RESEÑA
Se estrenó el jueves el especial de HBO Max que reúne al elenco de la popular serie de televisión, a 17 años de su despedida. ¿Cómo es?
La imagen es la de la típica reunión de excompañeros de clase. Seguro aquellas guirnaldas, estas luces y esos globos están de sobra. Cada uno trajo algo de comer y ahora hay una mesa repleta de opciones sin sentido; unas pizzas habrían funcionado mejor. Hay un montón de gente: caras que no recordás, otras que evidentemente no eran de tu generación y no entendés por qué están ahí, y allá ves a tus amigos, los de siempre.
Ya no se visitan tanto como antes, ya no son los mismos de antes; sin embargo, se ponen a conversar y hay algo que sigue ahí, intacto. Al final de la noche, en ese pequeño grupo todo habrá sido risas, alguna lágrima, anécdotas, abrazos, y pensás que lo lógico hubiera sido eso: juntarse solo ustedes, porque el resto no importaba. Antes de irse se prometen que no pasará tanto tiempo hasta la próxima.
Friends: La reunión, elespecial que HBO Max estrenó este jueves y que reúne al elenco de una de las series más populares de la televisión, es eso. La celebración de un momento único e irrepetible que funciona mejor cuando todo se resume a los seis protagonistas en conversación íntima. Cuando las cámaras se convierten en intrusas de un momento especial y le permiten al espectador meterse de lleno en esa emocionalidad, es cuando este regreso cobra su sentido pleno.
Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, David Schwimmer, Matthew Perry y Matt LeBlanc habían estado todos juntos en una misma habitación solo una vez en los últimos 17 años. Hizo falta una pandemia para que los seis volvieran a reunirse, no ya en una casa en ambiente descontracturado sino en esos dos apartamentos que habitaron durante 10 años y donde hicieron su mayor éxito.
Friends se estrenó en 1994 sin grandes expectativas y terminó en 2004 con un episodio que fue visto por 52 millones de personas. En el medio, la sitcom fue emitida en 220 países, traducida a más de una quincena de idiomas y durante seis temporadas se mantuvo como la comedia número uno de la televisión. La estadística más impactante de las reveladas en el especial es, quizás, que desde su final hasta ahora, los capítulos fueron vistos más de 100 mil millones de veces en las plataformas de streaming.
Es un fenómeno indiscutible de la televisión moderna y su vigencia es innegable: tiene impacto en las redes sociales, en las métricas de las notas de prensa escrita y en los negocios millonarios que hacen los servicios on demand, dispuestos a pelear fuerte para ser el único hogar de esta pandilla de amigos.
HBO fue el ganador de esa batalla y a principios de 2020 anunció que habría regreso de Friends, en forma de un especial que llegaría en mayo. El estreno se demoró un año a causa del coronavirus, y finalmente llegó esta semana, aunque en Uruguay recién se verá, de manera oficial, con la llegada de HBO Max el 29 de junio. Y es todo lo que se podía esperar.
I’ll Be There For You
La reunión de Friends dura una hora y 45 minutos y es la típica fiesta de excompañeros: unos cuantos elementos parecen estar de más, pero igual es emotiva, entrañable.
Aquí el relato es esencialmente cronológico y la pata principal está puesta en la entrevista grupal de James Corden, que sirve para contar de manera ordenada algunas vivencias, impresiones personales y para revelar el secreto bien guardado del enamoramiento que tuvieron, en la vida real, Aniston y Schwimmer. Nunca pasaron a mayores y es por eso, quizás, que la pareja de Ross y Rachel siempre se sintió tan fuerte y tan verdadera.
Hay un montón de secundarios que se integran a la ocasión pero con entradas tan fugaces como las de los muchos famosos que participan del especial, a excepción de Lady Gaga que hace un aporte musical contundente. En la faceta más documental, hay fanáticos de todo el mundo que tratan de poner en palabras cómo esta serie les cambió la vida o se las salvó, y están los creadores y productores Marta Kauffman, David Crane y Kevin Bright profundizando en esa dimensión humana del fenómeno.
Sin embargo, cuando Friends: La reunión mejor funciona es cuando parece no perseguir un fin concreto. En sus momentos más espontáneos, más sinceros, es cuando el público logra capturar algo nuevo, generar nuevas memorias. Y eso sólo se da cuando están los actores juntos, sin guion, recomponiendo una historia que es suya y es de todos. Cuando reviven escenas y bloopers, cuando se cuentan lo que sintieron la primera vez que se vieron entre sí, o en los segundos de silencio que se generan cuando Matthew Perry confiesa que hubo un momento en que si los reidores presentes en el set no se reían con sus escenas, él sentía que podía morir. “Nunca nos dijiste eso”, le dice Kudrow, y aunque no se ahonda en la revelación, es apenas un vistazo a otra capa de esta historia de amistad, de alegrías, de conquistas.
Friends, dice Kauffman en el especial, es una serie sobre ese momento de la vida en que tus amigos son tu familia. De algún modo, la reunión confirma que el lazo filial existió y perdura entre Aniston, Cox, Kudrow, Schwimmer, Perry y LeBlanc: 17 años después, la química que traspasó la pantalla desde la ficción está ahí, el cariño está, la emoción compartida está y sobre todo la conciencia de haber hecho juntos el mejor trabajo de su vida.
Sí, ver a Cara Delevingne como Armadillo Navideño no era para nada necesario. Sí, tampoco hacía falta incluir a la banda de K-pop BTS o a David Beckham hablando de su episodio favorito. Sí, el anfitrión hizo preguntas livianas y definitivamente los personajes secundarios tuvieron muy poco tiempo al aire. Pero al final valió la pena porque ahí están estos amigos juntos otra vez, secándose las lágrimas, tentándose sin parar ante cada chiste, abrazándose; y ahí estamos del otro lado los que supimos acompañar esta historia, con la emoción a flor de piel y la sonrisa dibujada. Y eso es todo lo que hay que pedirle a los reencuentros.