Redacción El País
"Chau Uruguay, ahora sí empieza el viaje, empieza la aventura. Completamente emocionada, ansiosa, nerviosa y feliz", escribió Verónica Piñeyrúa en su feed de Instagram el pasado 19 de mayo, minutos antes de subirse a un avión que la llevaría hasta Hamburgo, ciudad en la que se quedará hasta mediados de julio.

Vero es profesora de Educación Física en el Colegio Alemán, hace un tiempo que estudia el idioma y evaluaba la posibilidad de irse para poder perfeccionarlo o hacer una pasantía. El año pasado, finalmente, decidió dar el paso ya que se le presentó una posibilidad que no podía dejar pasar.

"Hace años que quiero hacer una pasantía o tener la oportunidad de venirme a aprender el idioma y ver cómo trabajan en las escuelas. La exdirectora del Colegio Alemán se volvió a Alemania, es directora de una escuela pública de acá, hablé con ella y me abrió las puertas para que pudiera venir a su escuela y hacer una pasantía", cuenta en diálogo con TV Show desde Hamburgo.

Por estos días alquila un cuarto con baño privado en un apartamento, y comparte el comedor y cocina con dos personas más.

Madruga para poder estar a las ocho de la mañana en la escuela, donde se queda hasta las 13.00 presenciando distintas asignaturas y clases.

"Soy como una practicante, en algunas clases me involucro más, en otras observo más de afuera. La idea de esto es poder ver cómo trabajan, aprender, observar diferencias. Es una experiencia espectacular", resume.

Comparte con distintos grupos de niños y docentes y algunos ya la conocen: "Estoy con los maestros, tengo recreos donde trato de charlar lo que puedo, porque a pesar de que estoy aprendiendo en Uruguay, el idioma es muy difícil", comenta quien se la rebusca usando mucho el traductor de Google.

A la tarde aprovecha para salir a pasear, recorrer el centro y conocer la ciudad. Los fines de semana se hace alguna escapada mayor: anduvo por Berlín donde disfrutó de una fan fest aprovechando que se juega la Euro Copa, Ámsterdam y Luneburgo, un pueblito alemán.

Los alemanes, cuenta, la recibieron espectacular: "Son todos divinos, muy simpáticos. Muy pocos saben español". Y eso es una complicación, ya que según la docente y comunicadora, el idioma es la mayor traba.

"Voy a los ponchazos. Es un idioma que no voy a aprender porque esté un mes acá, te puede llevar años. De alguna manera tengo que comunicarme entonces lo que aprendí en Uruguay lo estoy reforzando, así que algo más me llevo, pero no me iré hablando", se sincera.

Hay días en los que se enloquece más y otros en los que anda más clara. Lo cierto es que la tecnología y el traductor de Google le han salvado la vida: "Creo que me cuesta más entender que hablar porque traduzco algo y después no sé qué me están contestando. Pero me he movilizado y no me he perdido", relata entre risas.

Y comparte una divertida anécdota de su estadía en Berlín. Resulta que alquiló un cuarto en un hostel donde le tocó compartir habitación y baño con un par de hombres algo desordenados. La segunda noche entró al baño y se encontró con el wáter tapado.

"Bajé a hablar con la recepcionista y puse en el traductor, 'está el wáter tapado'. 'Hasta mañana no hay mantenimiento', me contestó. Le quise decir, ¿qué hago? y le dije, 'yo lo hice'. Lo conté en las redes y la directora, que es alemana, me aclaró que le había dicho que yo había tapado el wáter. Por suerte me cambiaron de habitación y fue buenísimo porque era con mujeres y mucho más grande".

Es muy activa en redes sociales y siempre se hace se hace un tiempito para compartir sus andanzas con sus más de 77 mil seguidores: "Estoy subiendo mi día a día en Instagram, la gente me responde divino, me dicen que les encanta seguirme y hacer el viaje conmigo", señala.

Vero Piñeyrúatiene previsto dejar Hamburgo luego de las vacaciones de julio, pero aprovechará que está en Europa para visitar París, Italia y España, antes de retornar a su casa en Uruguay.