Con Nicolás Cabré, que viene a actuar a Uruguay: "Hoy soy el hombre más feliz"

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Nicolás Cabré en la obra "Me duele una mujer". Foto: Difusión

ENTREVISTA

El actor argentino habló con El País de la obra "Me duele una mujer", que tendrá funciones en El Galpón; de redes sociales, su hija Rufina y más.

Nicolás Cabré es uno de esos actores a los que hemos visto crecer. Comenzó, cuando era niño, acompañando a Flavia Palmiero en La ola está de fiesta. Desde entonces no paró de trabajar junto a los nombres más importantes del espectáculo.

Además de una exitosa carrera en televisión con ficciones como Son de Diez, Carola Casini, Gasoleros, Son amores, Los Únicos o Mi hermano es un clon, ha trabajado en teatro y en ese rubro, visitó Uruguay junto a Darío Grandinetti con la obra El cartero, y con Alfredo Alcón y El gran regreso.

"Es hermoso ir a Uruguay, y cuando hacés una gira y uno de los destinos es Montevideo, me encanta", dijo Cabré en una charla con El País ahora que, justo, vuelve a la ciudad con una nueva obra teatral.

El próximo 20 de setiembre, presentará en El Galpón Me duele una mujer, uno de los éxitos del teatro porteño contemporáneo, en el que comparte elenco con Mercedes Funes y Carlos Portaluppi. La comedia tendrá dos funciones, a las 19.30 y 21.30 y las entradas se venden por Tickantel desde 1.200 a 1.800 pesos.

Nicolás Cabré en la obra "Me duele una mujer". Foto: Difusión
Nicolás Cabré en la obra "Me duele una mujer". Foto: Difusión

Sobre eso, su vida privada y su tiempo fuera de la televisión es esta charla con Cabré.

—¿Cómo es protagonizar una obra que está dirigida por el propio autor, Manuel González Gil?

—Está buenísimo. Más allá que cada uno tiene su manera de ver determinado tipo de situaciones, tenerlo a Manuel (González Gil), quien escribió el texto y sabe por qué está puesta cada coma, es una ayuda hermosa porque no hay dudas, sabés a dónde quiere ir.

—¿Y cómo es trabajar con Carlos Portaluppi y Mercedes Funes, tus compañeros de elenco?

—Este es uno de los mejores grupos en los que estuve. Al estar con ellos dos te sentís apoyado. En los ensayos nos divertimos y hoy haciéndola la pasamos bien. Con Carlos y Mercedes ya había trabajado pero no en teatro, y tenerlos al lado mío me da paz. Más allá de las hermosas personas que son, en el escenario sabés que no puede pasar nada malo.

—En Me duele una mujer sos el profesor de Filosofía que intenta olvidarse de la chica del título, y tiene ese “alter ego” que es Portaluppi.

—Sí, soy Miguel, quien está conflictuado tratando de superar una relación, luchando contra este recuerdo con su amigo imaginario que es Carlitos. Está tratando de olvidar a esta mujer que es interpretada por Mercedes. Casi toda la obra transcurre en una terapia y está tratando de luchar contra sus demonios y aferrándose a lo que no quiere o puede soltar. Es una comedia inteligente que toca un par de botoncitos reconocibles por todos. Tiene poesía, dulzura... Es una obra que disfruto mucho de hacer.

Nicolás Cabré, Mercedes Funes y Carlos Portaluppi en "Me duele una mujer". Foto: Difusión
Nicolás Cabré, Mercedes Funes y Carlos Portaluppi en "Me duele una mujer". Foto: Difusión

—¿Es interesante encontrar el humor en esa situación que normalmente no es graciosa?

