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Netflix atraviesa un momento difícil luego de que anunciaran una significativa pérdida en la cantidad de suscriptores y una disminución radical en el precio de sus acciones. En medio de esta situación, el anuncio de la cancelación de una de las series favoritas de los usuarios destapó un problema interno con despidos y reclamos de algunos empleados. 

Los motivos detrás de este tipo de decisiones suelen variar. Si bien la mayoría de las veces se debe a los altos costos de producción, en esta ocasión se trató de una decisión empresarial. El despido de Bill Rinda, quien se desempañaba como jefe de Liderazgo Creativo para Animación Original y director de Desarrollo en Netflix, derivó en la cancelación de la serie City of Ghosts.

La serie tuvo una gran recepción no solo por parte de la crítica sino del lado de la audiencia. El portal Rotten Tomatoes calificó a la primera temporada con un 100/100 y la audiencia con 88/100. Por su parte, IMDb le puso un 7.2/10 a nivel general y logró convertirse en una de los contenidos originales mejores puntuados de Netflix.

Animada, para chicos y con un matiz pseudo documental narra las aventuras de un grupo de niños que descubren distintas historias sobre la ciudad en la que viven comunicándose con los fantasmas que habitan los rincones de las calles. 

Creada por Elizabeth Ito —la mente detrás de varios episodios de Hora de aventura y Phineas y Ferb— atrajo a millones de usuarios en todo el mundo con apenas seis episodios de no más de 20 minutos cada uno. Pese a su cancelación, todavía está disponible dentro de la plataforma de streaming.

Ahora, con la salida de Rinda, la serie llegó a su fin y eso avivó la llama del descontento. Según que informan medios especializados estadounidenses, los artistas y animadores de contenidos para niños se manifiestan hace varios meses en contra de las prácticas de Netflix y aseguran que no logran recibir los datos precisos de cuántas visualizaciones y costo tienen sus producciones.