Redacción El País
No hay dudas que el true crime es uno de los géneros que más se ha desarrollado gracias a plataformas como Netflix.

Y aprovechando el auge de estas historias sobre crímenes reales, el gigante de streaming estrenó una serie basada en uno de los asesinatos que más estremecieron a la sociedad sueca en los últimos años. Se trata de El rastro, producción escandinava de cuatro capítulos que relata el asesinato de una mujer y un niño a sangre fría. Claro que además de mostrar los crímenes, la serie se centra en el método que utilizaron los investigadores para rastrear a los sospechosos e identificar al culpable.

Esta miniserie narra el asesinato de Mohammed Ammouri, un niño de ocho años, y de una mujer de 56 años, Anna-Lena Svensson, quienes no tenían relación entre sí, pero que, por una mala coincidencia, se encontraron en el momento menos oportuno. El crimen, catalogado como uno de los más impactantes en Suecia, ocurrió en el pueblo de Linköping en 2004 y se resolvió gracias a la genealogía.

El estudio de esta disciplina se aplica para conocer, basándose en el ADN de una persona, su historia y composición ancestral. Gracias a esta técnica, se pusieron fin a 16 años de una investigación casi estancada, además de ofrecer una nueva manera de hallar a los sospechosos de cometer delitos graves.

En la producción de Netflix, se muestra cómo los detectives partieron de la hipótesis de conectar a las víctimas, a pesar de que no tenían ningún vínculo entre ellas. Según los archivos, la mujer se acercó para defender al niño, quien estaba siendo agredido por un hombre. En respuesta, el autor del crimen acabó con sus vidas. La única testigo fue una mujer que paseaba en bicicleta, pero no alcanzó a ver el rostro del homicida.

Foto: Difusión.

La trama sigue a uno de los detectives del caso, John, quien, luego de tres años de fracasar en su búsqueda, acepta la colaboración de un genealogista para reconstruir una red familiar de 200 años. Con esta información, se identificó al asesino, quien confesó los hechos y fue posteriormente encarcelado.

La serie fue escrita por Oskar Söderlund y la dirección estuvo a cargo de Lisa Siwe.

“Aunque se trata de una serie dramática de ficción sobre un crimen, es, sobre todo, una representación de una tragedia humana, donde ponemos nuestro foco en las víctimas y en la investigación, en lugar del perpetrador. Es una historia sobre la compasión y el cuidado mutuo que se necesita para seguir adelante cuando suceden cosas terribles”, dijo la directora en declaraciones a Netflix.