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Las cuatro temporadas de esta serie, originalmente emitida en Estados Unidos entre 1986 y 1990 ya se encuentra entre lo más visto de la plataforma
Hace poco más de tres décadas, el mundo conoció a un pequeño extraterrestre peludo de color naranja, hocico alargado y voz rasposa proveniente del planeta Melmac. Se llamaba Alf y su frase de cabecera era toda una declaración de principios: “No hay problema”. Además tenía una debilidad gastronómica por los gatos.
En tono de comedia y durante cuatro temporadas, Alf, la serie que presentó a ese personaje, contaba su día a día conviviendo con los Tanner, una típica familia de clase media americana. Llegó a la Tierra porque allá en Melmac todos encendieron el secador de pelo al mismo tiempo provocando una hecatombe y su nave fue a dar al techo de la cochera de los Tanner. Alf no se parece en nada a otros alienígenas de la televisión como Mork o el tío Martin de Mi marciano favorito.
Para acompañar la llegada de las cuatro temporadas de Alf (y un especial de Navidad) a la grilla de HBOMax, aquí hay cinco peculiaridades de este ícono de los ochenta.
El padre de Alf
El peludo personaje, cuyo nombre real era Gordon Shumway fue creado por Paul Fusco, un apasionado de las marionetas que comenzó a desarrollar en 1984 un muñeco similar pero no fue hasta que conoció a Tom Patchett, guionista de El show de los Muppets, que terminó de armarse el proyecto. Se reunieron con ejecutivos de NBC y le presentaron la idea; se estrenó en setiembre de 1986.
Éxito de a poco
NBC la presentó como uno de los eventos del año, pero el público no estuvo de acuerdo. Por eso, se pensó en cancelarla; no lo hicieron por el merchandising. La cara de Alf ya estaba en juguetes, mochilas, remeras, libros y hasta cereales. Cuando se estrenó la segunda temporada, en 1987, fue la décima serie más vista en Estados Unidos.
Sí hay problema
Si bien Alf parecía un niño tenía 287 años; y el que hiciera chistes políticamente incorrectos o tomara cerveza no fue del agrado de algunos padres que pidieron la cancelación. Y cuando un niño intentó meter a su gato al microondas, y otro quiso convertir una bañera en jacuzzi (como hizo Alf usando una batidora eléctrica en el agua), la serie tuvo que avisar a los niños que no imitaran al personaje.
Detrás de las risas
Según sus actores, filmar Alf era un dolor de cabeza ya que para media hora de serie se necesitaban 25 horas de filmación. Eso se debía a los movimientos de la marioneta controlados por Fusco y dos titiriteros. Cuando Alf aparecía de cuerpo entero era Mihaly Meszaros, de apenas 84 centímetros.
Un regreso trunco
Hubo muchos intentos para que la serie volviera a producirse pero eso no pasó. Tuvo, sí, un spin-off en dibujos animados donde se contaba la vida de Alf en Melmac; y también una película, Proyecto ALF, que continuaba la historia donde la serie había terminado. Hubo una aparición apócrifa de algo parecido a Alf en Las locuras del extraterrestre, un clásico menor de Porcel y Olmedo.