La Nación/GDA
La industria del entretenimiento colombiano atraviesa un momento de luto tras la muerte de la actriz Sandra Reyes, reconocida por su destacado papel como la doctora Paula Dávila en la emblemática telenovela Pedro el Escamoso. La artista murió el pasado domingo en su hogar, a sus 49 años.

Reyes, oriunda de Bogotá, marcó un hito en la televisión colombiana con su versatilidad y carisma. Desde joven incursionó en la actuación y se destacó en proyectos como La mujer del presidente, El cartel de los sapos y Tres milagros. Sin embargo, fue su interpretación en Pedro el Escamoso, junto al actor Miguel Varoni, lo que la catapultó al estrellato internacional.

A lo largo de su carrera, recibió varios reconocimientos, entre ellos el Premio TVyNovelas a Mejor Actriz Protagónica de Serie en 1998. Más recientemente, participó en la producción Rigo, inspirada en la vida del ciclista Rigoberto Urán, donde interpretó a la madre del deportista.

Luego de que se conociera la noticia de la muerte, Varoni, publicó un sentido mensaje de despedida en su cuenta de Instagram. "Hasta siempre mi Doctora Paula … sumerce no sabe la falta que me va a hacer !!! Dios me la Bendiga!!! Siempre estará en mi corazón", escribió.

Reyes, que murió a los 49 años, padecía cáncer de seno y la noticia fue confirmada por su primo Nicolás. Su familiar destacó la fortaleza con la que la actriz enfrentó su enfermedad y su decisión de mantenerla en estricta reserva para evitar el foco mediático. En diálogo con el medio local Noticias RCN, dijo que ella "partió en paz, rodeada por sus seres queridos y en la tranquilidad de su casa" en Ubaté, Cundinamarca.

Según Noticias Caracol, familiares confirmaron que la actriz optó por no someterse a tratamientos como la quimioterapia, en línea con una filosofía de vida más natural que adoptó en los últimos años. Su primo Nicolás detalló que tenía metástasis en los huesos, lo que complicó su cuadro de salud en los últimos meses.

En tanto, el medio Noticias RCN informó que la actriz pasó sus últimos momentos en su hogar, en Ubaté, Cundinamarca, donde había construido una vida tranquila junto a su hijo Gerónimo Parada Reyes, de 15 años. Allí cumplió su sueño de vivir en contacto con la naturaleza y cultivaba sus propios alimentos.