Romina Raglianti, El Mercurio/GDA
"Tener una historia donde el protagonista siempre gana es muy aburrido”, comenta a través de videollamada el ganador del Oscar Adrien Brody, en referencia a lo que trae la segunda temporada de su serie Lakers: Tiempo de ganar, que estrenó HBO y también está en HBO Max y en NSNow.

El primer ciclo de la ficción, que sigue la historia de Los Angeles Lakers y cómo convirtieron el básquetbol en un espectáculo más allá del deporte, se centró en el ascenso del equipo tras ser comprado por Jerry Buss (John C. Reilly) y cómo lograron una milagrosa victoria en la temporada de 1979. Estos nuevos episodios abarcan desde 1980 a 1984, y muestran un período de altos y bajos marcados por la rivalidad con los Boston Celtics.

“Creo que hay algo con lo que todos nos identificamos en las luchas que se dan dentro y fuera de la cancha”, continúa Brody, que interpreta al legendario entrenador de los Lakers, Pat Riley. “Pero creo que lo maravilloso de Tiempo de Ganar es que realmente nos metemos en la humanidad, las vidas y los matices de las luchas personales de todos estos personajes icónicos. Es un momento de la historia del deporte, y también de una época particular de los años 80 en Estados Unidos, y puedes ver lo increíblemente diferente que es del presente. Puedes jugar con todas las imágenes de la era y meterte en los problemas de gente que admiras. Va mucho más allá que un show sobre básquetbol, que es un aspecto importante de la serie, pero realmente entiendes a las personas y tienes una idea de la complejidad de sus vidas y lo que tienen que superar para ser los seres grandiosos que conocemos hoy”.

Uno de los personajes más relevantes de la época es el jugador Magic Johnson, interpretado por Quincy Isaiah, quien debutó como actor con este rol el año pasado.

“Volver al set no se sintió tan loco como la primera vez”, cuenta el actor. “Para la primera temporada, tenía mucha ansiedad, me preocupaba de hacer un buen trabajo. Y eso todavía estaba ahí, no creo que nunca se vaya del todo, pero ahora sabía que podía hacerlo y confié más en mi equipo, en los directores, guionistas y actores. El primer ciclo no fue pura suerte, creo que hicimos un muy buen show y podemos continuar contando esta historia de una forma que entusiasme a la audiencia, que despierte emociones diferentes y traiga de vuelta recuerdos que resuenen”.

La rivalidad de los Lakers y los Celtics se centró especialmente en sus respectivas estrellas, Johnson y Larry Bird, que en la serie está a cargo de Sean Patrick Small.

“Sean le ponen una intensidad al personaje que creo que es muy apropiada para Larry Bird y me hace sentir que tengo que ser mejor y poner lo máximo de mí”, comenta Isaiah. “Es una competencia saludable entre actores, no solo nuestros personajes. En el set nuestra relación es de adversarios, pero fuera de él, Sean se ha convertido en uno de mis amigos más cercanos”.

Para Adrien Brody, esta temporada fue lo que realmente esperaba hacer cuando aceptó sumarse al multitudinario elenco de la serie, que incluye también a Sally Field y Jason Segel, ya que ese Pat Riley todavía no era el popular personaje que conoce el público.

“La primera temporada me costó mucho, para ser honesto”, confiesa el ganador del Oscar por El pianista. “No creativamente, porque los guiones, la narración y la estética es tan buena. Pero había hecho toda una investigación para interpretarlo, y de alguna manera sentí que no lo estaba honrando, pero obviamente tengo que respetar el material que ha sido escrito para mí. Pero el mundo y yo identificamos a un Pat Riley muy diferente, uno que es un líder, entrenador y humano extraordinario, así que fue un viaje difícil. Y me identifico con eso debido a muchos años tratando de lograrlo como actor. Fue un placer que en la segunda temporada realmente pueda salir de las sombras y estar a la altura de su potencial, y ayudar a jugadores como Magic a alcanzar el de ellos. Físicamente, la transformación es también bastante extrema, representa más el hombre que conocemos”.