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Los actores presentes en el Festival de cine de Venecia hablan de la serie que llega el lunes a HBO Max y se basa en la historia de Ingmar Bergman
Oscar Isaac y Jessica Chastain invierten los roles de género en la adaptación de Escenas de la vida conyugal, la serie original de Ingmar Bergman de 1973 que presentaron en el Festival de Cine de Venecia y que estrenará HBO Max el 13 de setiembre.
El actor hace triplete en esta Mostra ya que también protagoniza la película The Card Counter de Paul Schrader, que compite por el León de Oro, y Dune, la superproducción de ciencia ficción de Dennis Villeneuve, que se presentó este viernes fuera de concurso.
“Me siento abrumado”, admitió Isaac en rueda de prensa, “ahora estoy rodando en Budapest (la serie Moon Knight) y me ha dado mucha energía venir aquí a compartir estos proyectos que han estado retenidos tanto tiempo”, por el covid.
Isaac y Chastain son amigos desde la universidad y habían trabajado juntos en películas como A Most Violent Year (2014) de J.C. Chandor, lo que les daba muchas ventajas a la hora de abordar esta nueva versión de Escenas de la vida conyugal que ha escrito y dirigido Hagai Levi (In Treatment, The Affair).
“Ha sido una bendición en el sentido de que hay una confianza inmediata y sabes que puedes ser completamente honesto”, ha dicho Chastain, “pero también es complicado porque a veces necesitabas un descanso. Nosotros estamos todo el rato leyéndonos la mente y era como: ‘sal de mi cabeza ya’”. Isaac coincide: “Es genial no tener las preocupaciones habituales cuando vas a hacer un trabajo tan íntimo, pero por otro lado es muy intenso y te preocupas tanto constantemente por el otro que es difícil tener tu espacio”.
Levi reevalúa los dilemas que planteaba la serie original -el amor, el deseo, la fidelidad, la convivencia en el matrimonio y el divorcio- a través de la mirada de una pareja estadounidense contemporánea y en la que se invierten los papeles.
Si en la serie original era él el infiel y el que llevaba el dinero a casa, aquí es ella. Mira es una ejecutiva tecnológica ambiciosa y segura de sí misma que no se siente satisfecha con su matrimonio, y Jonathan un profesor de filosofía cerebral y complaciente desesperado por mantener su relación.
“Durante años pensé que hacer una adaptación no tenía sentido, pero la idea de invertir los roles me hizo ver que tenía un ángulo nuevo y era un experimento de género muy interesante”, señaló Levi.
Isaac ha manifestado su deseo de que la serie resuene en el espectador y que se sienta honesta. “Que haya alguna catarsis sobre lo que significa una relación”, dijo, “la convivencia a veces es increíble y sublime y otras te quieres matar si tienes que volver a hablar con esa persona, creo que es algo con lo que muchos podrán conectar”.
Para Chastain, lo más interesante ha sido el experimento de género y la exploración de lo que significa ser mujer y madre hoy “en términos de salario, de quién sustenta la familia o la relación con el sexo”, muy diferentes a la época de Bergman. También cuenta: “Hagai me pedía que escribiera un diario matutino para compartirlo con él,y era duro volver a casa y dejar el trabajo fuera porque parte de mi misma estaba ahí”.
Otra diferencia con respecto a la original, según Levi, es que aquella serie fue un ataque en toda regla a la institución del matrimonio. “Hoy el matrimonio ya no es una institución, ha sido tan atacado que en todo caso sentía que debía tender a lo contrario, subrayar que una separación también es algo muy traumático”, reflexiona.