The Punisher
La serie The Punisher ya se encuentra disponible en Netflix
Con su voz ronca, su enorme físico y su nariz torcida, Jon Bernthal se ha convertido en un actor que no ha pasado desapercibido, aunque sus papeles en el cine y televisión han sido más bien secundarios.
Fue Shane en The Walking Dead (aunque murió muy pronto en la serie), un divertido Al Capone en Una noche en el museo 2 y Brad Bodnick, el vendedor de drogas en El Lobo de Wall Street de Scorsese. Este año se lo pudo ver en un pequeño papel en la ópera prima de Taylor Sheridan, Viento salvaje, y como Griff en Baby: el aprendiz del crimen. Dos películas bien distintas que demuestran que Bernthal tiene madera para ser protagonista.
Desde la semana pasada, Bernthal es The Punisher, una nueva serie de Netflix basada en los cómics de Marvel, a esta altura todo un universo en expansión. Se trata de un personaje que apareció por primera vez en la segunda temporada del vigilante Daredevil que interpreta Charlie Cox y se destacó por su facilidad para el gatillo y para dejar pocos villanos con vida.
Y con The Punisher, Bernthal, con su pinta de chico malo y hombre recio se convirtió en uno de los mejores personajes de ese universo cinematográfico que acapara la televisión y el cine.
Es cierto, el actor no tenía una tarea sencilla al interpretar este personaje. Es que Frank Castle (nombre real de The Punisher), es una figura icónica en el universo de la editorial, con una cantidad de lectores que siguen sus aventuras desde las revistas. Al igual que Daredevil (con Ben Affleck), The Punisher había tenido su versión en solitario en el cine, a cargo de Thomas Jane, en 2004, aunque ambas películas pasaron sin pena ni gloria por hacer una versión edulcorada de un personaje sombrío.
Por eso Netflix tenía que la difícil tarea de enganchar a los espectadores después de la decepcionante temporada de Iron Fist. Y en The Punisher, Bernthal no solo está a la altura del papel, sino que lo transforma en algo mejor a lo que se ha visto antes en la pantalla chica o en los cómics.
El primer capítulo comienza con un Castle retirado de las fuerzas especiales que vive bajo un nombre falso y trabaja demoliendo paredes de un edificios abandonado con la ayuda de un mazo. Así de tosco y recio es el personaje. Sin decir palabras, el personaje golpea sin descanso las paredes de hormigón, desahogando así su ira por la pérdida de su familia, que se irá conociendo con el correr de los capítulos.
Claro que a lo largo de los 13 episodios de la serie, Bernthal demuestra que su personajes es de los más complejos emocionalmente. Es decidido e iracundo, aunque tiene un pasado de padre de familia. Por eso, cuando las cosas parecen ir bien, no sabe cómo actuar o procesarlo.
The Punisher tiene una gran carga psicológica que Bernthal logra captar para presentar un personaje dimensional, alejándose así de los demás héroes de Netflix (con la excepción de Jessica Jones) que se dedican a repartir patadas y a explorar poco sobre lo que los motiva a estar en ese lugar. Y si bien es cierto que se trata de otra historia de venganza de un antihéroe, la serie es mucho más que eso y mucho se debe al protagonista.
Ya se piensa en la segunda temporada
Netflix suele demorar algunos meses después de lanzada una temporada para anunciar si habrá una segunda. El creador de The Punisher, Steve Lightfoot habló de esa posibilidad a la revista Entertainment Weekly y dijo que estaría muy emocionado por hacerla. “No sé cómo funciona el sistema de Netflix, pero asumo que llamarían a Marvel y ellos serían los que me avisarían a mí”, dijo y agregó que hay muchas posibilidades para explorar en futuras temporadas de la serie de este justiciero. Lo que sí es seguro, Daredevil, Jessica Jones, Iron Fist y Luke Cage regresarán con sus nuevas temporadas el año que viene al servicio de streaming.
Otras recomendaciones en cable para el fin de semana
Hay detrás una gran novela de Nick Hornby, por lo que el director Stephen Frears (el mismo de, por ejemplo, Victoria y Abdul) tenía bastante camino andado para conseguir una gran comedia. Y lo consiguió. John Cusack es el dueño de una disquería que anda buscando amores mientras soporta a Jack Black como empleado rockero. La película funciona por todos lados, porque Hornby y Frears son una gran combinación y la banda de sonido es excelente.
El cine de terror se ha convertido (con directores como Fede Alvarez, David Robert Mitchell, Jeremy Saulnier y ahora Trey Edward Shults con It Comes at Night) en un buen lugar para mostrar destreza cinematográfica e incluso hablar de cosas más serias. La bruja es un buen ejemplo de esa tendencia. Tiene sustos, claro, pero principalmente una estética llamativa que apela a la pintura clásica para contar la historia de una familia religiosa en la Nueva Inglaterra del siglo XVII. La dirige Robert Eggers.
Aunque en Uruguay, por lo menos por sus estrenos en salas, se lo conoce poco, el griego Yorgos Larthimos es uno de los grandes directores de cine de la actualidad. Langosta es su primera película con Colin Farrell (la siguiente, El sacrificio del ciervo sagrado ganó premio en el último Cannes) y el comienzo de una carrera en Estados Unidos. Langosta es un poco rara con su futuro distópico donde los humanos buscan pareja en un hotel de reglas peculiares.