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nicolás lauber

Mañana llega a Netflix una de las series del año. Suena temerario pero después de ver los 10 episodios de Sandman, le juro que no es una exageración.

Creada por David S. Goyer -guionista de la trilogía de Batman de Christopher Nolan y la visualmente cautivante Dark city- y Allan Heinberg (guionista de Mujer maravilla), la historia se basa en la novela gráfica de Neil Gaiman, y hay escenas que parecen salidas de las viñetas.

La serie generó expectativas entre los fanáticos desde que la plataforma de streaming anunció el inicio de su producción. Hubo mucho interés. Es una historieta bien contada y dibujada que encontró lectores fuera del canon habitual de fanáticos del cómic. El que además tenga una mirada progresista sobre el género, la sexualidad, la diversidad, y que presente personajes femeninos fuertes, se volvió una combinación exitosa entre los lectores. Todos esos está en la serie de Netflix al igual que alusiones literarias, culturales y religiosas.

Lo que se cuenta en Sandman es la historia del dios de los sueños y las pesadillas, quien se pasea por el mundo y aprende de los humanos.

El protagonista es Morfeo interpretado por Tom Sturridge, joven apuesto con voz grave, pausada, y una impronta a lo Robert Smith de The Cure y siempre vestido de negro. en una mezcla entre gótico y emo. Es uno de los siete Eternos, hermanos inmortales que son la encarnación de las fuerzas naturales: Muerte, Destino, Delirio, Destrucción, las gemelas Deseo y Desesperación, y lo que le tocó a Morfeo, Sueño.

Además se incluyen personajes bíblicos (Lucifer, Caín y Abel tienen una aparición) y deidades de otros tiempos. Si bien son seres con poderes casi ilimitados, eso no los protege de cuestiones tan mundanas como la angustia, el miedo y el peligro.

Morfeo aprende esto de la peor manera, cuando es secuestrado por un humano que intentando atrapar a Muerte para que le devuelva a su hijo fallecido en la guerra, lo apresan. Así inicia la novela gráfica y también la serie de Netflix, con el amo de los sueños siendo confinado a una prisión de cristal por un siglo.

Una vez en libertad, Sueño comienza la búsqueda de los tres elementos que le fueron robados por los humanos: su yelmo que parece extraído de la imaginación de H.R Giger, su bolsa con arena, y un rubí que hace realidad lo que se desee. Esa búsqueda, contada en el volumen Preludios y nocturnos, así como la reconstrucción de su reino, Ensueño, se extiende hasta la mitad de la temporada.

Los últimos episodios son extraídos de La casa de muñecas, segunda de las 12 partes que componen la novela gráfica que comenzó a publicarse en 1989 y finalizó en 2013.

Si bien la serie es bastante fiel a las historietas, hay algunos cambios. El más notorio es la elección de Kirby Howell-Baptiste como Muerte. A diferencia del personaje del cómic que se había inspirado en la modelo gótica Cinamon Hadley, la actriz Howell-Baptiste le da mayor calidez al personaje. Afortunadamente se eligió un actor no binario y de género fluido, Mason Alexander Park, para interpretar a Deseo. Es un acierto ya que el personaje era así en los comics.

El elenco de Sandman también cuenta con Charles Dance, David Thewlis, Joely Richardson, Stephen Fry y Mark Hamill.

Antes del estreno de Sandman. Gaiman ya se había encargado de crear historias a partir de leyendas religiosas. La novela Buenos presagios (adaptada como serie por Amazon Prime Video) es un buen ejemplo de esto. En esa comedia ácida protagonizada por ángeles y demonios, ellos se pelean mientras se espera la llegada del Anticristo. Todo contado con mucho humor.

En Sandman el humor es poco: la trama está más centrada en el suspenso. Es, en definitiva una recolección de personajes cuyas historias se desarrollan a lo largo de sus páginas. Algunos ya se han visto en cine y televisión. Entre ellos está Constantine, el cazador de demonios que interpretó Keanu Reeves en el cine (también hay una serie de televisión), y Lucifer, el ángel caído que decide abandonar el infierno para hacer una nueva vida en Los Angeles.

En Sandman, Lucifer (quien tiene un magnífico duelo con Sueño) es interpretada por Gwendoline Christie, o sea Brienne de Tarth en Game of Thrones. Otro acierto.

Mañana llega Sandman a Netflix para demostrar que una buena historia puede adaptarse de las páginas a la pantalla sin perder esa esencia que la hizo un fenómeno en el mundo y además convertirse en una de las series del año.