Alicia García de Francisco / EFE
De nuevo, todo comienza con un asesinato en Only Murders in the Building, pero la tercera temporada, que llega hoy a Star+, tiene más humor y aún más locura que las dos primeras, además de colaboraciones estelares —Meryl Streep— y un gran trío protagonista que funciona como reloj.
Selena Gomez, Steve Martin y Martin Short se convierten de nuevo en los vecinos detectives que viven en el Arconia, un clásico edificio de apartamentos del Upper West Side neoyorquino, que en este caso comparte protagonismo con un teatro.
Es en el estreno de una obra teatral dirigida por Oliver (Short) donde la historia empieza en esta nueva entrega de una serie que combina comedia y thriller, y en la que esta temporada introduce de manera inteligente el teatro y la música como nuevos elementos que permiten incorporar renovados y destacados personajes.
Meryl Streep interpreta a Loretta Durkin, una actriz que pese a su edad nunca ha conseguido una oportunidad y que es tan dulce como inocente. ¿O no?
Porque de nuevo, la serie juega con las falsas apariencias y con las múltiples sospechas que van saltando de uno a otro de los numerosos posibles asesinos. Un esquema muy al estilo de las novelas de Agatha Christie, al que añaden una gran dosis de humor absurdo.
Junto a Streep, en los nuevos capítulos aparecen otros rostros conocidos como los de Paul Rudd (o sea Ant-Man), como una estrella de Hollywood que va a debutar en Broadway en la obra dirigida por Oliver, pero muere en la primera escena del primer capítulo de esta tercera temporada. Amerita el spoiler.
O Jesse Williams (Grey’s Anatomy), como un documentalista que se une a Mabel (Gomez) en la investigación del asesinato. Y Ashley Park, una de las protagonistas de Emily in Paris, como una tiktoker que también participa en la obra de teatro.
Es un amplio elenco —también aparece Mathhew Broderick y regresan Jane Lynch y Tina Fey—, que marca otra de las características para esta serie dado su proceso de apuntar y eliminar sospechosos en el transcurso de la historia.
Y todo se desarrolla en una locura detrás de otra, con el trío protagonista como perfectos directores de una orquesta llena de grandes solistas, especialmente Meryl Streep, que vuelve a demostrar porque es la mejor actriz de la historia reciente. Y también cómo elige sus proyectos para divertirse.
Como ya probó cuando aceptó protagonizar la adaptación cinematográfica del musical Mamma Mia!, para Streep es posible elevar la categoría de cualquier estilo, papel o proyecto y eso es lo que hace en esta serie.
En una tercera temporada que ha sido capaz de mantener el ritmo, el interés y la frescura que ha hecho de esta serie una de las más populares de la plataforma, son 10 los episodios y en cada uno de ellos hay una sorpresa, una aparición inesperada o un gran número musical.
Al menos en los ocho primeros, que son los que Star+ ha proporcionado a la prensa, para guardar el secreto de quién es el asesino hasta el final y para todos.
Porque si hay algo claro con esta serie es que su principal objetivo es entretener, y lo logra con creces y con un lujoso envoltorio cuidado hasta el más mínimo detalle, ya sea en los decorados, en los trajes, en la producción o en las fantásticas interpretaciones.
Creada por Steve Martin, Dan Fogelman y John Hoffman, la serie ha acumulado 28 nominaciones a los Emmy en sus dos primeras temporadas —consiguió tres galardones—, así como siete a los Globos de Oro o cinco a los Critics Choice Awards. Y por las casas, pasillos y ascensores del Arconia han pasado nombres tan populares como los de Sting, Shirley MacLaine, Jimmy Fallon, Amy Schummer, Nathan Lane o Cara Delevinge. La apuesta es grande y los elementos, otra vez, están a la altura.