Sexo, crimen y grandes estrellas: ¿Por qué "La escalera" es la serie para ver en el streaming?

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La escalera

ELOGIADA

HBO Max estrenó la miniserie con Colin Firth y Toni Collette sobre un incidente confuso de la vida real en que murió una mujer y el principal sospechoso es una personalidad famosa

La escalera
Colin Firth y Toni Collette en "La escalera"

La escalera, la miniserie de la que HBO Max estrenó ayer tres capítulos tiene un elenco de esos de superproducción. Además de los protagonistas, Toni Collette y Colin Firth, la plantilla —y la lista, lo siento, es larga— incluye a Michael Stuhlbarg, Rosemarie DeWitt, Juliette Binoche, Parker Posey, Odessa Young, Patrick Schwarzenegger, Dane DeHaan, Olivia DeJonge, y Sophie Turner.

La dirigió Antonio Campos, quien con su película El diablo a todas las horas para Netflix, había conseguido llamar la atención con una historia siniestra con buenas ideas cinematográficas.

Algunas de ellas vuelven a hacerse notar en esta serie limitada de ocho capítulos que cuenta un crimen real. Involucra a Michael Peterson (Firth), quien fue acusado de asesinar en 2001 a su esposa, Kathleen (Colette) en un incidente que no parece tan confuso como el quiso hacer ver. El asunto llevó a uno de los juicios más promocionados de su tiempo en Estados Unidos; Peterson está actualmente en libertad.

Y lo mismo que sedujo a los televidentes de entonces, es lo que hace interesante este tipo de productos: los dramas policiales que revelan una perversión disimulada en lo que parece ser una familia perfecta, además de millonaria.

Eso está detrás de Little Big Lies, The Undoing y Anatomia de un escándalo y de tantas docuseries a las que también aplica el rubro true crime, anglicismo de “crimen verdadero”.

De hecho, La escalera está basado en una miniserie documental que sigue el caso desde la acusación a Peterson en 2001 a los últimos expedientes de la causa, ya en 2017. El documental, que lo encargó el propio acusado en su momento considerado un ejemplo pionero de esta tendencia al true crime, está disponible en Netflix y se puede ver la historia contada por sus propios implicados y las imágenes reales del crimen.

En esta versión ficcionalizada aparece la investigación que llevó adelante, Jean-Xavier de Lestrade, quien acá aparece como un personaje interpretado por Vincent Vermignon.

“Incluimos a los documentalistas y la realización de su documental en nuestra serie”, explicó la showrunner, guionista y productora ejecutiva Maggie Cohn quien antes trabajó en American Crime Story. “Son nuestro coro griego, un recurso para contar historias. Nos permiten comentar sobre nosotros mismos mientras estamos creando el relato”.

Si aún necesita saber más, el propio implicado editó su versión de los hechos en 2019. Es, por lo tanto, un caso al que, al menos el público estadounidense lo tiene bien presente.

La serie empieza (con un muy interesante plano secuencia), el día que Peterson llamó al 911 para avisar que su esposa se había caído de las escaleras. Una pericia forense determinó, a simple vista, un acto de violencia (laceraciones, golpes) que podrían haberle empujado a la muerte.

El marido es el principal sospechoso y la trama avanza entre la investigación y otros flashbacks que van explicando la situación y que muestran una concordia marital que no es la que parece. Todo el tiempo Peterson intenta convencer a su entorno (un montón de hijos e hijas y dos cuñadas) de su inocencia pero las evidencias se acumulan en su contra.

“Pienso en Truman Capote y A sangre fría, que en sí misma fue la primera de su tipo”, le dijo a Variety, Parker Posey, quien interpreta a la fiscal Freda Black en la serie. “Solía haber un límite contando historias sobre el crimen y las personas afectadas por él, pero ahora queremos saber qué los motiva”.

La referencia a la novela clásica de Capote, que reconstruye un crimen atroz en el medio oeste americano en la década de 1950, deja claro que esta curiosidad es por lo menos así de viejo (lo es más, claro).

En muchos de los casos recientes, además, se suma que los escenarios son los de la opulencia a la que tarde o temprano se filtra su verdadero ser corrupto, mentiroso. Ese estilo de “los ricos también lloran” está presente en asuntos de prestigio como Succession, La casa Gucci y antes eran los teleteatros lujosos como Dallas y Dinastía.

Eso parece, a juzgar por los tres capítulos disponibles, estar en La escalera que, como todos sus parientes cercanos de género, administra sabiamente las revelaciones para mantener al público cautivo durante ocho episodios de una hora. En los tres primeros lo consigue sobradamente y conviene no revelar mucho aunque toda es información pública. Y deja abierta un montón de posibilidades para los cinco capítulos restantes que aparecerán semanalmente en HBO Max.

A Campos, además, le interesa tanto la resolución del crimen, como esos secretos que rondan la vida de este clan, sí, pero de todas las familias. Las revelaciones esconden trifulcas, resentimientos y un par de indiscreciones sexuales que son las que, vamos, más se llevan en el true crime.

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