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Nicole Kidman protagoniza este thriller que llegó a Amazon Prime Video. Se estrenaron tres episodios y ahora se lanzará uno por semana
Tras el éxito de la serie Big Little Lies, su creador, su protagonista y la autora de la novela en la que se basó están de vuelta para poner a prueba esa máxima de que equipo ganador no se toca. El viernes, Amazon Prime Video estrenó tres episodios de Nueve perfectos desconocidos, que continuará con lanzamientos semanales. El próximo será este viernes y el resto vendrán los siguientes; son ocho.
Nicole Kidman está en el centro de esta adaptación de David E. Kelly (juntos, además, ya hicieron The Undoing) de la obra de Liane Moriarty, pero poco hay de aquella Celeste Wright en este thriller. Su personaje sí recuerda a aquel que encarnó en la película Las mujeres perfectas de Frank Oz: todo en ella es de ese tipo de perfección imposible, que alarma y aterra.
Los nueve perfectos desconocidos del título son los integrantes del grupo que llega a Tranquillum House en busca de alivio. El Tranquillum es un centro de bienestar que Masha (Kidman), rusa radicada en Estados Unidos, montó después de una experiencia trascendental.
En esta suerte de paraíso terrenal se ofrecen retiros grupales de 10 días con los que se promete renacer, cambiar de vida para siempre y para mejor. Una transformación desde la raíz. El lugar no existe en internet, como si eso no fuera sospechoso en estos tiempos, pero es un éxito: tanto, que Masha elige uno por uno a sus clientes, que le sobran.
Los afortunados de turno son Francis (Melissa McCarthy), una famosa escritora en lo que parece el ocaso de su carrera; Tony (Bobby Cannavale), ex estrella de fútbol americano; Jessica y Ben (Samara Weaving y Melvin Gregg), joven pareja de influencer y ganador de la lotería; Carmel (Regina Hall), una madre conflictuada; y Lars (Luke Evans), un hombre gay recién separado, reservado y de un cinismo incontrolable. Completan el cuadro los Marconi (Michael Shannon, Asher Keddie, Grace Van Patten), que tratan de procesar un duelo familiar.
No tienen, a simple vista, mucho en común salvo que cada uno está roto y busca ser reparado. Masha promete cumplir y los primeros episodios sugieren que está dispuesta a todo para lograrlo. En eso la secundan Yao (Manny Jacinto) y Delilah (Tiffany Boone), los más destacados de un reducido grupo de empleados.
Todos están fascinados con la anfitriona —es “como un hermoso unicornio místico”, dice Francis en el piloto—, salvo el espectador que tendrá elementos para sospechar, desde temprano, de sus buenas intenciones. La cámara y el montaje insisten en la idea de que hay algo oculto en esos licuados hechos a medida de cada metabolismo y que son la base de la alimentación en Tranquillum, y también en unas extracciones de sangre con supuestos fines preventivos y que se autorizan por contrato.
La presencia de una cabra podría funcionar como componente satánico, y el hecho de que Masha disponga de cámaras para controlarlo todo -y de que a sus clientes no se les permita la comunicación con el mundo exterior- imponen el aire Gran Hermano. “¿Estamos en un reality show o algo así?”, dice Tony en el tercer episodio. Pero el misterio no parece ir por ahí.
Pero algo raro hay con Masha, que, encima, recibe amenazas anónimas. El tercer episodio termina con una suerte de hallazgo de los clientes, pero la sonrisa de la gurú deja en claro que de esa también saldrá bien parada.
La tensión latente, las tomas amplias y una ambientación a plena luz del día hacen pensar en la película Midsommar, de Ari Aster. Pero aunque es una de las referencias admitidas por el director Jonathan Levine (Mi novio es un zombie, Ni en tus sueños), que también cita a Picnic en las rocas colgantes, Venecia... Rojo Shocking, ¡Huye! y hasta Parásitos, lo visto hasta ahora no la inclina a terrenos tan terroríficos.
Más bien, Nueve perfectos desconocidos es un thriller con matices de comedia, con un debut interesante que invita al espectador a seguirle los pasos para ver a dónde llega. Tiene el potencial de lo enigmático y el atractivo de ver a Melissa McCarthy en un rol dramático bien construido, al igual que a Manny Jacinto, que está muy lejos del hilarante Jason que compuso para The Good Place (Netflix). El elenco en sí opaca, en principio, la labor de Kidman, pero su personaje tiene mucho para dar y la actriz estuvo muy comprometida con él. Y a compromisos así, más que conclusiones apresuradas, siempre hay que darles una oportunidad.
El esfuerzo de Nicole Kidman para ser Masha
Para ponerse en la piel de Masha, Nicole Kidman eligió convertirse en ella casi que literalmente. Así que durante cinco meses solo respondió a ese nombre y se comportó como lo hace el personaje, para tratar de capturar de la mejor manera posible esa energía ridículamente tranquila que maneja en la ficción. “Tomaba su mano y ellos me hablaban usando mi nombre, Nicole, pero yo los ignoraba por completo. Estaba loquísima”, contó en entrevista con The Independent. De hecho, Kidman decidió no vincularse con nadie del elenco antes, y el día que conoció a todos lo hizo ya metida en el personaje, para no perder esa suerte de extrañeza en el vínculo.