¿Cómo puede, la palabra escrita, incrustarse en el cuerpo? Desde esta inquietud la escritora, actriz y docente Mariana Olivera Naviliat decidió llevar su novela Desplazamiento hacia el rojo (Sujetos editores, 2022) al escenario. Junto a la dramaturga y directora Valeria Píriz y la cantante y compositora Carmen Pi Zetune, transformó su obra en un diálogo escénico entre la música y la literatura.
La pieza, que estrena hoy en la Sala Zavala Muniz del Teatro Solis —quedan entradas a la venta en Tickantel a $500— lleva al escenario el universo de dos amigas. Son mujeres, artistas, con vidas aparentemente comunes, pero que en su encuentro exploran y comparten sus vivencias íntimas, que abarcan desde la sexualidad, el amor, el aborto, el parto y la crianza.
“El deseo de llevar el libro a este lenguaje parte de unas ganas muy personales. Me parece una forma de transmitir mensajes con mucha potencia estética, que también es política”, cuenta Olivera en charla con El País. “Me interesaba explorar eso con una referente de la performance como lo es Valeria”. Con ese deseo, contactó a la directora y artista visual y juntas plantaron la semilla de Desplazamiento hacia el rojo como obra teatral.
El libro, una autobiografía ficcional, lanzado en 2022, trata de cuestiones como la maternidad, la amistad, y los vínculos sexo-afectivos, y todo con paisajes muy montevideanos de fondo. Llevarlo a lo escénico fue un desafío y un reencuentro de la autora con su obra.
“El desafío más grande, en términos generales, era ponerle el cuerpo a la palabra, porque implica también romper el texto de algún modo. Después, es una historia que a mí también me toca en lo personal, por más que hablemos de auto ficción, tiene obviamente puntos de contacto con mi vida. Si bien no hace tanto que lo publiqué, sí había pasado un largo trecho de esas historias que ahora vuelven a pasar por el cuerpo. Ha sido emocionalmente movilizante”, dice Olivera.
Así, en el escenario representarán situaciones que tienen que ver con el parto, con el aborto, con el vínculo entre amigas, la dependencia económica, y variables que atraviesan sobre todo a las mujeres. “Lejos de abordarlas en un lugar revictimizante, las estamos llevando a un lugar humano, en donde hay belleza por sobre todas las cosas”, explica la autora.
La música, a su vez, tendrá un papel importante de narración y estará a cargo de Carmen Pi, quien actúa, canta y toca el piano. Oportunidad que la lleva por primera vez al escenario no solo como música, sino también como actriz.
“Mi rol en un principio era la parte musical, pero de a poco Valeria me fue metiendo en la obra y fui teniendo un papel antagónico. Tengo momentos de interacción entre Mar y Cielo, que son amigas y son sostén una de la otra. Es algo muy nuevo para mí, un desafío nunca antes hecho y estoy muy feliz porque es una emoción diferente a cuando hago música. Es un espectáculo que tiene mucho movimiento y mucha frescura, tratando temas bastante álgidos”, puntualiza Pi.
La obra cuenta con varios cambios de vestuario, diseñados por Daniela Intamuzu y un trabajo de diseño de iluminación a cargo de Letizia Martín. Estos elementos, cuentan, terminan de construir la narrativa.
Olivera, que ya trabaja en una nueva obra con previsión de ser publicada en 2024 por editorial Planeta, siente que escenificar este libro que la atravesó de tantas maneras, la acercó aún más a la literatura. “Incluso resignificando totalmente las emociones sobre las cuales escribí originalmente y encontrando algo más profundo todavía. Llevarlo a otro lenguaje es seguir dándole visibilidad a esta historia”.
-
La historia de Armen Siria, la actriz que dejó la vida en el Teatro Solís y ahora vuelve en forma de obra
El sueño que nació en un liceo de Montevideo y llega al teatro dirigido, adaptado y financiado por adolescentes
Es uruguaya, interpretó a Frida Kahlo por casi dos décadas y ahora se despide del personaje
Ensamble de jóvenes talentos: Sodre y UTU presentan Ópera "Orfeo y Eurídice" en una colaboración inédita