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La nueva temporada de la serie británica protagonizada por Cillian Murphy se estrenó hoy en el servicio de steraming
Ya sea por la magnífica introducción y la canción “Red Right Hand” de Nick Cave; por su trama sobre el mundo de mafiosos en la Inglaterra de inicios de siglo; por su elenco integrado por Cillian Murphy, Sam Neill, Tom Hardy y Adrien Brody; o por su calidad como serie —la fotografía, producción, ambientación, esos magníficos planos lentos acompañados de rock—, todo es excelente en Peaky Blinders, uno de los estrenos esperados del año y que desde hoy sumó su quinta temporada al catálogo de Netflix.
Al ser solo seis episodios de una hora por temporada, esta quinta tanda es una maratón obligada para fanáticos para este fin de semana.
El hombre detrás de esta ficción es Steven Knight, quien ya se ha encargado de contar historias de mafiosos, como en Promesas del Este (David Cronenberg, 2007), que le valió una nominación al Óscar a mejor guion; que además dirigió la reciente Obsesión con Anne Hathaway y Matthew McConaughey, y también tuvo tiempo para crear el programa ¿Quién quiere ser millonario? y la serie Taboo que protagoniza Tom Hardy.
Robo de joyas, túneles secretos, venganzas, apuestas ilegales y enfrentamientos con mafias rivales. Peaky Blinders tiene todo lo necesario para ser una serie de culto a la altura de producciones más conocidas por estos lados como Game of Thrones, Breaking Bad o Los Soprano. Y, al igual que estas otras, también comparte un antihéroe como protagonista. Sí, Tommy Shelby (un magnífico Cillian Murphy) es muchas cosas a la vez: veterano de guerra, jefe mafioso, padre afectuoso, ahora parlamentario, y también uno de los mayores criminales del Reino Unido.
Todo está ambientado en las primeras décadas del siglo XX, pero musicalizado por bandas actuales como Arctic Monkeys, PJ Harvey, David Bowie, Johnny Cash, Radiohead y The White Stripes.
Desde su estreno en 2013, la serie británica de la BBC ha ido sumando seguidores en cada temporada. Han sido los responsables de hacer tan exitosa a esta producción, comentando en redes sociales cada paso del drama, mientras los Shelby afianzan su poder ante clanes rivales.
Peaky Blinders se centra en el líder de la banda, Tommy, el hijo del medio de la familia Shelby, quien tiene que liderar a los Peaky Blinders del título, un grupo mafioso que vive en Birmingham (Inglaterra) y se encargan de varios ilícitos en la zona: apuestas clandestinas, venta de alcohol, drogas, vendetas. Nada se les escapa a los chicos, mientras Tommy lidia con su enorme y conflictiva familia. Arthur (Paul Anderson), su hermano mayor, siempre vivió en la sombra de Tommy, aunque ha demostrado ser más que el brazo ejecutor de su hermano, que el líder por derecho de sangre. Eso se debe a que Tommy es un líder nato; y Arthur, quien le ha tenido celos desde siempre, intenta vivir como puede con este complejo de inferioridad.
También está Polly Gray (Helen McCrory), quien durante la Gran Guerra se ocupó de los negocios familiares. Y allí radica el otro atractivo de la serie, que cuenta y sobre todo muestra las consecuencias que dejó la Primera Guerra Mundial en esos hombres que fueron a las trincheras. Y en ese mundo delictivo fue Polly, la matriarca de la familia, la que toma las riendas del imperio, esperando que sus tres sobrinos regresaran. Y cuando lo hacen, llegan con las heridas emocionales de haber vivido una traumática situación. Porque los hombres volvieron destrozados del conflicto, y Peaky Blinders también muestra esas consecuencias. Fue Polly la que se encargó de mantener el negocio a flote, y con el regreso de Tommy comienzan los roces por el liderazgo. Aunque con el correr de las temporadas, la balanza termina del lado de Tommy.
Si bien es una serie histórica, Peaky Blinders se toma algunas licencias históricas que más vale no revelar, aunque son notorias. Aunque todo se perdona cuando se trata de un fenómeno mundial de la televisión.
Breve repaso por la cuarta temporada de "Peaky Blinders"
Por tratarse de una serie encadenada, cada temporada influye en la siguiente, que siempre termina con un cliffhanger que se resuelve, o sirve de excusa para, la temporada siguiente. La cuarta temporada de Peaky Blinders había comenzado con la familia de Tommy en prisión; y con el líder de la banda intentando rescatarla. Entre medio apareció un nuevo villano para el clan: Luca Changretta (un terrible Adrien Brody), el asesino italiano de la Mano Negra enviado para liquidar a la familia. Como siempre, todo se resuelve en medio de un baño de sangre y con varios muertos.
También, por tratarse de una serie que tiene una base histórica, se introducen temas reales, como el comunismo. Ese movimiento político es la excusa para que Tommy entienda que el barrio le quedó chico, y ahora decida ir por todo, e intente llegar al Parlamento británico. Y si bien esa vida cuasi señorial, de escritorio, es recriminada por algunos de sus allegados, todos sabemos que a Tommy lo que le gusta es la adrenalina, los negocios riesgosos y esa sensación que solo parece lograrse cuando uno mismo termina, literal y metafóricamente, con sus problemas.
Poco a poco, además de apuestas y venganzas, la serie se adentra en la mente de los personajes; el peso de haber matado o el sentimiento de culpa, también son ingredientes de esta ficción que regresa luego de dos años de ausencia. Para los fanáticos y quienes ahora la descubren, son buenas noticias.
Una serie que, ya confirmó, que tendrá más temporadas
Hoy se estrena la quinta temporada de Peaky Blinders en Netflix, y su creador, Steven Knight dijo que se está trabajando en dos, o más temporadas. “Definitivamente haremos la sexta”, le dijo Knight a Birmingham Press Club, aunque la BBC por ahora no confirmó.