Redacción El País
Finalmente llegó el día del estreno de Margarita. Tras una larga expectativa, acrecentada la semana pasada con la celebración del Cris Morena Day, se estrenó la nueva serie de Cris Morena, que lanzó sus primeros cinco episodios en exclusiva en la plataforma Max.
Se trata de un spin off del éxito Floricienta, que se filmó íntegramente en Uruguay y recupera a las villanas Delfina y Malala, encarnadas por Isabel Macedo y Graciela Stéfani respectivamente, y suma a toda una nueva camada de personajes. Entre ellos, claro, a Margarita, la protagonista de esta historia, que es la joven actriz Mora Bianchi en su primer rol trascendental.
Como era de esperar, la presencia uruguaya se hace sentir. No solo en la producción de Cimarrón o en los paisajes fácilmente identificables (la Rambla, Carrasco, el hotel Sofitel y así), sino también en varias caras conocidas para el público charrúa. Solo en los dos primeros episodios aparecen Soledad Gilmet, reciente incorporación de la Comedia Nacional; Rafael Beltrán, actor de teatro y cine, o Juan Manuel Outeiro, quien estuvo en La Voz y ha sido parte del elenco del musical Rent en Buenos Aires, entre otros.
Pero una de las presencias que se roba las miradas es la de Fernando Vilar, en una inesperada participación como actor. El periodista, exinformativista de Canal 4 y uno de los más populares de su generación, interpreta justamente a un periodista en el primer capítulo.
Vilar tiene varias escenas con Macedo, la villana de Floricienta que no ha abandonado sus malvados hábitos. Aquí es la responsable de Hangar Soho, un espacio para desarrollar jóvenes talentos. La participación de Vilar, que llega a la mansión de Delfina para realizarle un reportaje que sirve para poner en contexto su presente, incluye algunas líneas de diálogo y unos cuantos minutos del piloto, que dura poco más de media hora.
Mediante esa nota, se realiza la conexión entre Floricienta y Margarita. Allí, el personaje de Delfina cuenta de un incendio que arrasó esa misma casa, ahora remodelada, y en el que desaparecieron Flor, Max y sus tres hijos. La versión de Delfina es que años más tarde logró recuperar a Margarita, la hija de su hermana y por ende su sobrina, aunque en verdad ocuparon su lugar con una niña cualquiera, huérfana.
Lógicamente, la verdadera Margarita llegará a su academia hacia el final del primer capítulo, y su vida de fantasía se verá sacudida por completo.