Hace mucho que Hollywood intenta, generalmente sin éxito, adaptar videojuegos populares a la pantalla. El año pasado se estrenaron en cine Uncharted, fuera del mapa, Sonic 2 y al streaming llegaron las series Resident Evil y Halo. Se anunció, además, una adaptación animada y en cines de Super Mario Bros para este año.

Y el domingo a las 23.00 en HBO se estrena The Last of Us, una de las series más esperadas del año.

Es una saga de videojuegos de terror que ha recibido elogios de la crítica, y se convirtió en un éxito de ventas. De acuerdo a Neil Druckmann, su creador, The Last of Us lleva vendidos 37 millones de ejemplares desde que salió a la venta en 2013. Es una cifra enorme para dos juegos que solo funcionan con la consola Play Station.

Para la serie, serán nueve episodios en total, HBO decidió reunir un importante equipo, e invertir mucho. Y con los más de 100 millones de dólares de presupuesto, la señal espera romper la aparente maldición que ronda a las adaptaciones de videojuegos.

The Last of Us tiene al frente a Craig Mazin, creador de la premiada miniserie Chernobyl y a Druckmann. La música está a cargo del argentino Gustavo Santaolalla (que compuso la banda sonora para el juego), y el reparto lo encabezan el chileno Pedro Pascal (The Mandalorian y Mujer Maravilla 1984) y la joven Bella Ramsey (Game of Thrones).

La historia inicia en septiembre de 2013 cuando la población mundial mengua estrepitosamente a raíz de la cepa mutante de un hongo que infecta el cerebro y convierte a la gente en seres voraces y capaces de contagiar con una mordida. Muy parecido, sí, a los zombies que pueblan la cultura popular y series como The Walking Dead.

Para salvarse, la humanidad se recluyó en ciudades amuralladas custodiadas por soldados. Y también están los que viven en asentamientos independientes del control militar, y en grupos ambulantes.

Dos décadas después del inicio de este apocalípsis zombie Joel (Pascal) se dedica al contrabando y ahora tiene que llevar a la joven Ellie (Ramsey) a otra ciudad porque parece inmune a la enfermedad después de haber sido mordida y no presentar síntomas. Por eso su sangre podría ayudar a crear el antídoto.

Foto: Difusión

El videojuego y por lo tanto la serie siguen el camino de Joel y Ellie, quienes no solo tendrán que enfrentarse a las peligrosas (y bien fieras) criaturas que los acechan, también a los saqueadores que siempre andan merodeando.

En una entrevista con el diario chileno La Tercera, Pascal dijo que Mazin les pidió que no jugaran mucho al juego; no lo cumplió. “Bella y yo lo estudiamos en secreto y se lo ocultamos, pero esto nos ayudó a juntar varias piezas del rompecabezas que pudimos poner en el guion, en los sets y en el reparto”, comentó el actor.

Es una serie de terror, sí, pero también es un road trip que permite explorar temas como el amor, la moralidad, la paternidad y las relaciones familiares.

Además, desde que se anunció la serie, Druckmann dijo que se abordarían tramas que no se presentaron en los juegos. Y en una entrevista con el portal IGN, adelantó que la serie profundizará en la facción conocida como “los cazadores”, que en el juego les traen varios dolores de cabeza a la pareja protagonista.

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“Por ejemplo, los cazadores, puedes ver más cosas como, ¿de dónde vienen?, ¿por qué derribaron tal zona de cuarentena?, ¿quién es su líder? Esas son las cosas que podemos ver en la serie”, dijo Druckmann.

En una entrevista con el portal IndieWire, Mazin dijo que con esta serie, se podría cambiar la percepción que se tiene en Hollywood sobre los videojuegos en el cine y la televisión.

“No creo que la gente de HBO estuviera necesariamente conectada con el mundo de los videojuegos, pero solo les tomaría 20 minutos en Google darse cuenta de que The Last of Us es el Lawrence de Arabia de las narrativas de los videojuegos. Solo por el hecho de que dijeron ‘sí’, tienes la sensación de que esto va a ser diferente”, comentó.

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En otra entrevista, esta vez para The New Yorker, Druckmann y Mazin dijeron que no todos los videojuegos necesitan ser adaptados a la pantalla grande, y pusieron como ejemplo a Assassin's Creed y Doom, títulos que no tuvieron el éxito esperado en taquilla.

“Cuando anunciaron que iban a hacer una película de Assassin's Creed, pensé: '¡no sé cómo!'. Porque la alegría de esto es poder jugarlo. La historia es impenetrable. Doom también es un ejemplo perfecto de algo que en realidad no se necesita adaptar. No hay nada allí que no puedas generar por tu cuenta”, comentó Mazin.

Con esos antecedentes en mente, sus creadores confían en no tropezar con la misma piedra que sus predecesores. “Con suerte, esto acabará con la maldición de los videojuegos”, comentó Druckmann.

El resultado se conocerá el domingo cuando se estrene el primer episodio, aunque las primeras críticas son elogiosas. En el portal Rottentomatoes tiene un 97 por ciento de aceptación. En Metacritic, otra página que reúne reseñas, tiene un 88 % de aprobación.

Así que hay mucha gente acompañando a estos héroes en su viaje por un mundo violento y bastante hostil.