Para los seguidores de John Krasinski era impensado que el simpático y bonachón actor, que interpretó a Jim Halpert en la versión americana de la comedia The Office, pudiera convertirse en un ídolo de acción. Menos que interpretara al agente de la CIA Jack Ryan, uno de esos héroes patrióticos que supo tener el rostro de Alec Baldwin, Harrison Ford, Ben Affleck y Chris Pine en el cine. Pero Krasinski aceptó el desafío, y no le ha ido mal. La serie que protagoniza recibió cuatro nominaciones al Emmy, y le valió a él una al premio del Sindicato de Actores. Nada mal para un héroe de vieja escuela.
Ryan, como el caso de la agente Salt, Jack Reacher, Lorraine Broughton de Atómica, Jack Bauer de la serie 24 o Ethan Hunt de la saga Misión Imposible, es de esos personajes que prefieren trabajar solos, y por más adversidades que tengan que enfrentar, siempre logran salir ilesos y, como si fuera poco, salvar el día.
A diferencia de sus colegas espías, él es un analista de la CIA que prefiere trabajar detrás de un escritorio, aunque tiene que viajar por el mundo para resolver conflictos y desarticular conspiraciones.
Apareció por primera vez en la novela La caza al Octubre Rojo, que Tom Clancy publicó en 1984 y, desde entonces, ha protagonizado más de 30 historias, todas convertidas en best sellers. Fue llevada cinco veces al cine y desde 2018 se convirtió en una serie de la plataforma Amazon Prime Video, que acaba de estrenar -el 21- su tercera temporada, una vez más con Krasinski, que también es productor, como protagonista.
“Siempre fui un gran fanático del personaje. Para mi Jack Ryan es una especie de James Bond estadounidense. Un poco menos sexy, pero igualmente impactante”, dijo Krasinski en una entrevista de 2018, antes del estreno de la temporada inicial.
El actor contó que leyó los libros y vio las películas antes de encarar la serie. “Me lo propusieron justo cuando había terminado 13 horas: los soldados secretos de Bengasi (está en Netflix) y les dije que sentía que el mundo estaba lleno de películas de superhéroes, pero faltaban las que hablaran de los héroes de verdad. Por eso acepté esa película, y también por eso le dije que sí a Jack Ryan. Es un personaje que no arroja fuego de sus manos ni puede volar. Tiene que cambiar el mundo simplemente usando su cerebro”.
La vuelta de un conocido espía
En la primera temporada de Jack Ryan, compuesta por ocho episodios de una hora, el analista comienza investigando una serie de transferencias bancarias sospechosas. Su intuición le dice que el dinero pertenece a terroristas de Yemen que intentan atacar a Estados Unidos y a sus aliados. Por este motivo tiene que salir de su oficina y viajar por el mundo para desarmar la amenaza.
La segunda tanda de episodios lo lleva hasta Venezuela para investigar el envío de armas ilegales a la jungla. Y una vez más encuentra una conspiración a gran escala y potencialmente dañina para los intereses americanos.
En la tercera temporada, también de ocho episodios y ya en Amazon, de repente es uno de los sospechosos de una gran red de mentiras.
Todo comienza cuando una fuente poco confiable le dice, en Roma, que hay una conspiración para que Rusia invada países que supieron formar parte de la órbita de la Guerra Fría. La intención, le dan a entender, es revivir el imperio soviético.
El plan, conocido como “Proyecto Sokol”, incluye peligros de la magnitud de armas nucleares. O sea, podría desencadenar una tercera guerra mundial. Y como siempre, Ryan está listo para impedir que eso ocurra.
Es un regreso novedoso ya que ahora los superiores prefieren que Ryan no intente resolver el caso. Pero un buen espía deberá enfrentarse incluso a sus propios compañeros de la agencia secreta más conocida del mundo. Es regla.
En poco tiempo, Ryan se convierte en un fugitivo internacional y se lanza a correr contra el reloj, sus colegas y enemigos, para evitar la hecatombe global. Acompañan a Krasinski, Wendell Pierce y Michael Kelly para interpretar a James Greer, superior y mentor de Ryan, y Mike November, exagente de la CIA.
Si bien se acaba de estrenar la temporada tres, Amazon ya le dio luz verde a la cuarta tanda de episodios. La trama no se dio a conocer pero sí se supo que Michael Peña se sumará al elenco.
Por lo pronto, si bien el argumento de la tercera parece estar conectado con la realidad actual, Krasinski se ha encargado de aclarar que la temporada se escribió y se filmó antes del inicio de la guerra de Rusia contra Ucrania.
“Tiene un argumento que nos conecta con la Guerra Fría, pero a la vez resultó espantosamente profético, porque Ucrania es un objetivo ruso en nuestra serie”, admitió el también director de Un lugar en silencio al portal TV Insider. Es lo que pasa con la magia de la ficción.