—Visto desde afuera, hay algo de tragicomedia en las situaciones amorosas o estas situaciones en las que uno está atrapado en sí mismo. Y la obra, cuando empezás a acomodarte para un lado, te saca y te pone en otro lugar. Va cambiando constantemente, y estos tres personajes que son tan diferentes el uno del otro, te van poniendo en esas situaciones, porque no es solo una historia de un tipo que no puede olvidar, pasan muchas cosas. Por eso creo que todos en algún momento nos sentimos tocados o reconocemos un poco de lo que se habla.

—Antes de llamarte me pidieron que no te preguntara por tu vida privada. ¿Por qué hay que aclararlo?

—Porque no se respeta eso, entonces así evito situaciones. Por ejemplo, te llaman para hacerte una entrevista y ya estás esperando las preguntas: qué pasó, qué hizo, a dónde fuiste. Por eso hay que aclararlo. A veces te llaman y te dicen: alguien dijo tal cosa y aquel respondió, y por eso aclaro, y si se tiene que terminar ahí la entrevista, se termina.

—Hace un mes llegaste a Instagram y te va bárbaro. Ahí vi que estás viendo Woo, una abogada extraordinaria en Netflix. ¿Sos fan de las series coreanas?

—Me encantan, me parecen espectaculares. Hay muchas series que son hasta imposibles de hacer por nosotros. Por ejemplo en Mr. Sunshine manejan un nivel de actuación que, para mí, no se puede creer. Mismo en esta Woo, me asombran la capacidad que tiene para actuar los nenes, los grandes, es impresionante lo que hacen. Eso pasa en todas, porque ves El payaso Coronado, Entre dinastías o Mudanzas al cielo, lo que actúan, la sencillez y delicadeza con la que se cuentan las historias de amor, y es genial. No necesitan exacerbar absolutamente nada para llamar la atención, es un nivel de belleza que descubrí ahora con la pandemia y me encanta lo que hacen.

Nicolás Cabré en la obra "Me duele una mujer". Foto: Difusión
Nicolás Cabré en la obra "Me duele una mujer". Foto: Difusión

—Siendo tan reservado con tu vida, ¿por qué entraste a las redes?

—Siempre me decían que tenga una cuenta y decía: “No es lo mío”. Trato de encontrarle la vuelta y ya que lo estoy haciendo, hacerlo lo mejor posible. La verdad que nunca me llamaba la atención. Me dijeron que había una persona, no sé si un chico o una chica, que tenía una cuenta con mi nombre pero no me molestaba. Pero de repente me empezaron a mostrar cosas que estaba vendiendo, hacía publicidades haciéndose pasar por mí, y con eso no estaba para nada de acuerdo. Entonces tuve que tomar cartas en el asunto, y la única manera de especificar que esa persona no era yo, era abriendo una cuenta. No había otra.

—Ya que estuvimos hablando de series, ¿volverías a la televisión?

—Estoy medio alejado de la televisión porque intento tener tiempo. El hacer teatro, más allá de que me encanta, me da ese tiempo para vivir y hacer lo que me gusta. Voy al colegio a llevarla a Rufi (Rufina, su hija junto a Eugenia Suárez), puedo ir a buscarla, tengo tiempo para correr, para hacer lo que me gusta. Obviamente que si me ofrecen algo que es imposible decir que no, lo haría. No es que no hago más televisión, pero la tele demanda un tiempo que hoy prefiero tener para mí. Además, hacer televisión es muy difícil. Son muchas horas, trabajás de lunes a lunes y si puedo mantenerme haciendo solamente teatro lo haré. Hoy estoy feliz así, disfruto el llevar a Rufi al colegio porque es un tiempo que pasa muy rápido y cuando quiera acordar va a ir sola y me va a decir: “Dejá de molestar”. Quiero ser presente y recordar las cosas con una sonrisa y no diciendo: “Puta madre, mientras pasaba todo esto yo estaba encerrado en un estudio”. Hoy soy el hombre más feliz del mundo acompañando a Rufi, que me cuente las cosas, acompañarla a natación... Disfruto e intento ponerle las fuerzas a eso.

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