Redacción El País
Todo en Netflix en la región parece girar, por estas horas, alrededor de La sociedad de la nieve. Posicionada como la película de la plataforma más vista a nivel mundial hoy, el largometraje de J. A. Bayona ha despertado el interés masivo en un público que, otra vez, se volcó hacia la historia uruguaya más universal, instalada en la conversación pública hasta en círculos políticos.

Pero Netflix, cada vez más parecido a un mar infinito, no se acaba en un formato ni un fenómeno. Y para cuenta de eso está Engaños, que desde su estreno el 1° de enero de 2024 se convirtió en la serie más popular del servicio a nivel global. Encabeza el ranking de series en 73 países y eso incluye a Uruguay, las Américas completas y buena parte de Europa, entre destinos más exóticos y según los datos de la medidora FlixPatrol. Y se basa en una fórmula ganadora.

Adaptación de uno de los best sellers de Harlan Coben, maestro moderno de la novela de misterio y suspenso con varios títulos disponibles en librerías locales, Engaños es el último eslabón de un acuerdo millonario.

En 2018, Coben (62), escritor de Nueva Jersey que se estrenó en la literatura en los noventa y lleva vendidos más de 80 millones de títulos, firmó un contrato a cinco años con la compañía, que lo renovó en 2022. El negocio establece la adaptación de 14 de sus novelas a producciones audiovisuales de orígenes varios; de momento, la “Colección Harlan Coben” tiene ocho integrantes en la plataforma.

El último, Engaños (Fool Me Once) sigue los pasos de Safe (2018), No hables con extraños (2020) y Quédate cerca (2021), que son producciones en inglés; Bosque adentro (2020) y Ni una palabra (2022), polacas; la española El inocente (2021) y la francesa Por siempre jamás (2021). Comparten característica y mérito: son todas miniseries y todas supieron estar en el Top 10.

Combinan un par de factores que parecen ser la explicación más reduccionista de su éxito: una interminable red de secretos que abrirá tantas especulaciones como sorpresas en su desenlace, y una duración limitada.

Para el caso de Engaños, todo se ajusta a ocho episodios de poco menos de 45 minutos cada uno que abren y cierran la historia sin cabos sueltos ni necesidad de prolongaciones.

Es la historia de Maya Stern (Michelle Keegan), una exmilitar que todavía está arrastrando las secuelas de una traumática salida del ejército y del crimen a sangre fría de su hermana Claire (Natalie Anderson), cuando su marido Joe (Richard Armitage) es asesinado ante sus ojos.

Cuando a horas de haber enviudado Maya divise a su esposo en las imágenes de una cámara de seguridad instalada en su casa, la serie dará pie a una investigación por saber la verdad, y a las revelaciones de un guion que hace sus esfuerzos por mantener la intriga a tope.

En simultáneo, la madre de Joe y matriarca de un imperio farmacéutico, Judith Burkett (Joanna Lumley), es perfilada como una potencial sospechosa, mientras que una tragedia ocurrida en tiempos adolescentes de Joe —y que incluyó la muerte de uno de sus hermanos, Andrew, en circunstancias bastante dudosas— late como amenaza de bomba nuclear.

Entre Maya, los Burkett y algunas conexiones como personajes secundarios, completan el cuadro otras figuras. Ahí andan el subinspector Sami Kierce (Adeel Akhtar), que arrastra sus propias experiencias traumáticas mientras investiga la muerte de Joe y experimenta problemas de salud; Shane Tessier (Emmet J. Scanlan), ladero de Maya en el ejército y un protector con aura intimidante; y la familia de Claire, la fallecida hermana de la protagonista. Mientras el viudo Eddie (Marcus Gravey), alguna vez investigado por el homicidio, se hunde en el alcoholismo y la depresión, sus hijos adolescentes echan mano a la memoria de su madre para descubrir que el árbol genealógico les guarda la sorpresa de un medio-hermano hasta ahora desconocido.

Así, la trama de Engaños se construye como la incansable búsqueda de respuestas a, por lo menos, cinco preguntas: ¿quién mató a Joe y por qué?, ¿quién mató a Claire y por qué?, ¿qué le pasó a Maya en el ejército?, ¿qué ocurrió en la adolescencia de Joe?, ¿y qué secretos esconden los Burkett? Son los caminos hacia el misterio mayor: ¿cómo es que todo eso se termina conectando y con qué golpe será resuelto?

Creada por Danny Brocklehurst, quien ya estuvo en tres de los anteriores proyectos de la colección de Netflix (y trabajó con Keegan en Brassic), la serie británica tiene 7 puntos de aprobación en IMDb, una cifra respetable de la que las producciones de Coben suelen andar cerca. Es el reconocimiento que confirma el talento de saber contar buenos thrillers y aprender a reconvertirlos en un nuevo éxito.