Zaira Nara compartió, en las últimas horas, una de las anécdotas más increíbles de su vida: en los últimos días, evitó que un hombre se suicidara tras encontrarlo a punto de saltar de un puente, en Buenos Aires.
El martes sobre la medianoche, la modelo y conductora viajaba en su auto cuando descubrió a un hombre sobre el borde de un puente en el Acceso Tigre, y de inmediato se decidió a prestar asistencia. Llamó al 911, pero además se acercó al muchacho —junto con otras personas que pasaban por el lugar— y se puso a hablar con él, para intentar convencerlo de que bajara.
El hombre la reconoció, y cuando le dijo: "¿Vos sos Zaira Nara?", ella sintió que tenía una posibilidad de manejar la situación e incluso de lograr persuadirlo respecto a lo que estaba a punto de hacer.
Según relató Nara al diario argentino La Nación, el hombre estaba colgado de un brazo y una pierna de la reja del puente ubicado en Boulogne. Zaira llamó al 911, mientras que dos chicos intervinieron en la situación e intentaron convencer al muchacho de que no siguiera con su plan.
La modelo, que estaba con una amiga, decidió seguir los pasos de los primeros involucrados y se acercó ella también a charlar e intentar revertir la situación.
“Yo venía de comer, había ido a un cumpleaños con dos amigas, volvía con una de ellas en el auto y cruzamos el Ramal Tigre; ella venía concentrada, manejando, y yo le digo ‘Tanu, hay un chico que está cruzando el puente colgado’. Estaba recién arrancando a caminar y estaba llegando a la mitad del puente, colgado del lado de la contramano. Por ese carril los autos pasaban por abajo y no lo veían; si hubiera pasado lo que él tenía intención de hacer, un auto pasaba y él le caería encima. Teníamos que hacer algo. Entonces dimos la vuelta y lo volvemos a ver ahí. Dimos tres vueltas y fue como como que también, con toda la situación como está hoy en día, dos chicas solas en la calle, es como que también hasta te da miedo frenar”, relató con detalle a La Nación.
En esos momentos, llamó al 911 y la Policía demoró cuatro minutos en llegar. “Bajo el vidrio y escucho que le dicen: ‘no, pero no te podés tirar, no te podés suicidar’. Entonces, imaginate, fue pensar: ‘Dios mío, este tipo se va a tirar’. Y además de que se iba a tirar, yo pensaba en los autos que estaban pasando abajo; me decía a mí misma que si llegaba a pasar una familia y le cae una persona de, no sé, 90 kilos, se mata él y mataba andá a saber a cuántas personas que pasaran con un auto. Era tremendo”.
“Al toque que pararon estos dos chicos y le empezaron a hablar, llega un patrullero, después otro... hasta cuatro patrulleros, y se le ponen a hablar, y nosotras no nos podíamos ir, como que sentíamos que no estaba resuelto habiendo llamado a la Policía y nada más. Porque no salía de ahí, seguían charlando y él, mientras hablaba, soltaba una pierna o un brazo y quedaba colgado del alambre”.
“Con mi amiga decidimos acercarnos. Para tirar un poco la charla para otro lado ella le decía: ‘esta es una situación que no da para que te mates. Vas a terminar lastimándote y va a ser peor porque encima ni siquiera vas a lograr tu cometido’", siguió Zaira, quien explicó que la primera estrategia que aplicaron con su amiga fue decirle que, como el puente no era tan alto, si efectivamente se soltaba no iba a perder la vida, pero iba a quedar muy herido.
"Entonces él ahí, cuando mi amiga le dice eso, como que levanta la mirada y me dice: '¿Vos sos Zaira Nara?' Y yo le digo: 'Sí, yo pasé y te vi y te digo la verdad, no sé, pienso en que seguro tenés familia, seguro alguien te está esperando en tu casa, ¿cómo viniste hasta acá?'. Y me dice: ‘me tomé un colectivo’. Le digo, ‘te tomaste un colectivo para venir hasta acá, ¿cómo puede ser que no se pueda solucionar tu problema? Lo que te dice mi amiga es verdad, ¿te vas a tirar? Y te vas a lastimar. No, no te vas a morir. Después resolvemos el por qué querés morirte”.
“Todos me miraron y le dijeron: '¿Vos mirás la tele?'. 'Sí, yo la veía a ella cuando trabajaba en la tele'. Y como que aflojó, no sé, como que de repente conectó y como que de repente miró para abajo y me dice: 'Tenés razón, ¿no? Flor de golpazo me voy a pegar, pero no me voy a morir'. Y como que hablando así, despacito, charlando, fue caminando, agarrado de la reja, hasta salir del puente en el que estaba”, siguió la morocha su dramático relato.
Para cerrar, Zaira contó que el hombre decía que tenía muchas deudas, no podía pagarlas ni tenía trabajo que le diera una esperanza. "Era un tipo desesperado que llegó a eso. Nunca me había pasado vivir una situación así", cerró.