Sencillo y emotivo adiós para Imilce Viñas

Despedida. En el Cementerio del Norte se realizó ayer el sepelio de la gran intérprete

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Ayer al mediodía en el Cementerio del Norte fueron depositados los restos mortales de la actriz Imilce Viñas, en una ceremonia sencilla y emotiva. Allí, un grupo de amigos, familiares y gente de teatro, le brindó a la artista su última ovación.

"Esta noche tengo función", comentó ayer por la mañana el actor Pepe Vázquez, marido y compañero inseparable de la fallecida intérprete, cuando ésta estaba siendo velada en la empresa Martinelli. Desde allí, hacia las 11.30 horas partió el cortejo fúnebre, que llegó al mediodía al Cementerio del Norte. Amigos y deudos acompañaron los restos mortales de la intérprete hasta el Complejo Crematorio, donde se vivieron los momentos más intensos de la ceremonia, cuando una ovación cerrada y un grito de "bravo, Imilce" despidieron a esta notable actriz cómica.

Dentro de la tristeza general que dominaba en el ambiente, el clima era de serenidad y aplomo, mesura que Vázquez se encargó de mantener, evitando los gestos desmedidos y las palabras innecesarias. Es que pese a la pena, el apoyo de toda la comunidad teatral, desde sus más diversas filas, seguramente hizo más fácil de sobrellevar ese momento amargo.

"Tomé un taxi y el taximetrista no me quiso cobrar. Me dijo que con ese dinero comprara dos flores para Imilce, una de parte de él y otra de su madre, que ahora está vieja y medio ciega, pero que tiempo atrás se reía mucho con las actuaciones de ella", comentó Pepe Vázquez, en una anécdota simple que refleja el hondo arraigo popular que la pareja de actores alcanzó.

Vázquez, acompañado en todo momento de su hija María Clara, comentó también que la partida de Imilce coincide -y tiene de alguna manera su contrapartida- con la llegada de un nieto, en referencia al avanzado embarazo de su hija.

El actor recordó también cuando tiempo atrás una amiga del alma le preguntó qué estaba esperando para casarse con Imilce. "En ese momento vivíamos por Brecha y Reconquista, y ella estaba en el balcón, con los pies en una palangana, porque estaba esperando a la pedicura. Y yo me asomé al balcón y le pregunté si se quería casar conmigo, y me dijo que sí. Un tiempo después Imilce me comentó que seguramente yo la quería muchísimo, porque la imagen de ella con los pies en una palangana no era la mejor para una petición de ese tipo".

También recordó que cuando se casó con Imilce le llevó un ramo de jazmines, que era su flor favorita, y cuando la pasó a buscar para ir al juzgado, ella ya estaba pronta desde las nueve de la mañana. "Tenía miedo que no vinieras", le había comentado ella con humor. Y así, con entereza y exhumando recuerdos, se le dio el último adiós a una gran intérprete.

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