Pocos podían esperar que Cobra Kai, la serie nacida en Youtube Premium en 2018 y recuperada por Netflix en 2020, llegaría a tener seis temporadas, se convertiría en una serie de culto y lograría una nominación al Emmy (en 2021) a mejor comedia. Hoy llega al servicio de streaming la primera parte de la última temporada, y seguramente lidere el ranking de lo más visto en los próximos días.

Pero Cobra Kai no solo se ha convertido en una expansión del universo Karate Kid, aquella película de 1984 donde un recién llegado a Los Angeles comienza a entrenar con un poco convencional sensei, hasta convertirse en el mejor karateka del barrio, venciendo al bravucón de la zona y quedándose con la chica. Ha logrado crear su propia galaxia.

Algo de comedia, buenas escenas de acción, un poco de drama y mucha nostalgia, lo que sumado a la reunión de los protagonistas (y varios más del reparto) de la película original, y una nueva camada de jóvenes actores, fueron los ingredientes para convertir a esta serie en tendencia a nivel mundial.

Y si bien las películas se centraron en Daniel LaRusso (Ralph Macchio), Cobra Kai no continúa la historia del desdichado hijo de una madre soltera que quiere aprender karate para impresionar a una chica y defenderse de unos que le hacen bullying; es la historia de su rival, Johnny (William Zabka), cuya vida continúa marcada a fuego, incluso 40 años después de perder la final de aquel campeonato barrial.

Y en estas temporadas se ha visto cómo aquellos personajes estereotipados —el bueno muy bueno y el malo muy malo— han ido cambiando; Daniel ha tenido actitudes de bravucón, y Johnny ha demostrado que, en el fondo y pese a sus técnicas poco ortodoxas, es un buen entrenador que se preocupa por sus alumnos. También de su hijo Robbie (Tanner Buchanan), uno de los protagonistas jóvenes de esta historia junto a Miguel (Xolo Maridueña), Sam (Mary Mouser) y Tory (Peyton Reid).

Los cuatro jóvenes protagonistas, lo largo de estas temporadas se han peleado, distanciado, reconciliado y para el final de la quinta tanda de capítulos, lograron limar sus asperezas; hasta se podría decir que son amigos. De hecho Robbie y Miguel son hermanastros ya que sus padres continúan con su relación, y están en la dulce espera.

Con los antiguos enemigos (o sea Daniel y Johnny) llegando a un acuerdo y uniendo sus dojos, un viejo villano tras las rejas y los planes de expansión mundial de Cobra Kai de Terry Silver arruinados, parecía un cierre perfecto para la serie de Netflix.

Claro que los últimos segundos de la quinta temporada tenían una revelación, planteando así al antagonista del último aliento de la serie. Y sí, John Kreese (Martin Kove) logra escapar de prisión, lo que no es una buena noticia para ninguno de los personajes.

Kreese siempre ha sido el gran villano de este universo. En las películas fue el entrenador de Johnny, y el que intentó estrangularlo cuando no ganó el trofeo del All Valley, también el mejor amigo y socio de Terry Silver (Thomas Ian Griffith), el rival de Daniel en la tercera película (y quien regresó para ser el villano en la quinta temporada de la serie). Y en Cobra Kai se ha mostrado que de joven tampoco era una mejor persona; así se conoce cómo logró sobrevivir siendo prisionero en Corea y de paso se quitó de encima algunos superiores que no lo estimaban, y aprendió artes marciales.

Foto: Cortesía Netflix

La última temporada se divide en tres partes; hoy llegan los primeros cinco capítulos, el 28 de noviembre la segunda tanda; y se espera que para 2025 se estrene el final. Por lo pronto, estos primeros episodios inician con Robbie y Miguel entrenando felices, mientras que la hija de LaRusso y Tory tienen que aprender a pelear una contra otra, ahora siendo amigas.

Además, esta temporada sirve como antesala del torneo Sekai Taikai, algo así como el mundial de karate, y para el cual el dojo de Daniel y Johnny tendrá que enviar a seis competidores. Entre la preparación y la selección de los enviados (hay cuatro obvios), se dividen estos capítulos donde no falta el humor y las escenas de acción bien coreografiadas que han caracterizado a la serie.

Foto: Curtis Bonds Baker/NETFLIX

Claro que también hay drama ya que Tory, tal vez el personaje más complejo de la serie, tiene que enfrentar el llamado de su antiguo sensei Kresse (quien parece no preocuparse demasiado por ser un prófugo internacional), algunos demonios internos y una pérdida inesperada. También Robbie, quien ha sido héroe, antihéroe y antagonista a lo largo de los capítulos, intenta reparar un error, y encausar a un joven discípulo, tarea que no será sencilla.

Tampoco falta el misterio en esta temporada, ya que Daniel encuentra en el dojo una caja escondida con recuerdos y pertenencias del señor Miyagi (Pat Morita), la cual estuvo oculta por varias décadas y contiene un dato desconocido del viejo sensei que podría cambiarlo todo.

Nuevamente las alianzas y amistades se pondrán a prueba mientras los dos personajes centrales intentan balancear el trabajo, la vida familiar y el dojo; y los jóvenes protagonistas comienzan a planear su futuro, ya sea continuando en ese deporte o alejándose para ir a la universidad.