Mike Hale/ The New York Times
La información quiere ser libre” podrá ser una máxima dudosa, pero tiene un corolario evidentemente cierto: a la propiedad intelectual hay que explotarla. Sin embargo, la propiedad intelectual no quiere ser libre, razón por la cual la comedia animada de ciencia ficción Futurama regresó después de una ausencia de 10 años, en el servicio de streaming, Star+ disponible en Uruguay.

La historia de la serie animada está llena de idas y venidas y fallas entre 1999 a 2013: se estrenó en Fox; se canceló; se reinició como una colección de películas estrenadas directamente en DVD; resucitó como una serie en Comedy Central y luego se canceló nuevamente. La temporada actual está etiquetada de diversas formas como la octava o (de acuerdo a Star+) la número 11.

Cualquiera que sea el número que le des, el nuevo Futurama es en gran medida y de una manera hasta agresiva, el viejo Futurama. El elenco de voces (al menos en inglés) está intacto, regresaron sus productores veteranos y los primeros dos episodios fueron escritos por Patric M. Verrone y Eric Horsted, dos de los escritores más frecuentes de los primeros días del programa. Es un impresionante testimonio de lealtad. También está de regreso una de las glorias de la serie, su secuencia de apertura elaboradamente animada, tartamudeante y jazzística.

Más centralmente, es el mismo programa en forma y textura. La tripulación del servicio de entrega espacial Planet Express y su sede en la Nueva Nueva York del siglo 31 no han cambiado. Las historias disparatadas situadas a medio camino entre la ópera espacial y la comedia de lugar de trabajo siguen siendo el vehículo de un flujo constante de humor, juegos de palabras y bromas que van desde lo sutil hasta lo desvergonzado.

Es la fórmula que Matt Groening, creador de Futurama con David X. Cohen, ya había perfeccionado en Los Simpson; Philip J. Fry (Billy West), el tonto héroe repartidor de Futurama, es un Homero Simpson más joven e inocente. Si Futurama fuera una persona, podrías imaginarlo diciendo “¡D’oh!” cuando regresa después de 10 años y Los Simpson, el programa en cuya sombra siempre ha permanecido, todavía está en la vuelta.

Foto: Difusión

Futurama terminó dulcemente en 2013, con Fry y su enamorada extraterrestre tuerta, Leela (Katey Sagal), quienes habían pasado toda una vida juntos mientras el resto del mundo estaba congelado como consecuencia de uno de los planes descabellados del profesor Farnsworth (también West), a punto de ser transportados en el tiempo para hacerlo todo de nuevo.

La nueva temporada comienza enseguida después de eso con el tiempo ficticio y el programa real reiniciado. El problemático robot Bender (John DiMaggio) proclama con esperanza: “Lo importante es que, pase lo que pase, nunca volverá a pasar”.

La burla casual sobre uno mismo es el tema de apertura, un comentario sobre los atracones de televisión en Hulu, Black Mirrory la accidentada historia de Futurama.

A medida que avanza la temporada (en Uruguay, por ahora está disponible solo el primer episodio), se vuelve cada vez más claro que el programa no tendrá reparos en extraer su propio pasado e iconografía, regresar a las viejas tramas y revivir una panoplia de personajes. (Reaparición favorita personal: el hombre de Méliès en la Luna).

Esta insularidad es una preocupación crítica legítima, aunque sus efectos serán específicos. Si no ha visto el programa antes, no sabrá lo que se está perdiendo, pero probablemente sabrá que se está perdiendo algo y que eso es un problema. Si ya es fan, será perfectamente feliz.

Una preocupación mayor es que se ha perdido un poco de fuerza en la escritura y el concepto cómico en general. Los episodios dirigidos a objetivos grandes y fáciles como bitcoin y Amazon se sienten rutinarios, sin importar cuántas oportunidades brinden para establecer conexiones con el pasado del programa. Y lo que parece ser un aumento significativo en el tiempo de pantalla dedicado a las diversas unidades familiares de los personajes le da a las historias un toque de sentimentalismo que no estaba allí antes.

Muchas cosas han pasado en el mundo en los 10 años que Futurama estuvo fuera del aire, una es que la animación para adultos para televisión siguió desarrollándose. Rick and Morty demostró cómo el humor autorreferencial y bromista puede llevarse a un alto nivel de intensidad e inventiva.

Y BoJack Horseman mostró que la comedia animada con animales divertidos puede ser inesperadamente compleja y conmovedora. Por agradable que pueda seguir siendo, Futurama se encuentra en un túnel del tiempo donde esas series aún no se han estrenado.

El anuncio de Hulu del regreso de Futurama, fue uno de los grandes momentos de la última edición de la Comic-Con 2023, que terminó el domingo en San Diego. El universo Star Trek, por ejemplo, mostró a sus fans imágenes exclusivas de la quinta y última temporada de Star Trek: Discovery, adelantó la fecha de estreno de la cuarta entrega de Star Trek: Lower Decks y un trailer del episodio musical de Star Trek: Strange New Worlds.

Asimismo, los creativos de American Dad presentaron en la Comic-Con, anunciaron la próxima temporada de la serie y comunicaron que el episodio Innerspace se emitirá el 4 de septiembre.

En su primera mitad, de jueves a viernes, esta entrega también deparó adelantos inéditos de la nueva serie del universo Tiempo de aventura , titulada Fionna and Cake, y un avance de 20 minutos de duración de la próxima versión de las Tortugas Ninja, Mutant Mayhem. Se conocieron, además, el debut como escritora de novela gráfica de la oscarizada Jamie Lee Curtis con Mother Nature y la confirmación de la segunda temporada de dos series inspiradas en The Walking Dead,“Dead City y Daryl Dixon.