, trató de agredirme y yo me defendí. Le tiré con un cenicero”, comentó a la prensa en ese entonces.