Como si fuera uno de los vehículos que piloteaba, los primeros episodios de la serie Senna se mueven a 300 kilómetros por hora, con adrenalina, vértigo y carreras impresionantes muy bien filmadas. Los últimos tres, centrados en la etapa consagratoria del piloto, pierden ese ritmo, intensidad y dinamismo. Las carreras y la rivalidad con su colega de escudería, el francés Alain Prost (Matt Mella), se llevan la mayor parte del metraje. Se cuenta hasta su muerte en Imola (Italia), en una carrera llena de premoniciones de un destino fatal.
Esa es la base de la producción de Netflix de seis episodios que llegó a la plataforma luego de cinco años de iniciada suproducción, con grabaciones que incluyeron Uruguay, Argentina, Brasil y Reino Unido.
Ayrton Senna Da Silva, "Beco" para su familia (interpretado por Gabriel Leone), quería ser piloto desde que era un niño, y cuando su padre le regaló un kart, comenzó a competir. En esa categoría, el pequeño Da Silva se impuso a corta edad, y si bien tenía un futuro prometedor, su familia lo veía como un hobby y no una profesión a desarrollar.
Más adelante, su matrimonio y llegada a Inglaterra, como siguiente paso en su anhelo por convertirse en el mejor del mundo, chocan mientras compite en la Fórmula Ford. Senna, eso sí, es una serie sobre la carrera profesional del piloto y no tanto sobre su vida privada, que se muestra pero siempre y cuando esté relacionada con la profesión. Poco se muestra de su relación fallida, sus creencias o e su faceta de filántropo; para todo eso, mejor ver el documental Senna, también de Netflix y de Asif Kapadia.
En la miniserie de ficción, al piloto se lo muestra como un apasionado del deporte cuya vida gira únicamente en torno al automovilismo, como un necio que maneja al límite (sin profundizar en su necesidad de ser el mejor) y cuyo leitmotiv es "el mejor se resuelve en la pista". Y se abordan sus primeros enfrentamientos, que comienzan cuando tiene que luchar contra los prejuicios eurocentristas de las escuderías hacia los pilotos sudamericanos, y una prensa que aprovecha pequeñas rivalidades para llevar esos líos a primera plana.
Laura Harrison, la periodista inglesa de origen brasileño que interpreta Kaya Scodelario y quien se vuelve su amiga y confidente, oficia como hilo conductor en el relato de la carrera del piloto. Otros personajes que funcionan como consejeros en momentos de decisiones son un comentarista radial y un fotógrafo que siguen a Senna desde sus inicios en Inglaterra.
Los primeros episodios se centran en la lucha interna de Senna, que se divide entre el mandato familiar y sus propios sueños. El piloto viaja rumbo a Inglaterra para correr en la Fórmula Ford, con la promesa de ganar y volver a su país para ir a la universidad y hacerse cargo de la empresa de su padre; lo acompaña su esposa, a quien Inglaterra no le gusta nada: no le convencen ni el clima ni su gente, ni sus colegas ni la prensa.
Senna logra el objetivo, se corona campeón y, con lágrimas en los ojos, vuelve a Brasil. Pero la vida de oficinista no es lo suyo y una buena oferta lo impulsa a volver a la pista.
De vuelta en Europa y ya con un matrimonio derrumbado, pasa por la Fórmula F2000 y la F3 —años que la serie resume en pocos segundos—, y la llegada a la Fórmula 1 es un paso inevitable. Su lucha para conseguir una plaza en ese mundo, así como los cambios de escudería para encontrar el mejor auto y motor, también son mostrados con rapidez: los 10 años que Senna pasó en la F1 entran en apenas un episodio y medio.
Con esa misma velocidad se cuenta su vida privada. La decisión de correr con el apellido de su madre, así como sus conocidas relaciones sentimentales con sus parejas Xuxa (Pâmela Tomé) y Adriane (Julia Foti), su última novia, no llegan a extenderse por más de un capítulo, y nunca entran en detalles más allá de conversaciones triviales, escapadas románticas y alguna decepción.
Polémicas y escándalos son dejados de lado, una decisión que posiblemente explica la participación de su familia en la toma de decisiones sobre esta historia.
El mundo en Uruguay
Las carreras se filmaron en Uruguay, Argentina e Inglaterra, las escenas de playa en locaciones Brasil, y buena parte del mundo que se muestra en la serie, también se filmó en suelo uruguayo.
Si pausa en el minuto 14 del tercer episodio, por ejemplo, podrá ver cómo una de las salidas del Palacio Legislativo se convierte en un edificio parisino. O verá cómo el Club Uruguay, con su inconfundible escalinata de mármol blanco, se transforma en la sede de la FIA en el quinto episodio, y cómo Canelones y sus viñedos se camuflan como la campiña italiana durante un viaje maratónico de los primeros capítulos. También el antiguo aeropuerto de Carrasco aparece unos segundos, durante la primera carrera de Senna en Mónaco.
En la piel del piloto está Gabriel Leone. El brasileño de 31 años que ha sido parte de la telenovela Verdades secretas de Globo, de la serie Dom de Prime Video y de películas como Ferrari de Michael Mann, le aporta el carisma necesario, junto con una mirada melancólica que se aprecia en sus conversaciones telefónicas con su familia antes de cada carrera.
Pero ni en esa melancolía Senna termina de profundizar. Ágil y dinámica, con una buena reconstrucción de época y una recreación de los automóviles que sabrán apreciar los fanáticos, la miniserie sobrevuela todos los asuntos que rodean a la figura de este piloto pero no termina de detenerse en ninguno. Las carreras a toda velocidad son su mayor mérito y el espectador disfrutará de quedar al borde del sillón y de llevarse, al final, al menos una idea de quién fue esta leyenda.
-
Estrenan épico tráiler de "Senna", la nueva serie de Netflix que se filmó en Uruguay sobre el ídolo de F1
"Senna", la miniserie sobre el campeón de Fórmula 1 que se filmó en Uruguay, tiene fecha de estreno en Netflix
Un festival sostenible, cantan María Becerra, Pimpinela, mucho teatro y más cosas para hacer en la semana