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Se estrenó en el servicio de streaming la tercera y última temporada de esta serie policial mexicana protagonizada por Manolo Cardona
Desde su estreno, a inicios de 2021, la serie policial mexicana ¿Quién mató a Sara?, se convirtió en tendencia en Netflix y en tema de conversación en las redes sociales. Y con una historia que ya se ha contado de mil maneras: una chica muerta, sospechosos dentro de un mundo de lujos, algunos muertos en el ropero, y un hombre que luego de 18 años en prisión busca venganza por el asesinato de su hermana.
Esos son los ingredientes de esta producción por lo visto adictiva que creó José Ignacio Valenzuela, quien viene del mundo de las telenovelas, y logró una serie que mantiene en vilo al espectador, donde todos los episodios parecen revelar a un posible culpable. Está contada desde distintas perspectivas lo que no ayuda a esclarecer el misterio.
La pandemia ayudó, es verdad, al éxito de ¿Quién mató a Sara?. Mucho tiempo libre en la audiencia, y una historia policial con muchas (tal vez demasiadas) vueltas de tuerca la convirtieron en una de las ficciones, no solo de habla hispana, más vistas del mundo: la clientela de Netflix le dedicó 226 millones de horas, lo que la colocó durante semanas entre lo más visto de la plataforma.
El miércoles se estrenó la nueva y última temporada que, todo indica, va a convertirse en tendencia.
La historia se centra en Álex Guzmán (Manolo Cardona), quien luego de salir de la cárcel -donde increíblemente se convirtió en hacker- se propone descubrir quién es el responsable del crimen de su hermana. Todo apunta a la poderosa familia Lazcano.
El patriarca, Alejandro Lazcano (interpretado por el español Ginés García Millán, que viene de la serie Velvet), es un hombre de negocios sin muchos escrúpulos. Tiene contactos en la política y con la Policía y está acostumbrado a hacer lo que le plazca. Fue él quien le pidió a Alex que se declare culpable de matar a su hermana, Sara, con la promesa de que con buenos abogados saldría libre. Pero terminó en prisión. De ahí el odio del protagonista con esta poderosa familia.
Además, dos de los hijos de los Lazcano, propietarios de un casino con algunos secretos bien guardados en el sótano, estaban en el momento que Sara cayó al agua desde un parapente. Quién cortó las cuerdas, quién dio esa orden y por qué, son algunas de las preguntas que comenzaron a surgir, mientras que aparecen Marifer y Nicardo, otros posibles sospechosos del crimen.
“Pocos de nosotros somos lo que parecemos” es la frase de Agatha Christie con la que inicia la serie, y como sucedía con las historias de la autora británica, todos los implicados generan suspicacias, o al menos tienen algo que esconder. El crimen de la chica y encontrar al responsable no es lo único por investigar. Un submundo truculento, con violaciones, extorsiones y asesinatos comienzan a a salir a la luz.
La primera temporada fue un entrevero, con distintas líneas temporales, mismas escenas contadas desde diferentes perspectivas, y preguntas que no encontraban respuesta. Si los espectadores confiaron que la segunda temporada traería algo de luz a ese camino se equivocaron, ya que el misterio siguió creciendo, y además se sumaron nuevas interrogantes.
Y como si se necesitase otro misterio, el adelanto de la tercera temporada reveló un dato crucial: Sara no está muerta. Eso lo sabemos por la descripción de estos últimos siete capítulos: “Alex descubre que el cuerpo de su hermana no está en la tumba que lleva su nombre; y nuevas pistas lo llevan hacia una entidad llamada Medusa”.
¿Qué es Medusa? ¿Qué hace el francés Jean Reno trabajando en esta serie mexicana? Y sobre todo, ¿qué pasó con Sara?, son las interrogantes que se develarán en el final.
Reno interpreta a Reinaldo Gómez de la Cortina, quien aparecía cazando junto al patriarca de los Lazcano en las primeras imágenes difundidas. Su rol será importante para revelar la pregunta original, ya que este psiquiatra utiliza métodos “médicos” por fuera de la ley que rozan lo sádico. Todo esto es para buscar una supuesta “cura” a la homosexualidad (uno de los hijos de Lazcano es gay) y la esquizofrenia (una enfermedad que padecen tanto Sara como su padre).
Es Reinaldo, quien resulta ser el padre de Nicandro, el director de Medusa, y su rol será fundamental para conocer cómo termina esta historia. Si el final estará a la altura de las expectativas, o no, eso lo decidirán los espectadores.