Redacción El País
Este domingo, durante la 96 edición de los Premios Oscar, Ryan Gosling hizo una de las mejores presentaciones de la gala. Nominado en la categoría de mejor actor de reparto, el intérprete canadiense se enfundó de nuevo el traje de Ken de Barbie para interpretar "I'm Just Ken", y recibió una de las mayores ovaciones, con todo el auditorio puesto en pie.

"I'm Just Ken" es uno de las dos temas de la película Barbie que competían por el Oscar, que finalmente fue para "What Was I Made For?", interpretada por Billie Eilish y Finneas O'Connell, que ya se había hecho esta temporada con el Grammy a mejor canción escrita para medios audiovisuales.

Gosling comenzó cantando desde las butacas, sentado detrás de su compañera de película, Margot Robbie. Vestido con un traje rosa adornado con pedrería, guantes rosas y lentes de sol, el actor estuvo acompañado por un numeroso cuerpo de baile y músicos, entre ellos Slash, el guitarrista de Guns N’ Roses. Enseguida la gala adquirió el aura de un karaoke nocturno mientras Greta Gerwig, directora de Barbie, y America Ferrera y Emma Stone cantaban al micrófono junto a Gosling.

Mark Ronson, autor de "I'm Just Ken" junto con Andrew Wyatt, había afirmado a la revista Variety que era su sueño que Gosling la interpretara en directo en la ceremonia, y que si él se negaba no veía factible que se mantuviera esa actuación con otro cantante.

Así, el intérprete no sólo cumplió el deseo de Ronson, sino que impresionó por la performance que entregó arriba del escenario, y se volvió tendencia en las redes. Pero lo que muchos no saben es que la carrera del hoy premiado actor empezó como bailarín y presentador al lado de estrellas como Justin Timberlake, Britney Spears y Christina Aguilera en el programa infantil El club de Mickey Mouse, que estuvo al aire a principios de los noventa.

Foto: Archivo

Con tan solo 12 años, Gosling ya se destacaba por su carisma y dominio escénico. La danza siempre fue una pasión, sin embargo, los estrictos roles de género impidieron que el actor se sintiera cómodo practicando danza clásica.

En una entrevista a The Red Bulletin, habló de su relación con el ballet: "Lo he practicado, pero nunca me sentí cómodo con ello. Fue una lucha personal. Tuve la opción de hacer ballet cuando era un niño, pero pensaba que era demasiado femenino. Así que no invertí mucho tiempo en ello. Pero ojalá lo hubiese hecho, porque resulta muy beneficioso para la vida”, comentó.

Hoy, a pesar de haber apostado por su carrera interpretativa, el canadiense, que también participó de diversos programas de canto en la infancia, sigue nutriendo su relación con la música: tiene su propia banda de rock, como tantas otras estrellas de Hollywood. Se llama Dead Man's Bones y, de momento, ha lanzado un disco homónimo con ella, en 2009.