Cuatro mujeres hacen política en el espacio mientras la Tierra se incendia en obra argentina que llega a Uruguay

Piel de Lava actúa por primera vez en Montevideo con "Parlamento", una distopía que lleva la ciencia ficción al teatro para hablar de los discursos políticos de hoy. De eso, Valeria Correa y Laura Paredes charlaron con El País.

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El elenco de "Parlamento": Zypce, Valeria Correa, Pilar Gamboa, Elisa Carricajo y Laura Paredes.
Foto: Difusión

Hace 21 años, cuando los colectivos artísticos femeninos estaban lejos de ser la norma y cuando todavía se preguntaba, en público, cómo hacían las mujeres para trabajar juntas sin pelearse, Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes fundaron, en Argentina, un grupo de teatro independiente al que nombraron Piel de Lava: un bautismo hecho a partir de lo peligrosamente ardiente, de lo intocable.

Hace seis años se pusieron bigotes, se vistieron de hombres, estrenaron la obra Petróleo y consiguieron, con ella, un fenómeno del teatro porteño, un título que vieron más de 85 mil personas y que aún vive, gira, hace funciones en capital, viaja a Europa y este año, por primera vez, se irá al interior argentino.

Hace poco más de un año, sumergidas en la pesada pregunta de qué hay para hacer después de un hito así, se les abrió la puerta de una residencia. Investigaron los discursos políticos contemporáneos como actos de teatralidad, ahondaron en su música, sus cadencias, sus ritmos, y entonces le dieron forma a Parlamento, una distopía que ahora desembarca en Uruguay.

Irá mañana y el domingo a las 20.00 en la sala principal del Teatro Solís. Completa el elenco el músico Zypce y las entradas se consiguen en Tickantel.

Es una puesta que toma el género de la ciencia ficción y sigue a cuatro mujeres políticas (dos europeas, dos latinoamericanas) que, en una realidad en que la Tierra está literalmente incendiada, orbitan el espacio en una nave mientras intentan ejercer como parlamentarias. El código es "trucho", avisan. Hay algo de la ciencia ficción que es inviable en el teatro, y eso es parte del chiste: poner un marcianito verde en escena o como dice Valeria Correa a El País, ampararse en ese juego “para evadir la realidad”.

Porque la pregunta se abre sola: ¿cómo se hace para construir una distopía en una realidad tan distópica?

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En la obra "Parlamento", cuatro actrices creadoras son políticas trabajando en el espacio.
Foto: Difusión

“La sensación es que nos pudimos escapar solo yéndonos al espacio exterior. Es una metáfora reliteral”, dice Correa: “había que irse de la Tierra”.

En las propuestas artísticas de Piel de Lava, que parten de un proceso de investigación, el tema es una capa más de sentido en el entramado, pero nunca el fondo definitivo de las cosas. Eso explica el intento de Parlamento de alejarse de la coyuntura política de la Argentina de hoy, tan en llamas como este planeta que la obra se inventa. “Nos llamaban mucho la atención estas nuevas mujeres políticas, porque es una novedad. Estaba más instalado en Europa, pero no acá, y empezamos a poner el foco ahí como algo contemporáneo que se nos hacía muy teatral”, dice Correa. “Luego se nos vino a Argentina mucho antes de lo esperado, justo con el estreno de la obra. Podría haber tenido como una distancia más real, lamentablemente se dio que no. Pero nosotras seguimos. Nos habíamos cuidado, porque no queríamos ni hacer ni que haya una lectura de que es una representación de nuestra realidad, una bajada ideológica”.

“Pero nos pasaba que probábamos cosas y después a la semana alguien salía a decir una barbaridad semejante, y perdía gracia porque parecía que estaba dialogando todo el tiempo con lo real”, dice Laura Paredes. “Temíamos que, por acercarnos tanto, termináramos perdiendo el partido. Uno reflexiona sobre la realidad con distancia; si está muy cerca es más una réplica. Y el arte lucha por lo contrario”.

Al menos, el arte en el que ellas creen, un arte colectivo y no binario, que lejos de subrayar qué es el bien, qué es el mal, cómo son las cosas, reflexiona y trabaja sobre el pensamiento, hace preguntas. “Somos un grupo que escribimos, dirigimos, actuamos todas a la vez, todo el tiempo, es un sistema horizontal de trabajo, y creemos en eso. Termina siendo ideológico, práctico, una forma de vivir”, plantea Correa. Paredes completa: “Y está el cuerpo medio gozando la escena, que tiene que ver con cierta grupalidad. Somos cuerpos dirigiendo desde adentro, actuando desde afuera, y esa especie de máquina en que los roles son flexibles genera una materia que es un poco ingobernable”.

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