RESEÑA
El domingo terminó la primera temporada de la precuela de "Game of Thrones", que podría no regresar hasta 2024. Todo lo que se sabe.
Atención: esta nota tiene spoilers del capítulo 10 de House of The Dragon.
Pasan apenas unos instantes del final y en un rincón y otro del mundo, alguien googlea con cierta desesperación e intenta averiguar qué se sabe de la temporada 2 de House of the Dragon. No de la trama, no de los actores, sino del tiempo: ¿cuándo vuelve?, ¿tiene fecha de estreno?, ¿ya se rodó? O lo que es parecido: ¿cuánto habrá que esperar después de semejante final?
El capítulo de ayer fue el perfecto remate de un desembarco televisivo que creció lento, hasta tener al público absolutamente cautivado y comprometido con la causa. Hay, con el universo televisivo de Game of Thrones, algo de ritual global: aún cuando el episodio se había filtrado el viernes, el domingo la gran mayoría cumplió con la ceremonia de sentarse frente a la pantalla a la hora establecida (para Uruguay, las 22.00), observar, estremecerse y luego volcarse a las redes sociales a comentar, compartir, opinar. Los memes de House of the Dragon son capítulo aparte.
Ayer, entonces, se cerró la primera temporada de la precuela de Game of Thrones. Ambientada 200 años antes de los hechos ya conocidos, y basada también en una novela de George R. R. Martin (Fuego y sangre), la serie se enfoca en la casa Targaryen y sigue, una vez más, la disputa por el Trono de Hierro, esta vez en forma de choque intrafamiliar.
La temporada fue de menos a más, con un ritmo y un poder de seducción que se vio afectado, sobre todo durante la primera mitad, por los constantes cambios en el elenco. A medida que el tiempo de la narración pasaba, dos de los personajes centrales, el de la princesa Rhaenyra Targaryen y el de la reina Alicent Hightower, sufrieron cambios de actrices, y eso aplicó también para sus muchos hijos y algunos otros secundarios.
Hasta que el tiempo de la ficción se estableció definitivamente en la adultez de las antagonistas, entonces, todo fue terreno de preparación: presentación de figuras y roles, cambios en su desarrollo, conflicto de intereses y así. El principal: el del legado. El Rey Viserys (Paddy Considine), resignado a no tener hijos varones y, por tanto, herederos naturales de la corona, decidió que la sucesora fuera su primogénita Rhaenyra.
Pero nunca en la historia de Westeros hubo una reina mujer, y la novedad es vista como escándalo.
La tensión que dispara esta decisión se agudiza cuando, en su segundo matrimonio, Viserys finalmente tiene descendencia masculina. Aunque se mantiene firme en su deseo de que Rhaenyra sea reina, ni la familia de su esposa ni su entorno cercano ni las autoridades de mesas chicas parecen estar de acuerdo.
En el penúltimo episodio, la muerte de Viserys había derivado en la coronación de su hijo Aegon, proclamado rey luego de que Alicent (ahora Olivia Cooke) malinterpretara las palabras de su convaleciente marido, que a lo largo de los nueve episodios insistió una y otra vez con una visión referida a la Canción de Hielo y Fuego, la gran batalla que le dio sentido a buena parte de Game of Thrones.
Para el décimo y último, entonces, iba a empezar la guerra. ¿Pero a qué costo?
El final de temporada se ubicó casi que exclusivamente en Dragonstone y tuvo, en el centro, al ascenso de Rhaenyra, convertida ahora en la reina negra del título del episodio (“The Black Queen”). La respaldaron su esposo —y tío— Daemon (Matt Smith), su tía Rhaenys (Eve Best) y Lord Corlys Velaryon (Steve Toussaint), entre algunos leales lores y caballeros.
La escasez de recursos humanos ante el aparente poderío de los Hightower, ahora al mando, lo contrarrestaban los dragones, se dijo mientras se definían estrategias. Pero Rhaenyra, fiel sucesora del pacífico reinado de su padre, pretendió evitar la declaración de guerra aún cuando le acababan de usurpar el trono.
Ese juego de estrategias quedó en el medio de dos polos que marcaron la transformación definitiva del personaje de Emma D’Arcy y, de algún modo, el quiebre de House of the Dragons, finalmente una serie con personalidad propia más allá de una antecesora de vara muy alta.
El capítulo fue una demostración constante del poderío de Rhaenyra. Primero dio a luz antes de tiempo, en una escena de montaje vertiginoso que fue espejo de aquella brutal del primer capítulo, y que sirvió para dejar en claro que, a diferencia de la lección de su propia madre, el parto será muchas cosas pero no su campo de batalla. No, al menos, un campo de batalla que la pueda disminuir.
Después gestionó, ordenó, escuchó pero sobre todo, determinó. Y al final, cuando la vida le demostró que la buena voluntad es apenas una pieza ínfima en el engranaje del juego de tronos, renació como monarca feroz.
El final incluyó una persecución a lomo de dragón en medio de un cielo de tormenta, un despliegue de efectos especiales que no hizo más que expandir la grandilocuencia de esta factoría.
El público correspondió la entrega: con 9.3 millones de espectadores en televisión y streaming solo en Estados Unidos, fue el mejor final de temporada de una serie de HBO desde el final absoluto de Game of Thrones, en 2019. El estreno ya había sido récord, porque con fenómenos así pasa eso: se los espera con ansias, se los acompaña, se tiene paciencia y se los celebra como partido ganado. Ahora, hasta el otro campeonato.
¿Qué se sabe de la temporada 2?
La segunda temporada de House of the Dragon está confirmada y, cuando se la anunció, HBO manifestó la emoción que le generaba a la compañía "seguir dando vida a la épica saga".
Tendrá, como la primera, 10 episodios de alrededor de una hora cada uno. Será más sangrienta porque la guerra estará en el centro de la trama, pero los creadores también han manifestado su intención de aportar un poco más de humor.
“La segunda temporada tendrá el ritmo que la gente espera”, prometió en una entrevista con The Times el showrunner Ryan Condal. Se mantendrán los principales personajes y es de esperar que aparezcan nuevo.
En cuanto a la fecha de estreno de la temporada 2 de House of the Dragon, nada está dicho. La producción de los nuevos capítulos está en marcha, el rodaje —según trascendidos— comenzaría a fines de este año, y por lo ambicioso y complejo del trabajo en sí, se estima que el lanzamiento recién se dará en la primera mitad de 2024.
Si la referencia es Game of Thrones, cabe recordar que las temporadas se estrenaron cada un año, a excepción de la última, que llegó casi dos años después de su antecesora. En cualquier caso, habrá que esperar.