"House of the Dragon", capítulo 1: cómo fue y qué dejó el estreno de la nueva serie de HBO

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Milly Alcock como Rhaenyra Targaryen en "House of the Dragon". Foto: Difusión

RESEÑA

Se estrenó este domingo el primer capítulo de la serie derivada de "Game of Thrones", que se centra en la casa Targaryen; la reseña.

Atención: esta reseña tiene spoilers del episodio 1 de "House of the Dragon".

La humanidad se divide en dos formas de mirar la vida: la de aquellos que dicen que no hay que volver a los lugares donde se fue feliz y la de los que, por el contrario, creen que no hay nada como un regreso. House of the Dragon va directo al escozor de esa interrogante: ¿tiene sentido retornar a Westeros después de tantos años de dicha (y sinsabores) de la mano de Game of Thrones? ¿Puede ser que este viaje valga la pena?

Para contestar habrá que intentarlo, y en eso se embarcaron —nos embarcamos— ayer miles de fanáticos, con el estreno del primer episodio de House of the Dragon (HOTD en su sigla), el primer spin off sobre la muy famosa y popular Juego de Tronos. Se lanzó en HBO y en simultáneo en la plataforma de streaming HBO Max, donde cada domingo se podrá ver un nuevo capítulo. Serán 10 en total; terminará el 23 de octubre.

Esta nueva historia, también basada en una novela de George R. R. Martin (Fuego y sangre), y creada, escrita y parcialmente dirigida por Miguel Sapochnik (el hombre detrás de varios episodios emblemáticos de GOT), se ambienta unos 200 años antes de los hechos de la serie original y concentra su atención en las internas de la casa Targaryen.

Faltan, en concreto, 172 años para que nazca Daenerys Targaryen, y en el trono está el rey Viserys I Targaryen (Paddy Considine). Su gestión es buena pero hay problemas serios en torno a la sucesión del Trono de Hierro que acá literalmente lastima, corta, cuesta sangre.

Viserys está desesperado por un hijo varón que no llega, y convencido de que el bebé que espera su esposa solucionará todos sus males. Si el heredero no llega, sus mejores opciones van a ser un hermano siniestro, Daemon (Matt Smith), y una hija mujer, la princesa Rhaenyra (Milly Alcock y, para cuando crezca, Emma D'Arcy). Hasta entonces nunca, en la historia de los Siete Reinos, hubo una reina mujer.

Conocida la suerte de Daenerys Targaryen y su relevancia en el devenir de todo este universo, House of the Dragon insiste en subrayar el corte patriarcal de las monarquías de Westeros. Pasaron 11 años desde que Game of Thrones, la serie, llegó al mundo, y aunque la agenda de derechos cambió drásticamente a nivel global y el feminismo logró transformaciones sustanciales, quedó claro ayer que HOTD, en eso, no será complaciente.

El piloto incluyó las escenas de sexo y los desnudos que caracterizaron los primeros tiempos de GOT, más dos sacrificios femeninos: uno en un parto con violencia obstétrica a nivel criminal, y otro en el que la Mano del Rey, Otto Hightower (Rhys Ifans), envía a su hija adolescente a consolar al rey que acaba de enviudar. Alicent Hightower (Emily Carey y, en la adultez, Olivia Cooke) será fundamental en esta historia.

De la primera época de Game of Thrones, House of the Dragon también recuperó la masacre, cortesía de Daemon Targaryen y su Guardia de la Ciudad, con la que quiere enviar un mensaje claro a todos los habitantes de la región. El resultado son un par de carros repletos de partes de cuerpo humano, y alguna escena con sadismo en exceso. Eso, por extraño que suene, también es parte de la vuelta al lugar que tantas alegrías supo dar.

Y además están los dragones. Si en la original eran una especie extinta que resurgía casi que desde la misma muerte, acá las bestias están en su edad de oro, abundan y son espectaculares. Verlos volar, recorrer el reino desde su travesía, y escuchar términos como "Dracarys" le dan a House of the Dragon una impronta de regalo para los fanáticos, aunque con potencial —a priori— para captar nuevo público.

Después, lo que la serie ofreció en su estreno fue un drama político repleto de intrigas, tensiones y competencias, en un envase de espectacularidad que da cuenta de cómo han cambiado los tiempos y los presupuestos de 2011 hasta ahora. Las escenas de duelo de caballeros y el movimiento de la cámara en plena acción fueron un punto alto.

Paddy Considine será el Rey Viserys en "House of the Dragon". Foto: HBO
Paddy Considine será el Rey Viserys en "House of the Dragon". Foto: HBO

En cuanto al casting, que tendrá cambios a medida que avancen los capítulos y haya saltos temporales, la inclusión de Rhys Ifans (Un lugar llamado Notting Hill) como la Mano del Rey parece uno de los mayores aciertos. Matt Smith, a pesar de la melena albina y lacia, no está muy lejos de la gestualidad ofrecida en The Crown, pero tiene todo como para convertirse en uno de los grandes villanos de este universo ficcional. A los demás, juzgarlos por esta primera hora de aventura sería reducirlos.

Por lo pronto, la vuelta a aquel lugar feliz tuvo épica, tuvo nostalgia, tuvo un sinfín de guiños (¡la música!) y tuvo sorpresa. E inauguró, así, una nueva temporada del ritual de los domingos: el encuentro con un festín de sangre, pasiones, dragones y traiciones al que, está claro, HBO le puso todo para asegurarse un nuevo fenómeno. El tiempo dirá.

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