Hace 12 años Black Mirror se estrenó en el canal 4 británico con una temporada de tres capítulos. La serie cuenta historias distópicas e independientes en episodios que varían de 40 minutos a más de una hora. Desde el principio, Charlie Brooker, su creador, se atrevió a abordar temas variados y zonas incómodas, con la tecnología y predicciones futuristas como hilo conductor en la gran mayoría de los episodios, no en todos.

A partir de su tercera entrega empezó a ser producida por Netflix y las temporadas pasaron a ser más largas —por lo menos fue así hasta la cuarta— con seis episodios. Cada capítulo tiene distintos directores y actores que van de caras poco conocidas a figuras como Salma Hayek, Miley Cyrus, Aaron Paul y Jesse Plemons.

Sencillamente, Black Mirror puede ser vista como una serie futurista, que habla de un complejo y oscuro lugar a donde la tecnología puede llevar la sociedad, muchas veces acelerando la estupidez humana. Aunque, a veces sin darnos cuenta, ya estamos cruzando en muchos aspectos el tal futuro profético que la producción aborda. Sin embargo, es también una serie que muestra la complejidad de las relaciones humanas; habla del poder y del dinero como vehículos de deshumanización y acá, sabemos, no hay nada de futurístico.

Hoy es una de las producciones más aclamadas y analizadas de Netflix. Se popularizó a tal punto que, entre los fanáticos de la serie, la expresión “esto es tan Black Mirror” empezó a ser usada para designar algo muy sorprendente o absurdo.

Su sexta temporada, estrenada el 15 de junio, es una de las más diversas en relación a las historias. Hay ciencia ficción, pero también una gran dosis de eventos sobrenaturales y de fantasía (el episodio Demonio 79 es un buen ejemplo).

Sin embargo, aunque Black Mirror no hable solo de tecnología, claramente este es el hilo conductor de sus historias. Estas que van del romance y la comedia, al drama y absurdo, y muestran síntomas del actual zeitgeist. Por eso, va esta guía de los cinco episodios que mejor definen el espíritu de esta serie que despierta sentimientos encontrados en más de uno.

Esta sexta temporada comienza con este episodio protagonizado por Salma Hayek y Annie Murphy. Trata con humor sobre el acceso que tienen las plataformas de streaming a información de sus usuarios. Joan, una mujer común y corriente, se convierte en la protagonista de una serie de ficción que la describe como una mala persona. Streamberry, la parodia de Netflix en el universo de Black Mirror, recrea la vida de Joan y los acontecimientos de su día, con toques ácidos y diálogos que no sucedieron. Joan nunca dio permiso a Streamberry para usar su vida y su imagen en una serie de televisión, por lo menos no que ella sepa. Debería haber leído los términos de uso antes de dar “aceptar”. Nada más cercano a la realidad.

Foto: Netflix

Confirma el impacto que Brooker busca causar con los capítulos de apertura de cada entrega. Abre la segunda temporada y es el que más arraigo tiene con el concepto original de la serie. Cuenta la historia de Martha, quien es incapaz de superar la muerte de su pareja y, en pleno duelo, descubre los servicios de una empresa que le proporciona una réplica sintética del finado y que viene con todos los recuerdos recopilados de sus redes sociales. Martha puede hablar con él, puede verlo y tocarlo. Aparentemente es lo mismo, pero solo aparentemente.

Foto: Netflix

Trata sobre las consecuencias de un dispositivo que permite grabar todo lo que una persona ve, escucha y experimenta. Todo puede ser visualizado luego en una pantalla o a través de los propios ojos. Ese aparato y las revisiones que un joven abogado exitoso, lleva a cabo diariamente, provoca una crisis en su casamiento. ¿Y si se pudiera volver a ver todos los acontecimientos de nuestra vida con lujo de detalles? ¿Viviríamos con la misma intensidad? ¿Qué hacer con aquellos episodios que nos hacen mal al recordarlos pero se vuelven adictivos?

Foto: Netflix

Es el capítulo más ambicioso de la sexta temporada. Dos astronautas (Aaron Paul y Josh Hartnett) se encuentran en una misión espacial, pero gracias a una tecnología que les permite tener réplicas robóticas de si mismo, alternan su vida en el espacio con la cotidianidad junto a sus familias en la Tierra. En uno de esos regresos al hogar, David es víctima de una secta y se queda sin su esposa e hijos y sin el enlace que le permitia regresar, por lo que queda destinado a permanecer en la nave para siempre. A raíz de eso, su compañero intenta ayudarlo a superar las pérdidas para que su situación emocional no ponga en riesgo la misión. Le presta su enlace para que David pueda salir diariamente por una hora de la nave y el contacto con el exterior desencadenará una serie de acontecimientos que terminan en más tragedia.

Foto: Difusión Netflix

Es el cuarto episodio de la tercera temporada y ganó los premios Emmy en 2017 en las categorías Mejor Guión y Mejor Película para Televisión. Cuenta la historia de dos mujeres que se enamoran en una ciudad idílica mientras disfrutan de su juventud. Pero, en Black Mirror siempre hay sorpresas y muchas veces las cosas no son lo que parecen. Kelly y Yorkie son en realidad dos ancianas enfermas que vuelven a su juventud una vez a la semana a través de la realidad virtual. San Junípero es lo que marca un antes y un después a lo que cada una siente y a cómo decidirán terminar sus días.

Foto: Netflix