ESTRENO

Entre las novedades que trajo el mes de abril al catálogo de Netflix se encuentra la segunda temporada de la serie documental Andes Mágicos del realizador uruguayo Luis Ara.

Estrenada a finales de 2019, los seis episodios de la primera temporada contaba varias historias de vida y su conexión con la majestuosa cordillera sudamericana. Su fotografía, personajes y calidad de producción, la convirtieron en un éxito en muchos países de América latina.

El ser tendencia y estar entre las producciones más vistas de la plataforma hizo que la productora pudiera pensar en una segunda temporada. “La duda era si lo hacíamos en pandemia o esperábamos a que pasara. Claramente no esperamos y así se inició el periplo”, dijo el realizador, productor y guionista de Andes Mágicos, Luis Ara a El País.

Con el compromiso asumido de una segunda temporada, el equipo comenzó a buscar nuevos lugares y personajes para continuar la historia. Entre esos destinos a los que no habían podido ir antes está Venezuela, que ahora tiene un lugar entre los cuatro episodios de leste nuevo envío.

Con la pandemia en la región, Ara y su equipo pensaron que no podrían hacer la serie, pero “con cabeza, ingenio y algo de riesgo”, decidieron hacerla igual.

Al principio pensaron que podían esperar hasta setiembre, por si mejoraba la situación sanitaria. “No lo hubiéramos hecho nunca porque estamos en abril y la cosa sigue igual. Entonces, lo que nos movió fue no esperar lo que iba a pasar con la pandemia. Teníamos que aceptar que esta es la nueva realidad, de la que no sabemos cuándo va a terminar, entonces tenemos que filmar ahora”, dijo el director y guionista.

Así, se les ocurrió acudir a los contactos en los distintos países donde ya trabajaron con Andes mágicos y decidieron que se podía producir en Uruguay y filmar en cada país. “Eso fue lo que hicimos y dio resultado”, dijo Ara.

El delegar la filmación a equipos que trabajaban a miles de kilómetros de distancia no fue sencillo de implementar.

“Cuesta imaginarse lo complejo que es producir algo así. Tenés que pensar que estás en lugares que son muy distantes unos de otros: son 8.500 kilómetros de un continente, de sur a norte. Y cada uno de esos lugares queda en lugares remotos, no es que fuimos a filmar a Santiago, Mendoza o La Paz. Cada uno de los pueblos requiere muchas horas de viaje, dificultades logísticas y geográficas y en muchos lados ni siquiera hay señal de teléfono. Entonces a nivel de producción fue muy complejo, pero hoy no puedo decir más que gracias”, reconoció el realizador.

El equipo en Uruguay sabía por su experiencia en el terreno qué lugares filmar, “sabíamos qué iba a pasar cuando se llegara a algún lugar, cómo filmar la montaña, cómo filmar el personaje a entrevistar, cómo mostrar su estilo de vida, hacer las entrevistas, cómo fotografiar los paisajes, y tenemos un equipo de producción local muy bueno que entiende mucho de esto y así lo pudimos sacar adelante”, dijo Ara.

Después de muchas horas de capacitación a distancia, entre llamados y coachings, la productora delegó la filmación a cada equipo.

El resultado ya está en Netflix, así como otras cuatro películas de Ara: Guatemala: corazón del mundo Maya, Perú tesoro escondido, Alexis Viera: una historia de superación y Por siempre Chape. Antes también integraron el catálogo: Gonchi y 12 horas 2 minutos, también dirigidos por Ara.

“La verdad que hemos tenido la suerte de estrenar bastantes documentales en Netflix y hoy el mundo de las plataformas está buscando mucho contenido, así que para nosotros es ideal seguir produciendo”, dice Ara quien se define como en constante movimiento y con muchos proyectos en desarrollo, buscando el siguiente objetivo.

“Eso hace que cuando terminás algo que a priori es un descanso, ya estamos con otro proyecto que estaba en otra instancia y ahora está listo para filmar o producir. Es como una filosofía: queremos hacer muchas cosas y buenas, entonces tratamos que la rueda nunca pare”.

Ya se trate de largometrajes o series documentales, las historias de Luis Ara tienen como denominador común la resiliencia y la superación personal. “También la conexión del ser humano con sus instintos más íntimos, para mostrarlo desde su esencia”, dijo Ara.

“Creo que eso es lo que se ve en Andes mágicos: el ser humano en su entorno de una manera diferente. Creo que las películas que me ha tocado hacer tienen que ver con la superación, la resiliencia, y valorar la vida. Porque la valora quien sufrió, pero también quien se toma el tiempo para apreciar lo que es vivir, apreciar la naturaleza, a nuestro seres queridos, y siempre intentar superarse”, dijo.

La industria audiovisual cambió con la pandemia, y los viajes por reuniones para presentar proyectos se sustituyeron por charlas de Zoom. “Es muy desafiante, pero como todo en la vida, los que se adaptan y tratan de buscarle soluciones son los que consiguen llevar las cosas adelante”, dice Ara, el director uruguayo con más producciones en Netflix.