STREAMING
Los showruners de la serie de Amazon, J.D. Payne y Patrick McKay, hablan del final de temporada, del regreso y el desafío de adaptar a Tolkien.
Ayer concluyó una de las series del año. No es una frase temeraria luego de haber visto el despliegue de los ocho episodios de la primera temporada de Los anillos de poder, la producción de Amazon Prime Video que se basa en el inmenso universo de J.R.R. Tolkien.
Es, además, la serie más cara de la historia, lo que queda en evidencia por los vestuarios, escenarios (la isla de Numenor es imponente) y sus efectos visuales. Todo tiene una calidad cinematográfica a la altura de las trilogías El señor de los anillos y El Hobbit que dirigió Peter Jackson.
Desarrollada por J.D. Payne y Patrick McKay, esta serie cuenta un hecho apenas mencionado en las películas o en los libros: cómo se crearon los anillos de poder, esos que en las novelas cuidan elfos, enanos y humanos, y que en la serie aparecen recién en el final de temporada. También está la creación del anillo único, ese que usa el villano del universo, Saurón, cuya identidad recién se conoció ayer.
Si bien quedan interrogantes (¿quién es “el forastero”?, ¿qué vio Eärien en el palantir?, entre otras), es un buen final que deja enganchado al pública hasta la segunda temporada.
Luego del estreno del cierre, El País participó en una conferencia donde McKay y Payne hablaron de los desafíos de trasladar Tolkien, satisfacer a los fanáticos y lo que vendrá.
Desde el estreno de la serie, la identidad del forastero, la posible destrucción de Numernor, y si Saurón estaba disfrazado entre los personajes, ha sido debatido en redes sociales.
“Nunca nos enfocamos en dejar pistas sobre esos misterios”, dijo Payne. “Lo que quisimos fue que las personas se involucren con los personajes y se sientan inmersos en este mundo. Lo que realmente nos importa es la autenticidad emocional de ellos y sus relaciones. Por eso el comentario que más nos emociona es cuando la gente dice que los llevó de vuelta a los libros, o que están debatiendo interpretaciones contrapuestas de los libros con la serie. Cualquier cosa que haga que la gente hable, lo contamos como un éxito”.
Con fanáticos en todo el mundo analizando cada detalle de la serie, dijeron los responsables que el desafío fue “hacer algo sobre lo que Tolkien no escribió mucho, pero que encajara con lo que sí escribió”, comentó McKay.
Entre eso que no está escrito está la llegada de “el forastero”, quien cae a Tierra Media en un meteorito. “Fue en la oficina de los escritores cuando Jason Cahill, uno de ellos, lo nombró ‘El nómade’ y comenzó a surgir su estética”, dijo Payne. “En contraposición pensamos en las tres brujas de Macbeth como los seres que lo buscan. Fue una idea interesante, porque tienes a estos seres poderosos y misteriosos que están tras este otro ser también poderoso. De esta forma unimos un montón de conflicto”.
Claro que tomar el universo de Tolkien para adaptarlo a una serie de televisión, no fue una tarea sencilla, explicaron.
“Fue un desafío por la escala”, dijo McKay. “Estamos hablando de mundos tan enormemente vastos, complejos y ricos visualmente. A la vez cada una de estas culturas y especies tienen su propio estilo de vida y hasta arquitectura. Unos viven en cuevas, otros en montañas y están los hombres del sur que viven en una especie de mundo medieval fangoso. Todos esos mundos requirieron de trabajo e imaginación para llevarlos a la pantalla”.
Si bien Los anillos de Poder se ambienta varios siglos antes del inicio de El Hobbit y El señor de los anillos, hay algunos personajes, como los elfos Elrond y Galadriel, que también aparecen acá. Claro que no son iguales, y ese fue otro punto que los showrunners quisieron dejar en claro.
“Nuestro objetivo y principal regla siempre fue volver a los libros para profundizar en las tradiciones y así encontrar nuevos aspectos de la Tierra Media, porque estamos en una era diferente en la que los mundos parecen familiares pero se tienen que ver diferentes”, dijo Payne. “Lo mismo ocurre con los personajes. Los conoces por los libros, pero aquí se tenían que ver diferentes, y también tenían que comportarse de forma distinta. Están en una parte diferente de su viaje”.
McKay dijo que como inspiración, además de las películas de Jackson, usaron las historias animadas de Jules Bass y Arthur Rankin, y la oscura versión animada que Ralph Bakshi realizó y que comprende la mitad de la trama de la trilogía original.
“Somos conscientes que somos parte de un continuum y queremos sentirnos en armonía con eso”, dijo McKay. “Así que la serie se basa en todas las adaptaciones, y creo que se logra sentir una conexión con esas películas”, dijo “Sería encantador que se note. Pero no queremos entrar en un juego de referencias o hacer que se sienta demasiado como un guiño a la audiencia. Cuando eso ocurría, intentábamos alejarnos de esa senda”.
Esta temporada de Los anillos de poder finalizó con algunas sendas abiertas que se desarrollarán en la segunda entrega, que, adelantaron, está evolucionando de forma distinta a la primera.
—¿Qué se puede adelantar de lo que va a venir?
—En la primera temporada había mucho que hacer para reintroducir a la gente a la Tierra Media. Había un interés en los fanáticos por conocer lugares que nunca se habían visto antes, como la isla de Numenor, o personajes que aparecieron aquí y nunca había visto nadie antes; y había que introducir esos reinos, personajes y sus mitologías. Ahora las tramas están en movimiento y hay cosas que dejamos colgando en el cierre de la temporada que finaliza con la creación de los primeros tres anillos de poder. De esta forma podemos llegar al lugar donde se encuentran algunos eventos canónicos que la gente está esperando ver. Todavía nos queda por mostrar la forja del anillo de poder, el ascenso del señor oscuro, la caída de Numenor, y esas líneas se desarrollan en la segunda temporada, donde podremos hincarle el diente a esos eventos que los fanáticos están esperando.
Habrá que esperar, entonces. Ya falta menos.