Antes de iniciar la charla con El País, Florencia Peña y Benjamín Vicuña revisan sus celulares. Escuchan audios y responden mensajes como una manera de aliviar la varias horas que llevan sentados en el mismo sillón para charlar con la prensa por el estreno de La isla de las tentaciones que llegó este viernes a la plataforma de streaming Prime Video.

El chileno y la argentina, quienes ya trabajaron juntos en la película Miénteme (también está en Prime Video) son los conductores de esta nueva edición del reality creado por Andrew Perry en 2001 y conducía Mark L. Walberg. En 2003, el reality creado en Estados Unidos prácticamente había desaparecido de la grilla televisiva mundial, en parte producto de las críticas negativas que recibió por su provocativa premisa. Regresó con fuerza en 2019 para convertirse en uno de los formatos con adaptaciones en varios países: Brasil, Sudáfrica, España, Polonia y México, entre otros.

En estos años y en esos lugares el formato no ha variado: se centra en varias parejas que no se han casado (aquí son dos chilenas y dos argentinas) que llegan a una isla paradisíaca y tendrán que poner a prueba su relación. Apenas llegan son separados, hombres por un lado y mujeres por otro, y tendrán que superar la tentación que representan ocho solteros del sexo opuesto, llamados "tentadores" en un ambiente de fiesta perpetua.

Peña y Vicuña reciben a El País casi al finalizar la maratónica jornada con medios de todo el continente. “Después de haber hablado 12 horas consecutivas”, están por terminar, comenta Peña entre risas. “Así que vamos a los bifes”, agrega Vicuña antes que inicie el cronómetro para los seis minutos de charla.

El chileno comenta que si bien el programa se llama La isla de las tentaciones, lo que viven los participantes es una situación límite debido a los "tentadores". "Y la gente de este programa son tan malos, lo puedo decir porque soy solo el conductor, que le hacen pool party, o una actividad donde tienen que estar todos bailando. No te podés escapar de la tentación".

Claro que allí no termina la dinámica, ya que lo peor ocurre al día siguiente. "Los invitamos a una hoguera para que vean el material de sus respectivas parejas, y por ahí en la noche anterior uno estuvo animado bailando con una, o pasa algo más, y automáticamente eso genera una reacción, llámese bronca o venganza, y ahí empieza el quilombo", comenta Vicuña entre risas.

—¿Cómo creen que les iría si fueran participante de La isla de las tentaciones?
Vicuña: A Flor muy bien.
Peña: Están todos los componentes para caer en la tentación inmediatamente, igual que Benja.
Vicuña: Lo hablamos, pero creo que estamos muy cómodos en el rol de conductores. Hay que estar un poquito loco para ser participante, así que les agradecemos que se hayan sacrificado por la humanidad.

—¿Cómo han hecho en el pasado para esquivar alguna tentación o propuesta?
Peña: Esquivar o no. Depende. La verdad que uno en la vida va pasando por muchas tentaciones, pero no solamente a nivel afectivo.
Vicuña: Yo paso todos los días por una heladería al lado de mi casa, y querés comerte el helado pero sabés que no podés, igual caigo día por medio, lo que repercute en la zona abdominal y todo lo que es el atrás.
Peña: Hay que tener mucha voluntad para no caer en las tentaciones, y eso depende del día. Hay días que decís no, hoy me levanto estoica, por ejemplo con la dieta. Ahí se ve mucho el tema de la tentación.

Foto: Difusión.

—Trabajaron juntos en la película Miénteme, ¿cómo es volver a juntarse ahora para un rol tan distinto como es la conducción, al menos para vos Benjamín?
Vicuña: Nos divertimos mucho.
Peña: Ya nos habíamos divertido mucho haciendo Miénteme, y acá fue más lindo, porque hubo convivencia allá. Si bien vivíamos, obviamente, en casas separadas, él tuvo la visita de sus hijos, yo también, pero estábamos en un lugar fuera de nuestra rutina, en un lugar hermoso. Fue muy lindo cenar a la luz de la luna con las familias.
Vicuña: A propósito de la tentación, fue una propuesta, una tentación a la que fue imposible decir que no. O sea, que nos hayan convocado para este programa, este formato que tiene fanáticos en todo el mundo, estar un mes en México con un súper equipo y producción, con Flor que es tremenda actriz comediante y conductora, la verdad que era muy difícil rechazarlo. Caímos.

—¿Tienen algún arma infalible a la hora de la seducción?
Peña: Creo que el humor es un arma de seducción muy grande. Para mí es muy erotizante alguien que tiene sentido del humor, porque está íntimamente ligado con la inteligencia. La belleza es subjetiva, y la verdad que eso nunca me calentó, pero si una gran personalidad, alguien que me movilice, inteligente, profundo, consciente. Creo que la mejor seducción es que uno sea como es, ser lo más honesto posible, y a medida que van pasando los años uno va siendo más honesto.
Vicuña: También la contención, el cariño, el respeto por el otro son cosas que, dicen, funcionan muy bien.

—El reality se compone por parejas de Argentina y de Chile, ¿hay maneras distintas de seducir dependiendo del país?
Vicuña: No, es bastante global la forma de encarar estas emociones tan básicas y universales como el amor, el deseo, el desamor, la traición. En ese sentido está lindo poder compartir los territorios, pero al final nos damos cuenta que estamos contando un cuento tan grande como hablar del amor. En ese sentido el programa se queda chico al lado de lo que significa hablar del amor, de los seres humanos. Porque si bien es un programa de entretenimientos, no deja de ser un superexperimento social y un espejo en el que todos nos vamos a sentir reflejados.