El último estreno polaco que triunfa en Netflix y otras cinco series nórdicas para ver después de "Forst"

El "nordic noir" encontró su último éxito en "Forst", el policial que ya se ubicó entre lo más visto de la popular plataforma de streaming. ¿De qué se trata y qué otras series del estilo hay para ver?

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Imagen de la serie "Forst".
Foto: Netflix

Paula Vázquez Prieto, La Nación/GDA
El fenómeno del scandinoir —o nordic noir— no es reciente, pese a su insistente vigencia. Hace casi 30 años la literatura policial de aquellas tierras frías decidió amalgamar dos tradiciones que parecían antagónicas: por un lado, la estilización lingüística de la novela negra norteamericana de los años 20 y 30, con sus diálogos cargados de doble sentido y violencia subterránea, y por otro, el pulso de la realidad cristalizado en el reportaje periodístico, crudo retrato de un presente conflictivo. El sueco Henrik Mankell fue uno de los pioneros y su detective Wallander, la punta del iceberg de un fenómeno.

Primero fueron las sagas literarias y los bestsellers de Stieg Larsson, Jo Nesbø o Camilla Lackberg; luego las series televisivas como la danesa Forbrydelsen (2007), de Søren Sveistrup. La fórmula se reducía a cuatro pilares: un detective atormentado, un lugar alejado, un clima adverso y omnipresente, un crimen atroz.

Bajo esas coordenadas, la ficción policial comenzó a modelar un estilo que se esparció por los países nórdicos y derramó su peculiar estética en narrativas europeas. Ahora, el sello del nordic noir se ha emancipado y comienza a convertirse en la identidad del policial contemporáneo, llegando a definir las coordenadas de la recién estrenada cuarta temporada de True Detective, que había transitado otras influencias literarias y cinematográficas.

El pasado del detective, el protagonismo del paisaje y los secretos que asoman como traumas de una comunidad son elementos que el nordic noir puso sobre el tapete y que hoy son patrimonio del nuevo policial contemporáneo, uno de los bastiones de la ficción para streaming.

En esa línea, Netflix acaba de estrenar Forst, serie polaca que combina el estilo del policial escandinavo con la memoria polaca de la Segunda Guerra. Basada en las primeras novelas de la saga Forst de Remigiusz Mróz, y ambientada en los montes Tatras, lleva el nombre de su protagonista, un detective poco ortodoxo que acaba de ser trasladado de Cracovia a Zakopane por problemas de conducta y altercados con superiores. Sus métodos lo hacen poco fiable, pero su instinto y astucia lo hacen ineludible para descifrar unos crímenes rituales.

La investigación une a Wiktor Frost (el excelente actor y músico polaco Borys Szyc) y Olga Szrebska, periodista freelance, desplazada de su medio por faltas éticas y con acceso a información confidencial. Juntos irán tejiendo los hilos que unen a las víctimas y los que recorren el pasado de la región. En solo seis episodios, la serie sostiene la tensión y administra con inteligencia el misterio, quizás sin el rigor de la puesta en escena que define a las ficciones danesas o noruegas, pero honrando lo mejor del género.

En sintonía con este estreno, van otras ficciones nórdicas recientes para ver en las plataformas de streaming.

Wisting

Es una de las mejores series escandinavas de los últimos tiempos, situada en la pequeña ciudad de Larvik, Noruega, e inspirada en dos novelas del escritor Jørn Lier Horst. Wisting también es el nombre del policía a cargo de un extraño caso que involucra al FBI y a dos agentes que llegan de Estados Unidos: la aparición del cadáver de una supuesta víctima del asesino serial Robert Godwin. Con un clima gélido y sombrío, notables actuaciones —sobre todo, la de Sven Nordin, alejado de los tormentos habituales de los detectives del nordic noir— y una firme tensión dramática, Wisting consigue expandir las convenciones del género en el complejo retrato del lugar. Con dos temporadas, está en HBO Max.

Aquellos que matan

Dos investigadores, un ambiente sombrío, un asesino serial despiadado y la atención al trasfondo que desencadena el crimen antes que a la identidad del autor material de las muertes. Las constantes de los policiales nórdicos asoman con un acento particular: los dos investigadores forman una pareja que combina la tarea de Jan Michelsen (Kenneth M. Christensen), detective recientemente divorciado que intenta sostener la investigación del paradero de Julie, una joven desaparecida; y Louise Bergstein (Natalie Madueño), psicóloga criminal destinada a tareas académicas sobre el perfil de los criminales seriales en Londres.

El secuestro de la trabajadora de un hotel enemistada con el culto religioso al que pertenece su familia instala un interrogante para las autoridades: ¿se puede establecer un hilo conductor entre pasado y presente? En HBO Max tiene tres temporadas.

El caso Hartung

Basada en la novela de Søren Sveistrup (Forbrydelsen), la historia enlaza presente y pasado, crimen y política. En un breve prólogo situado en las afueras de Copenhague, un policía descubre los restos de una horrible masacre. En el presente, la ministra de Acción Social, Rosa Hartung (Iben Dorner), regresa a la función pública tras licencia por el asesinato de su hija de 12 años cuando un nuevo crimen despierta sus fantasmas: junto al cadáver de una mujer con la mano mutilada, un muñequito hecho de castañas lleva las huellas de su propia hija.

La investigación queda a cargo de la inspectora Naia Thulin (Danica Curcic) y el oficial de la Europol Mark Hess (Mikkel Boe Følsgaard ), desterrado de La Haya. La estructura de la miniserie se encabalga en la lógica del policial de procedimiento, pero lo que trae como novedad es el cruce con la política, arena que los escandinavos han tratado desde otras perspectivas. En Netflix.

Luchhammer

En Lauchhammer: Muerte en Lusacia (Alemania, 2022), el cadáver de una adolescente aparece en un campo lindante a una mina de lignito donde opera la Bagger 293, una de las compañías de excavación más grandes del mundo. La investigación queda a cargo de Maik Briegand (Misel Maticevic), veterano policía del pueblo, y una recién llegada, la detective Annalena Gottknecht (Odine Johne), con métodos inusuales y cierta prepotencia que no cae bien entre los lugareños.

Lo que sigue es un retrato implacable de la región, signada por múltiples tensiones entre las protestas por el cambio climático, la marginalidad, los intereses de la excavadora y las vidas personales de quienes habitan el lugar y se conocen demasiado. A diferencia de otras series de esta tradición, aquí el misterio se preserva casi hasta el final. Está en Netflix.

Fenris

Ambientada en un pueblo boscoso de Noruega, comienza con una desaparición. Una madre descubre que su hijo no está y la denuncia anima las sospechas sobre el hábitat familiar, un padrastro violento, una mujer amenazada, un entorno vulnerable. Pero lo que parece un policial convencional sobre violencia doméstica deriva en un extraño entramado de lobos y misterios ancestrales. ¿Qué ha ocurrido? Creada por Simen Alsvik, la intriga de Fenris se aparta de los recovecos de la investigación policial, para trasladarse a la labor de la protagonista. Está en Flow.

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