That ‘70s Show, que en Uruguay fue de las primeras cosas interesantes para ver cuando la televisión por cable llegó a Montevideo en la segunda mitad de la década de 1990. Era llamativa y terminó siendo de culto gracias a la originalidad de su planteo, inéditos chistes de marihuana y un elenco de un montón de futuras estrellas.
La premisa de la serie era seguir la vida de seis adolescentes de Point Place, Wisconsin. En ocho temporadas entre 1998 y 2006, abarcaba desde el 17 de mayo de 1976 y el 31 de diciembre de 1979.
Se los seguía en sus tropiezos amorosos, las torpezas propias de la adolescencia y unas parrandas en un sótano cargado de una espesa niebla de porro. Era bastante atrevida.
El elenco lo integraban Topher Grace, Mila Kunis, Ashton Kutcher, Danny Masterson, Laura Prepon y Wilmer Valderrama; Debra Jo Rupp y Kurtwood Smith eran los adultos responsables.
Todos -menos Masterson que está en juicio acusado de tres cargos de violación- tienen apariciones en The ‘90s Show, la secuela de aquel The ‘70s Show que Netflix estrenó esta semana. Sus entradas son recibidas con aplausos. Rupp y Smith figuran, además, como productores ejecutivos.
La idea de reciclar la propuesta fue de Netflix que se apersonó ante Bonnie y Terry Turner , los creadores de la original. Poco convencidos y después de que la plataforma les rechazara una primera idea, los Turner recurrieron a Gregg Mettler (quien había escrito para la otra y también para 30 Rock) para que oficiara de showrunner
“Quería tener la misma sensación de That ‘70s Show”, le dijo Mettler a la revista Variety. “La serie tenía un tono muy especial. Era juguetona, tenía corazón, era sarcástica y estaba llena de amor dentro de esta familia, dentro del grupo de amigos. Extrañaba estar en el sótano con estos pibes”.
Ahora Eric (Grace) y Donna (Prepon) están casados y tienen una hija de 15 años, Leia (Callie Haverda) que se llama así porque su papá sigue siendo un nerd amante de Star Wars. Red y Kitty, o sea los Forman, los padres de Eric aún viven en Point Place.
Leia conoce a la vecina, Gwen (Ashley Aufderheide) que es fanática de Alanis Morrisette, a su hermano, Nate (Maxwell Acee Donovan), a su novia Nikki (Sam Morelos) y sus amigos Ozzie (Reyn Doi) y Jay (Mace Coronel). Todos representan arquetipos muy similares a los de la primera.
Jay, de hecho, es el hijo de Kelso (Kutcher) y Jackie Burkhart (Kunis) quien en el cierre de la serie original, salía con Fez, un divertido Valderrama que acá repite personaje pero ya no es tan gracioso. Fez es el dueño de una cadena de peluquerías en la ciudad, un giro interesante.
Entusiasmada con sus nuevos amigos, Leia le pide a sus padres que le dejen pasar el verano en lo de sus abuelos, quienes mantienen la buena onda y el sarcasmo crudo como parte de la dieta familiar. El sótano está intacto como la fórmula, el escenario y algunas de las situaciones.
Es claramente, un ejercicio de nostalgia que es capaz de reflejar una era no sólo de los personajes sino también de los espectadores.
“Lo que yo sabía que iba a encantarle a mamá y a papá, es que los noventa fueron la última época en el que la gente miraba hacia el frente, y no estaba todo el tiempo con la vista abajo hacia sus celulares”, dijo a Variety, Lindsay Turner. “Fue el último momento en el que hubo una suerte de compromiso real, en el que tenías que trabajar para armar tu propia diversión, y en el que realmente podías conectar con la otra persona”.
El tono general es el de la original y hay algo analógico en el tema y la presentación de The ‘90s Show que tiene adolescentes de ahora comportándose como miembros de la generación X. Por momentos uno se olvida la ubicación temporal de la serie.
Se usan las mismas transiciones de la original y hasta la rutina del círculo de amigos mostrado con el mismo recurso de cámara y los chistes van por el mismo camino amable y sanitario con tímidos dobles sentidos.
Los más divertidos son Smith y Rupp pero temo que eso sea identificación más o menos generacional.
“Muchas personas me han dicho que vieron That ’70s Show con sus hijos, y se formó una comunicación que antes no existía”, dice Rupp en declaraciones cedidas por Netflix. “Y espero que eso se repita con That ‘90s Show: que haya una generación diferente y niños nuevos, y que tenga el mismo tipo de efecto. Eso es realmente lo que espero”.
La simpatía está intacta y aunque uno espera siempre algo más que la fórmula conocida, los productores de That ‘90s Show fueron por lo seguro. Y ahora esperan que vuelva a funcionar.